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Medio Oriente

2 de octubre del 2003

Todas sus acciones han llevado a objetivos antagónicos a los deseos del criminal de guerra
El mundo al revés de Sharon

Xavier Abu-eid
Existe un proverbio popular bastante conocido e incluso internacionalizado que dice simplemente que "quien juega con fuego se quema las manos", frase que urge una buena traducción al hebreo y posterior enmarque en alguno de los pasillos del knesset israelí.

Para muchos, la terca determinación del gabinete de guerra de Sharon sobre Arafat, de identificarlo como un "enemigo de la paz" y por ende ser perfectamente "eliminable", significa una verdadera declaración de guerra contra el rais palestino, otros mas externos (como el asesor de Abu Ammar, Nabil Abu Rudeina) la califican como una declaración de guerra contra el mismo pueblo palestino, a pesar de que la guerra contra este comenzó hace mas de medio siglo con mas afectados que un solo hombre.

Sin embargo, analizando fríamente la tensa situación, esta puede resultar incluso provechosa para la causa palestina, no por el hecho de una posible eliminación de Arafat por supuesto, sino que por el debate que han elevado en las filas de la política israelí personajes otrora mas extremos como el ex presidente del parlamento Abraham Burg, quien seguramente apuesta a una rearticulación de una oposición fuerte en el seno de la política israelí, la que se ha visto mermada por una propaganda como la emanada de la oficina del Primer ministro que tanto sus medios mas chauvinistas (oro para el Jerusalem Post y mención honrosa para la radio del ejercito) como sus comunidades en el extranjero cada vez mas sometidas al discurso oficial han dado cabida, consiguiendo por tanto una sociedad civil israelí silenciada, ignorante y sin opinión, en otras palabras (y con el perdón de la minoría) una sociedad cobarde.

Cobarde, puesto que no son capaces de buscar la verdad mas allá de la esquina, señalan a viva voz que el que los ataca es el malo pero no se cuestionan el por que del ataque, caen en un eufemismo parecido a una película norteamericana y cuando se les pregunta si el mismo que ellos 3 años atrás señalaban como un interlocutor valido para la paz como es Arafat, debería ser eliminado en un 85% según el Yediot Ahranot señalan que si (repartiéndose entre los que hablan de eliminación física y política), saltando como definiese el intelectual israelí Uri Avnery como "ratones tras la flauta de Hamelin" representado el flautista por Sharon. Lamentablemente, la historia del flautista termina con todos los ratones ahogándose en un río caudaloso, el mismo que los espera si se llegase a eliminar al presidente palestino.

El cuestionamiento al que apunta el desvalido Abraham Burg tiende a que de una vez por todas, la sociedad israelí pueda percibir las consecuencias de sus actos, y que a la luz del apoyo masivo a las políticas genocidas de su gobierno, todos ellos se convierten en objetivos legítimos para los mas extremos del lado palestino, tal como los extremistas sionistas salen diariamente a las calles de Jerusalén Este con su himno sacrosanto de "muerte a los árabes", auspiciado por Ovadia Yosef desde el Shas y un amplio espectro de la politiquería israelí, terminando como la tristemente recordada bomba en un colegio palestino de la disputada ciudad.

A esta altura se puede afirmar que Sharon lo ha hecho todo al revés, y es sencillamente porque en Israel, una nación con preocupaciones en el campo científico, industrial, comercial y turístico, se eligió democráticamente a un hombre que solamente tiene dedos para asesinar. y para recorrer su campo de 600 hectáreas expropiadas a los mismos aldeanos palestinos que hoy no permite regresar del exilio.

Si Sharon prometió mas gasto en defensa para liquidar a la Intifada, va a tener que explicar en su próximo informe de cuentas al parlamento como es que a pesar de su criminal acción en los territorios ocupados no ha logrado que ningún palestino claudique en su derecho a obtener la autodeterminación, provocando su brutal campaña incluso un recrudecimiento de la resistencia palestina.

Si Sharon con la construcción de un muro al mas puro estilo Berlín o Botswana para dividir Cisjordania del Israel formal (con la consiguiente expropiación de cientos de hectáreas a campesinos palestinos) ha prometido que los atentados en su estado desaparecerán, deberá explicar por que se han seguido suscitando operaciones de resistencia en todo el norte de Cisjordania, donde el muro de 8 metros de alto ya esta construido.

Si Sharon demoliendo 4 casas diarias en aldeas y ciudades palestinas ha pretendido hacer claudicar a los que continúan la lucha por la libertad, deberá explicar por que el hombre que llamaba a abdicar, como es Abu Mazen, cayó teniendo un 1% de popularidad, y las madres de los caídos aún se atreven a señalar que tienen mas hijos para dárselos a la causa palestina, incluyendo sus propias vidas.

Sin embargo, para no seguir contando los crasos errores del pésimo estadista que es Sharon, vamos a señalar el mas importante, o quizás el mas contingente, que es su campaña de avanzada contra Yasser Arafat, puesto que la lógica infantil de quien los cronistas árabes de la década 80' calificasen como "el carnicero de Beirut" realmente es indescriptible. Es indescriptible en el sentido de que a estas alturas ya nadie puede asegurar cual es la real motivación que tiene Sharon para tomar determinaciones tan absurdas, propias de un político de baja estirpe rodeado de un gabinete y asesores entre los cuales muchos señalan a viva voz que la solución al problema palestino es el denominado "transfer" de población palestina a Jordania o a cualquier lado mas allá del utópico "Eretz Israel" o la tierra de Israel.

Porque si lo que quería Sharon era aislar a Arafat, logró lo contrario y en pocos minutos decenas de miles de personas abarrotaban la muqata en Ramallah para evitar que este fuera exiliado o eliminado. La inoperante Liga Árabe en El Cairo se reúne de emergencia solo para tratar el asunto del rais palestino y en el seno de Naciones Unidas se vota una resolución con el veto del cómplice de siempre (Estados Unidos) pero con el consentimiento de los países restantes advirtiendo a Israel de no eliminar ni deportar al presidente palestino.

Sharon es un pésimo pensador. Si el quiere que los palestinos den la espalda a Arafat a hecho todo lo contrario. Para que un palestino de la espalda a Arafat debe hacerlo negociar, transar las mismas cuestiones que transo en Oslo y que se presente en definitiva como el mismo líder anciano y cansado que lograba apenas un 22% de popularidad en el primer semestre de esta segunda Intifada, no el hombre que hoy toma un revolver y amenaza con convertirse en mártir.

Sin embargo, Sharon ha tomado el camino mas ridículo, hoy la popularidad de Arafat esta por las nubes en las filas palestinas y es la misma oposición la que ya ha señalado que no tolerará ninguna amenaza externa contra Abu Ammar como se le conoce al presidente palestino.

La situación es obvia, puesto que para muchos resulta intolerable que Israel venga a darle lecciones de moral y de "búsqueda de la paz" a Arafat. Es imposible que un hombre que los principales juristas del mundo reconocen como un criminal de guerra señale que Arafat es un obstáculo para la paz, y es más inaceptable aún que una sociedad con tanto potencial como la israelí se haya acobardado, silenciado y siga el discurso del hombre de Sabra y Shatila eligiéndolo 2 veces consecutivas como Primer Ministro.

Sharon ha hecho todo al revés, a sido el ridículo de todo el mundo, y gracias a el ha quedado al desnudo que una fuerza nuclear y militar como la israelí no basta para hacer claudicar a un pueblo en la lucha por sus legítimos derechos. habrá que esperar el desenlace de este nuevo "show" de Sharon y su grupo, pero esta comedia ya tomó un tinte trágico, y es deber de la sociedad israelí (la misma que hoy calla) terminar con esta bomba de tiempo que su gobierno ha puesto en la carretera a Ramallah.