En defensa de los comedores y copas de leche.
Por alimentos y útiles escolares.
Para garantizar un ingreso mínimo a las familias que hoy no lo tienen.
Viernes 7 de marzo
desde las 10 hs. en la estación de trenes (1 y 44)
desde las 11 hs. en 55 e/ 6 y 7
acompañemos la movilización de desocupados
al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia
En la Argentina de hoy, millones de compatriotas pasan una innumerable cantidad de privaciones.
Mientras el país produce alimentos para 300 millones de personas, el hambre es moneda corriente en todas las barriadas populares. Es que el 57 % de la población -de acuerdo a datos oficiales- está bajo la línea de la pobreza, es decir, no llega a adquirir lo necesario para vivir, simplemente. A su vez, hay más de un 20% de desempleo, cifra oficial que disfraza el real drama de la desocupación, que sería mucho mayor si se contaran a las personas que reciben un plan social como el Jefes y Jefas. Plan social que supuestamente es universal, pero que en realidad no abarca ni de cerca a la totalidad de gente que lo necesita.
Como es de imaginar, por su parte, el ingreso (de $150 lecops) que obtienen los beneficiarios alcanza sólo para paliar una situación tremenda para una familia que tieneque alimentarse, vestirse, llevar sus chicos al colegio. Los útiles, por ejemplo ahora que comienzan las clases, son un lujo asiático en este cuadro de tremenda exclusión social a que el sistema condena a la mitad de la población.
Y el gobierno no da respuestas de fondo a esta situación, porque más que solución a los problemas del pueblo, ofrece palos y balas policiales. E impunidad, como ya pasó con Hugo Javier Barrionuevo, Darío Santillán y Maxi Kosteki, jóvenes desocupados asesinados por las fuerzas de inseguridad sin que sus responsables materiales y políticos estén condenados.
En este marco de necesidades extremas en que se encuentra la mayoría del pueblo y de una organización económica y social que siempre le da privilegios al que más tiene (si no recordemos cómo el gobierno amparó el robo de los bancos a los ahorristas, entre otras cosas), mientras oculta y reprime al que menos tiene, los ninguneados, los excluidos de casi todo empiezan a organizarse y van surgiendo los movimientos de trabajadores desocupados (MTD).
Los MTD Aníbal Verón son agrupaciones barriales que no sólo reclaman planes sociales al Estado, sino que con ellos se organizan para gestionar comunitariamente pequeños emprendimientos que van desde comedores y copas de leche, hasta huertas, talleres de calzado, fábricas de bloques y panaderías. La mayor parte de sus actividades, por lo tanto, no están en la movilización o el piquete, sino en organizarse para hacer estirar sus escasos ingresos y poder brindarle, con el trabajo colectivo, mejores condiciones de vida para las familias del barrio.
Esta es la cara que ocultan reiteradamente el gobierno y los grandes medios de comunicación, que quieren presentar a los piqueteros como unos vagos violentos que quieren vivir de arriba.
Ocultan que es el sistema en el que estamos viviendo el que, para mantener el poder económico y político de unos pocos, tiene que condenar a la desocupación y a la miseria a casi todos. Al poder no le interesa nada más que sus intereses económicos, que en la Argentina de los últimos 25 años han visto incrementar fabulosamente, mientras el país se hundía. Al poder no le molesta que se muera la gente de hambre, pero sí les molesta que irrumpan, que se muestren, que se organicen para defender su derecho a una vida digna.
Por eso los desocupados necesitan del apoyo de todos. Este viernes se movilizan aquí, a La Plata, a reclamarle al Gobierno provincial que no deje en banda a sus habitantes, y que entregue alimentos para que sigan funcionado las copas de leche y los comedores comunitarios, útiles escolares para que los chicos puedan ir a la escuela y planes sociales para que haya familias con aunque sea un ingreso mínimo, hoy negado.
Desde las organizaciones que conformamos la Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas, convocamos a sumarse a este reclamo y hacerlo nuestro, porque un país que condena a su pueblo a la muerte, es un país sin futuro.
La Plata, 6 de marzo de 2003
copa
Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas