26 de septiembre del 2003
La apuesta por la fusión nuclear supondrá agravar el problema del cambio climático
Portaldelmedioambiente.com
Las organizaciones Ecologistas en Acción, Greenpeace, GCTPFNN (Grop de Cientifics i Tècnics per un Futur No Nuclear) y WISE (World Information Service Energy) consideran que la apuesta por la fusión nuclear como solución al problema del cambio climático es un error político y tecnológico que provocará un agravamiento de este problema global. Científicos y ecologistas critican que se apoye una energía contaminante y peligrosa como la fusión nuclear en detrimento de las verdaderas soluciones limpias al cambio climático, que son las energías renovables y las tecnologías de ahorro y eficiencia de energía, las cuales, al contrario que la fusión nuclear, han demostrado ya su viabilidad y disponibilidad.
La decisión política de dar prioridad económica a la fusión nuclear (como demuestran los 13.000 millones de euros que, como poco, se invertirán en la construcción y desarrollo del Reactor Experimental de Fusión Nuclear, ITER), supondrá indudablemente un notable freno en las inversiones en energías renovables y en tecnologías de eficiencia energética, únicas alternativas limpias y seguras contra el cambio climático, tal y como se recoge en el Protocolo de Kioto.
"De cara al problema del cambio climático la apuesta política por la fusión nuclear es sin duda un auténtico disparate y una irresponsabilidad" -declaró Carlos Bravo, responsable de energía de Greenpeace- "Si alguna vez se lograse demostrar la viabilidad comercial de la fusión nuclear sería tan avanzado el siglo XXI que el sistema climático estaría ya completamente descontrolado"
En efecto, para 2035, año en el que supuestamente, según los promotores del ITER, se podría haber logrado algún resultado de este experimento, se prevé que la temperatura media del planeta haya aumentado en otros 0,4 a 1,5 ēC (dependiendo de los diferentes modelos climáticos vigentes. El rango se basa fundamentalmente en cómo evolucionen las emisiones producidas por el ser humano.) Para 2060, fecha de la hipotética finalización del primer reactor prototipo comercial (el denominado DEMO) el incremento estaría ya entre 0,8 y 3,2 ēC.
A efectos comparativos, hay que recordar que a lo largo de todo el siglo XX, de acuerdo a los datos del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de Naciones Unidas) la temperatura media del planeta se incrementó en 0,6 ēC. Este calentamiento ha sido suficiente para empezar a alterar el clima (sólo hay que recordar la reciente ola de calor de este verano, o las graves inundaciones que asolaron Centro Europa el pasado verano), y es sólo un anticipo de impactos mucho más graves que se han de producir si no se reducen las emisiones de CO2 drásticamente y con urgencia. Lo que la humanidad haga desde hoy y durante las primeras décadas de este siglo será decisivo para determinar el clima que habrá de soportar el planeta durante los próximos siglos.
"Sería suicida mantener la dependencia de los combustibles fósiles hasta una futura e hipotética alternativa de fusión nuclear" -añadió Bravo.
Por otro lado, al contrario de lo proclamado por sus promotores, la fusión nuclear no es en modo alguno limpia, ni segura, ni de bajo coste económico, sino que producirá importantes cantidades de residuos radiactivos e impactos para el medio ambiente. De momento se han invertido en ella grandes cantidades de dinero sin que haya proporcionado rentabilidad alguna.
"La fusión nuclear está tan lejos de ser una energía limpia y segura como de ser una energía viable" -declaró Miguel Muñiz, portavoz de Ecologistas en Acción de Cataluña.
Un hipotético reactor de fusión nuclear que pudiera operar de forma comercial produciría cada año alrededor de 200 toneladas de residuos radiactivos de baja y media actividad (que permanecerán radiactivos entre cientos y varios miles de años), agravando aún más los problemas de gestión de los residuos generados actualmente por las centrales nucleares de fisión. Los residuos radiactivos provendrían de la activación de los materiales del reactor al ser bombardeados por los neutrones y partículas alfa (núcleos de helio) que se producen en las reacciones de fusión.
Al mismo tiempo se producirían importantes cantidades de tritio. Este elemento es un gas radiactivo, emisor altamente activo de partículas beta cuyos efectos teratogénicos perniciosos para la salud han sido bien descritos. El tritio puede también formar agua tritiada, por supuesto radiactiva. Dada la necesidad de agua para todos los seres vivos, la contaminación de fuentes de agua por tritio tendría terribles consecuencias. Un programa comercial de fusión nuclear provocaría sin duda un fuerte aumento en la concentración de tritio en el medio ambiente.
La generación de tritio procedente de la fusión nuclear comercial incrementaría también el riesgo de una proliferación mundial de armamento nuclear dada la facilidad de desviar este material para la producción de cabezas nucleares, de las que es un componente básico.
Finalmente, las asociaciones firmantes de este comunicado denuncian el enorme derroche que supondrán los casi 13.000 millones de euros que se invertirán en la construcción y desarrollo del ITER. El descontrol sobre las inversiones necesarias ha quedado patente cuando primero se anunció una cantidad de 3.700 millones de euros en diez años y posteriormente se ha aumentado hasta 4.570 millones de euros. A ello hay que añadir los costes de operación y mantenimiento, estimados en unos 265 millones de euros anuales durante los 20 años de vida útil previstos. Se prevé un periodo de cinco años para el desmantelamiento de la instalación con un coste de entre 60 y 80 millones euros anuales, cifra estimativa que previsiblemente será mayor. A estos costes habría que añadir los algo más de 3.000 millones de euros derivados de inversiones para infraestructuras (carreteras, servicios, tecnología).
"Dado lo poco que se ha avanzado en fusión nuclear en los últimos 50 años, a pesar de la gran cantidad de dinero invertido en ella, mucho nos tememos que el ITER será echar más dinero público al saco roto de la energía nuclear" -añadió Muñiz.