29 de abril del 2003
Hoy morirán 3.000 niños en África de malaria
La muerte silenciosa de África
La Corriente Alterna
Cada 40 segundos un niño muere a causa de la malaria, cifra que se concentra sobre todo en el África Subsahariana donde este mal sigue en expansión. Las organizaciones humanitarias recuerdan que con 12 euros al mes, una familia puede comprar una mosquitera impregnada de insecticida para prevenirse del contagio de esta pandemia. Todavía no existe vacuna, pero no parece que haya mucho empeño. Según la Organización Mundial de la Salud, de los 1.223 fármacos puestos en el mercado entre 1975 y 1997 sólo un 1% se destinó a epidemias tropicales, y la mitad era para usos veterinarios.
El 25 de abril se celebró el día africano de la malaria. Y se ofreció un dato espeluznante: hoy morirán alrededor de 3.000 niños como consecuencia de esta enfermedad, y casi todas serán subsaharianas. La malaria es la mayor causa de muerte entre las poblaciones refugiadas y desplazadas en el continente africano.
Poco interés farmacéutico
Hay muchos medicamentos, como por ejemplo la quinina, que ayudan a combatir los efectos de la malaria, pero el mosquito se ha hecho cada vez más resistente a todos ellos. Así, a la ineficacia de los escasos tratamientos existentes se une la poca atención que reciben enfermedades como el sida, la malaria y la tuberculosis por parte de la industria farmacéutica.
La mejor forma de prevenir la enfermedad es alejarse del mosquito y evitar, en la medida de lo posible, su picadura ya que al tiempo que este insecto chupa la sangre del ser humano le introduce en la corriente sanguínea los parásitos. No existe vacuna y en muchas zonas de África no hay centros de salud suficientes que permitan a la población disponer de asistencia sanitaria para reconocer los primeros síntomas.
Los niños, como casi siempre, son los que están más desprotegidos contra la enfermedad. Lo que nos recuerda el drama de los niños argentinos. Los menores de 5 años suponen el 71% de las muertes por malaria y es especialmente durante sus seis primeros meses de vida cuando se muestran más indefensos ante la enfermedad. Una de cada cuatro muertes infantiles en África es causada por la malaria y, además, de forma fulminante. Apenas 48 horas pueden pasar desde que aparece el primer síntoma hasta la muerte del niño.