Entrevista de LA NACION con el líder de Autodeterminación y Libertad
La decisión de Autodeterminación y Libertad (AyL) de no presentar
candidatos en los próximos comicios presidenciales sigue generando discusiones.
Incluso en el despacho de su líder, el diputado Luis Zamora. "¡Qué
lástima que se bajó del caballo!", le recriminó un visitante
ocasional a la secretaria del legislador. Con tono didáctico, la mujer
le explicó que Zamora "nunca se había subido a ningún caballo".
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En una entrevista con LA NACION, el líder de AyL sostuvo que no se presenta porque no puede mentirle a la población y que "si el candidato ganador obtiene menos del 25 por ciento de los votos, cambia la Argentina". Aseguró que son los únicos que tienen propuestas serias y reveló sus ideas para superar la crisis económica. Entre ellas, expropiar toda tierra improductiva.
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-¿Cuál es la razón más fuerte para no presentar candidatos?
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-Darle continuidad a la campaña para que se vayan todos. Y no sólo por ser coherentes, sino porque creemos que no hay solución si no nos sacamos de encima a los dirigentes que destruyeron el país. Esto hay que expresarlo el 30 de marzo. También hay un porcentaje importante que dice "Zamora no se presenta porque sabe que pierde". Bueno, hace 20 años que participamos en elecciones y perdemos. Todas las elecciones tienen distorsiones, pero éstas son especialmente antidemocráticas.
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-Pero mientras siguen gobernando los mismos...
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-Sí, por eso estamos peleando para que se vayan. Si logramos que saquen un porcentaje muy bajo, puede comenzar otra historia. Hay una posibilidad de derrotarlos: si el que gana saca menos del 25 por ciento, cambia la Argentina. No va a poder subir, tiene que llamar a elecciones anticipadas, adelantar las de diputados, llamar a una convención constituyente.
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-Cuando anunció que no sería candidato dijo que la gente está pensando "si se van todos, ¿después qué?" ¿No le parece que la izquierda en general y su movimiento en particular deben plantearse como una alternativa seria de gobierno?
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-(Piensa.) Planteamos propuestas serias. En realidad creemos que son las únicas serias. El problema es que no le podemos mentir a la población y decirle que con esta elección va a poder llevar adelante estas propuestas. Si la mayoría adhiere y las quiere instrumentar se choca con que no puede cambiar el Congreso, el Poder Judicial, las instituciones. Pero tenemos propuestas muy serias en economía, en salud, en educación, en seguridad.
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-Dígame tres propuestas concretas para superar la crisis.
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-Un país destruido no sale con tres propuestas. Eso se lo dejo a Rodríguez Saá (Adolfo). Pero le doy tres lineamientos. Primero, ningún habitante del país, menor o mayor de 18 años, puede dejar de tener un ingreso. Si es jefe de familia, el ingreso tiene que ser superior. Segundo, obra pública: estamos trabajando en un plan de construcción de un millón de viviendas en tres años, porque ésa es la industria más reactivante. Al mismo tiempo, solucionaríamos el problema de los sin techo. En tercer lugar, ya apuntando a un proyecto de país y no sólo a la reactivación, estamos pensando en una reforma agraria como base de un proyecto de desarrollo. Todo lo que estamos trabajando nos lleva a pensar que hay una gran parte de las tierras más ricas en manos de empresas -una parte extranjeras- en estado improductivo. Es decir, como inversión inmobiliaria, especuladora. Y también como parte de los proyectos de colonización de los Estados Unidos sobre América latina. Hay que llenar la Argentina de pequeños productores.
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-¿Expropiando tierras?
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-Hay que expropiar toda tierra improductiva. Y entregarlas en propiedad a quien esté dispuesto a trabajarlas. Así solucionaríamos tres problemas: el comer, el empleo y la concentración inhumana de millones en grandes ciudades.
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-¿Cómo financiaría ese plan?
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-La Argentina no puede discutir con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ni siquiera el primer punto, por eso hay que retirarse de ahí. Además de usar el dinero de los pagos al FMI, proponemos un sistema tributario mucho más progresivo. Suprimir el IVA, que es el impuesto más antidemocrático que hay.
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En un sillón de su despacho, Zamora sostiene también que se deberían anular las concesiones de las empresas privatizadas.
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Lo rodea un desorden ostensible. Su escritorio está totalmente cubierto de papeles, diarios, un par de anteojos y una lapicera. El papelerío se extiende a la parte superior de dos grandes estufas. Gesticulando enérgicamente con casi todo su cuerpo, asegura que no hay democracia en la Argentina.
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"Tenemos un presidente que no lo eligió el pueblo, un Congreso que el pueblo quiere que se vaya y no se va. Un Poder Judicial que no tiene ninguna posibilidad de control y que está de por vida. Eso no es democracia."
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-¿Piensa que los cambios pueden llegar por el voto de la gente?
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-Lo más democrático es lo que la población hizo el 19 y 20 de diciembre. Eso es democracia: la población se hartó del presidente. Democracia es elegir, pero también es sacar. Es equivocado confundir democracia con voto.
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-¿El poder hay que pelearlo en la calle o en las urnas?
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-Fundamentalmente en la calle. El poder se construye con la gente.
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-¿Qué conclusión sacó de su acercamiento con Elisa Carrió?
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-Que no se pueden forzar las cosas. Ella fue seria al suspender la campaña electoral, pero no estaba peleando por que se vayan todos. De Gennaro (Víctor, líder de la Central de Trabajadores Argentinos) tampoco.
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-¿Carrió lo desilusionó?
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-No, porque nunca tuve ilusiones.
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- ¿Qué le diría a la gente que piensa que los diputados no trabajan?
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-Que es un grave error. Acá se trabaja: este año sacaron un montón de leyes, siempre contra el país y contra el pueblo. El problema más grave no lo veo ahí. Si los hiciéramos trabajar más sacarían más leyes contra el pueblo.
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Gabriel Sued
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Otro más en el "eje del mal"
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La figura de Zamora y su consigna "que se vayan todos" traspasaron las fronteras nacionales. En una nota del diario inglés Financial Times se lo menciona como un trotskista que atrae mucho apoyo entre los argentinos y se lo compara con el líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, Lula da Silva, y con el presidente venezolano, Hugo Chávez, entre otros.
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El artículo, publicado el martes y firmado por Richard Lapper, asegura que algunos comentaristas de derecha en los Estados Unidos califican de peligroso el surgimiento de algunos nuevos líderes en América latina.
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Asimismo, según revela la nota, Constantine Menges, un ex funcionario de la administración Reagan, sostiene que Lula, el líder cocalero boliviano Evo Morales y el ex militar golpista, triunfador de la primera vuelta electoral en Ecuador, Lucio Gutiérrez representan la extensión de un nuevo "eje del mal", conformado por Chávez y su par cubano, Fidel Castro.