13 de julio del 2003
La ocupación militar sionista y las catástrofes ambientales en Palestina
Comité Democrático Palestino - Chile
En declaraciones a la prensa (13 de Junio de 2003), el Alcalde de Belén Hanna Naser, señaló que excavadoras israelíes bajo fuerte protección militar, reanudaros los trabajos de excavaciones y movimiento de tierras para completar el camino (anillo separador) que bloquea Belén y la separa definitivamente de Jerusalén.
El Alcalde indicó, que con esto, se pretende aislar en forma definitiva a Belén de Jerusalén Oriental (ocupada en 1967) y encerrar las tierras de los habitantes de Belén para evitar que la población pueda seguir cultivando sus predios.
Agregó que esto corresponde a la política expansionista que lleva a cabo el ejército israelí en todos los territorios ocupados. Mientras Israel habla de paz, en la práctica continua con su política de agresión recurriendo a todo tipo de métodos y artimañas para despojar a los palestinos de sus tierras. Esta situación es muy grave y es considerada una abierta embestida a la ciudad de Belén, a su carácter cristiano y amenaza seriamente a los habitantes de la ciudad del niño Jesús, a su futuro y economía. A pesar de las informaciones sobre retiradas de las tropas de la ciudad de Belén fuera del casco urbano, los trabajos continúan desarrollándose.
Por otro lado, tanto Belén como todas las ciudades palestinas se encuentran al borde de una catástrofe ecológica a raíz de la falta de terrenos donde se pueda depositar las basuras y los desechos sólidos ya que todos los terrenos alejados de los centros urbanos y aptos para el uso de botaderos o vertederos sanitarios se encuentran confiscados por el ejercito israelí. Por otro lado debido al férreo bloqueo implantado por las tropas de ocupación a las ciudades y aldeas palestinas desde hace casi 3 años, hacen imposible el transporte de los desechos hacia las afueras de los centros urbanos y en definitiva un correcto desarrollo de políticas sanitarias y de tratamiento de depósitos para desechos sólidos y líquidos como las aguas percoladas.
Llama la atención que en toda la Ribera Occidental (Cisjordania), no existe un solo recinto donde se pueda depositar basuras y escombros, lo que implica un grave problema sanitario. En todos los rincones se encuentran cúmulos de desechos y desperdicios en las calles y los terrenos sin construcción y eriazos. La situación se vuelve crítica en los Campamentos de Refugiados. A modo de ejemplo, frente al Campamento Dehesha al sur de Belén, los primero que uno advierte son los cerros de basuras, lo que obliga a los habitantes y autoridades a recurrir a las quemas para tratar de mitigar los malos olores lo que implica un gravísimo daño al medio ambiente y la salud de las personas. La misma situación viven los campamentos de Aida (Belén), Arrub (Hebrón), Balata (Nablus) y otros. Los responsables de las áreas sanitarias en Palestina bajo ocupación se encuentran atados de manos y sin posibilidades de encontrar soluciones efectivas y responsabilizan a la ocupación militar de esta catástrofe.
Según el ingeniero Nader Hureimat, del Instituto de Investigaciones Aplicadas de Jerusalén, la ocupación y sus nefastas consecuencias son los principales responsables del deterioro del medio ambiente y se refirió a la Provincia de Belén como un prototipo de lo que realiza la ocupación en cuanto a la destrucción del medio ambiente. Hoy día la Provincia de Belén es considerada como zona de desastre ecológico.
El Ingeniero Hureimat señaló que el 84% de la expansión urbanística de los asentamientos sionistas en la Provincia de Belén se produjo durante los años 1996 - 2001. Sólo para la construcción de caminos para estos asentamientos y caminos para fines militares, fueron confiscadas 1.513 hectáreas de tierras agrícolas. Sólo en los últimos 3 años, 177 casas fueron demolidas y 24.700 árboles arrancados. La construcción del asentamiento Monte Abu Ghnem (al norte de Belén), arrasó con un bosque entero de árboles forestales y centenares de hectáreas de tierras agrícolas fueron confiscadas para la construcción de asentamientos ilegales, lo que agrava aún más la situación ecológica.
Este hecho demuestra los macabros planes expansionistas de Israel y su burla y engaño a la opinión publica mundial ya que durante el periodo de las conversaciones de paz de Oslo (1996-2000), mientras se hablaba de paz y los gobernantes israelíes mostraban sonrientemente frente a las cámaras de TV sus anhelos de paz, sus tropas de ocupación practicaban en terreno las atrocidades mas terribles como lo es la construcción de asentamientos ilegales que son considerados hoy el principal obstáculo para el logro de las paz.
Otro peligro es la construcción de lo que las tropas de ocupación llaman "Muro de Defensa". El proyecto en sí ha generado fuertes condenas, inclusive de los norteamericanos, incondicionales aliados de Israel. Sin embargo, en la práctica y durante el periodo de construcción, la situación en considerada como un gran crimen. Son miles las hectáreas de tierras palestinas que han sido confiscadas, decenas de miles de árboles frutales arrancados, decenas de viviendas destruidas, para dar cabida a la construcción de este muro y los caminos de acceso y seguridad asociados al proyecto. Claramente, la construcción de este muro es otra maniobra para despojar los palestinos de sus tierras, la aplicación de la política de los hechos consumados, tener ventajas a la hora de las negociaciones y una destrucción sistemática del medio ambiente en las zonas pobladas de Palestina.
Cabe señalar que el hecho de abrir caminos, destruir los campos agrícolas, la construcción del Muro separador y el permanente circular de vehículos militares en las tierras palestinas, destruye las capas vegetales que llevan decenas de años para formarse y cumple la función de proteger el suelo de la erosión y formación de cárcavas, acumula humedad y entrega los nutrientes necesarios para la agricultura. En definitiva convertir estas tierras agrícolas en secanos.
El permanente circular de los vehículos militares por la s tierras agrícolas también genera graves problemas de polución y contaminación del aire, afectando seriamente a la población en especial a las personas de edad y los niños. La consecuencias se agravan teniendo en consideración que gran parte de la infraestructura hospitalaria de Palestina se encuentra dañada a raíz de los permanentes bombardeos a estos recintos, lo que complica una buena atención medica a los afectados.
Las aguas no se salvan de las catástrofes ecológicas que sufre la población palestina bajo ocupación. Los sionistas controlan más del 80% de las aguas subterráneas y todos los recursos hídricos en Cisjordania, obligando a los palestinos a vivir con menos de un décimo de las aguas que ocupan los colonos que habitan ilegalmente en sus propias tierras ya confiscadas.
La escasez de recursos hídricos ha llevado a Israel a aplicar a rajatabla con los palestinos el conocido principio bélico de Ğal enemigo ni aguağ.
Para satisfacer las demandas de la población y de los sectores agrícola y económico, Israel necesita controlar las fuentes de abastecimiento, que son fundamentalmente el río Jordán y los acuíferos subterráneos de las localidades de Gaza y Cisjordania.
Esta es una de principales razones por las que Israel se niega a devolver los territorios palestinos ocupados ( a cuyos habitantes raciona y vende a precios desorbitados el líquido elemento) y fomenta una indiscriminada colonización de los mismos.
En definitiva lo que pasa en Palestina bajo ocupación militar sionista no corresponde a hechos aislados sino las consecuencias de una política muy bien planificada para generar todo tipo de daño a la población, destruir la infraestructura, dañar seriamente el medio ambiente, ahogar con los todos medios las posibilidades de desarrollo y generar una verdadera tela de arañas para hacer imposible la vida de la población palestina como medio para obligarlos a salir de sus tierras y buscar mejores posibilidades fuera de sus hogares y a sí "vaciar" los territorios ocupados de sus habitantes y reemplazarlos por los colonos de religión judía provenientes de todos los rincones de la tierra. Es la llamada política del "Transfer" que aboga el gobierno de Sharon y sus aliados y correligionarios de la extrema derecha sionista.
Informe: Departamento de Derechos Humanos, Comité Democrático Palestino - Chile