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Latinoamérica

5 de septiembre del 2003

Dinámica 2003 en la maquila de Centroamérica

Manuela Wolf Herrera
Lucas Bernal Mármol
Carlos Alberto Martínez
FUNDASPAD- Plataforma Sindical Común Centroamericana P.S.C.C


El crecimiento continuo de la maquila en Centroamérica desde el 90 hasta hoy es un hecho [1]. Hoy abarca a 350.000 trabajadores, que equivale a un 2.9 % [2] de la población económicamente activa en la región. Sin embargo, si bien en las proyecciones de los gobiernos para el 2005 se aspira a llegar a una población empleada en maquilas de más de medio millón, las perspectivas de crecimiento tienen sus limites. Por un lado por el ingreso de la República Popular de China a la OMC [3]: este significará una considerable expansión de las exportaciones de productos textiles y vestuario desde China a los Estados Unidos, lo que agudizará la competencia que deberían enfrentar las maquilas vestuarias de Centroamérica, de la Cuenca del Caribe y México en ese mercado. Por otro lado está el límite que por el momento se vislumbra para el 2009: resulta de las medidas dictadas por la OMC (Organización Mundial del Comercio), según las cuales deben suprimirse los estímulos a la exportación y a partir de determinada fecha, las exenciones tributarias y otros incentivos que presta el régimen de zonas francas. Los únicos países de la región que se "salvarán" de esa medida, serán aquellos cuyas políticas económicas hasta esa fecha aún no hayan producido un ingreso por habitante mayor a 1000 dólares. Hasta hoy siguen dos países con un ingreso por habitante inferior a 1000 dólares: Nicaragua y Honduras.

El incumplimiento de los derechos laborales en las maquilas igualmente es un hecho, y ampliamente reconocido. Es influenciado por diversos factores, entre ellos: complejas cadenas de producción, competencia desleal entre los países en cuanto a su oferta, de hecho o de derecho, sobre la flexibilización laboral de normas laborales en las legislaciones nacionales, y las supuestas dificultades de los gobiernos para exigir la aplicación de los derechos laborales fundamentales.

A estas alturas ya no necesita ser diagnosticado que existe violación a los derechos laborales. Los estudios que al respecto se están desarrollando [4], sobre todo de organismos de mujeres, sirven, o deben servir más bien, para detectar, en cuáles aspectos hubo avances o retrocesos, y si se puede establecer una relación entre el origen del capital maquilero y su comportamiento ante ciertos derechos laborales.

No era tema de este trabajo, profundizar en los aspectos de origen de capital. Sin embargo, empíricamente, basado sobre informaciones de dirigentes sindicales y trabajador@s sindicalizad@s y no sindicalizado@s sí pudimos constatar lo siguiente:

-En cuanto a la mejora de las condiciones de trabajo se puede observar un mayor avance en algunas empresas que son de origen estadounidense [5], y el menor en las de origen coreano.

-El comportamiento de las empresas con origen de capital (totalmente o mayoritariamente) nacional en cuanto al irrespeto a los derechos laborales, en futuros estudios valdría la pena profundizar en él. Sobre la base de las entrevistas realizadas, las empresas de origen de capital nacional no se destacan como menos violatorios de los derechos laborales vigentes en su país, aprovechándose aparentemente no sólo de los incentivos que garantizan las Zonas Francas, como es la liberación de toda carga tributaria, sino también de una ley no escrita. Ley, según la cual las autoridades nacionales hacen prevalecer la supuesta amenaza de las empresas maquileras de retirarse del país al verse demasiado presionada a causa de violaciones al derecho laboral, sobre una aplicación debida de las leyes. Por lo menos a nivel de los representantes legales o administradores de las empresas, en el caso de El Salvador, los de nacionalidad salvadoreña se destacan como de los más duros en cuanto al maltrato de l@s trabajador@s, ganándole la competencia con los de origen coreano, cuya fama negativa ya es ampliamente conocida. A contrario de sus colegas extranjeros, estos representantes legales nacionales se sienten ampliamente protegidos por los Ministerios de Trabajo, tanto en Honduras como en El Salvador, no de derecho, sino de hecho, a través de múltiples mecanismos de complicidad entre los inspectores de trabajo y ellos.

-Otro aspecto hasta hoy poco profundizado es el de los dueños o accionistas mayoritarios de los parques industriales maquileras o de las Zonas Francas. Tanto en Honduras como en El Salvador son señalados como de los más recalcitrantes ante la libertad sindical, hasta impidiendo a empresas transnacionales el alquiler de instalaciones, si permiten la presencia de sindicatos [6]. Los sindicatos hasta hoy poco trabajo han desarrollado al respecto.

La organización sindical en las maquilas ha sufrido un claro retroceso [7], independientemente del origen de capital de las empresas, lo que se expresa en que de 1212 empresas maquileras hoy apenas 45 tienen presencia sindical [8], producto de la bien conocida política anti-sindical en las maquilas. Sin embargo, este descenso depende también de los frecuentes cierres intempestivos de empresas maquileras. Provocadas por un lado por la contracción de la demanda en el mercado internacional, y por otro porque los diez y hasta 15 años de goce de exenciones tributarias, estipuladas en las Leyes de Zonas Francas en la región, se terminan y son enfrentadas por las empresas con cierre, despido de personal y reapertura en la misma zona franca con otra razón social.

En el marco legal para las maquilas no encontramos mayores vacíos: Todas las Leyes de Zona Franca y recintos fiscales han integrado apartados sobre los derechos laborales, basados en los códigos de trabajo vigentes en cada país respectivo e incluso medidas de sanción para empresas infractoras. Producto por cierto de las primeras luchas alrededor del tema maquila.

El problema de la persistencia de la violación de los derechos laborales radica más bien en la aplicación del marco legal por parte de los Gobiernos y sus ministerios de Trabajo y de Economía y de los Tribunales laborales.. La aplicación es deficiente, y ampliamente diagnosticada como tal. Sin embargo, esto no es simplemente producto de un personal ministerial o judicial mal capacitado, como muchos estudios lo identifican y recomiendan por lo tanto invertir más en capacitaciones de los inspectores de trabajo y resolutores etc.. Según nuestra conclusión, la persistencia de la insolente situación de las condiciones y derechos laborales en la maquila radica en la falta de voluntad política de los Gobiernos de hacer prevalecer el respeto a las leyes ya existentes.

Por lo tanto, para mejorar la situación laboral en la maquila no necesitamos reformas al código de trabajo, ni un código de trabajo centroamericano, como todos nuestros interlocutores han coincidido. Necesita más bien "reformas a la voluntad política de los gobiernos" para querer proteger a su población trabajadora con las leyes a su disposición.

Paralelamente, en los países consumidores de productos de maquila se ha formado una creciente conciencia sobre las malas condiciones de trabajo en las maquilas, como efecto de la globalización, lo que se ha convertido hasta en factor de mercado para las empresas transnacionales en cuanto a la reputación de su imagen de marca. Los "famosos códigos de conducta" son expresión de ello. Es así que en Centroamérica la mayoría de las gremiales maquileras están trabajando intensamente en adherirse a uno de los Códigos de conducta [9], para así obtener la certificación de fábricas maquileras respetuosas de los derechos laborales y humanos. Sin embargo, las trabajador@s saben que dichos códigos no son certificados por ellos y los sindicatos han denunciado ampliamente que estas certificaciones no son sujeto de reales verificaciones, sino que hoy por hoy constituyen más bien un nuevo mercado para empresas certificadoras, o para ONG's con los llamados monitoreos independientes. Lo que sí falta aún son certificaciones de calidad, es decir, en manos de los trabajador@s y sindicatos de maquila, manejados por estos como instrumentos para mejorar sus condiciones laborales.

La vulnerabilidad de las empresas maquileras se ha manifestado por primera vez en toda su dimensión desde inicios del año 2001[10] con la desaceleración económica del principal país de destino de las exportaciones de vestuario textiles, Estados Unidos. Período que ha provocado estancamiento en la generación de empleo y a partir de fines del 2001 una pérdida de mas de 90.000 empleos en la región[11].

Este período ha acentuado una característica que más que coyuntural es genuina de la producción maquilera: lo que algunos expertos llaman "el carácter cíclico" de la producción maquilera. Consiste que en los períodos que la empresa busca nuevos contratos, el volumen requerido de producción tiende a bajar lo que hace sobrar mano de obra. Ante esto la empresa recurre a lo que se ha conocido como las suspensiones de trabajador@s, para ahorrar costos laborales. Para los trabajador@s en la práctica esto termina en la mayoría de los casos en la terminación del contrato, aunque sin el estatus de despedido y las correspondientes indemnizaciones o cesantías, porque el trabajador busca trabajo en otra empresa en vez de esperar a ser reintegrado, muchas veces sólo sobre la base de promesas vagas y sin ninguna seguridad.

Para los sindicatos esta permanente inestabilidad de los trabajador@s fomenta por un lado la no organización, y debilita por otro los sindicatos ya existentes, pues bajo el pretexto de la suspensión muchas veces son los sindicalistas de base los que se van primero.

Esta inestabilidad laboral ha sido transformada por muchos trabajador@s en una estrategia para la autodefensa individual, para escapar a las pésimas condiciones de trabajo y sacarle el jugo a tiempo a los patronos antes de cualquier suspensión o cierre intempestivo de las empresas. Se expresa en una especie de movilidad individual autoprovocada de fábrica en fábrica. Haciendo uso de la sindicalización para provocar el despido y poder cobrar las indemnizaciones "a tiempo", con ello el trabajador(a) "le saca provecho" a la extrema actitud anti- sindical de los patronos como arma en contra de estos mismos. Por parte de los sindicatos este nuevo fenómeno ha sido criticado como "abuso hacia los sindicatos" y lo califican como falta de conciencia de parte de los trabajador@s. Nosotros preferimos verlo como una respuesta, si bien aún individualizada, de los trabajadores a las contradicciones económicas y político-laborales del mismo sistema maquila. El momento colectivo de esta práctica consiste hasta el momento, en el simple, pero intenso intercambio de experiencias e informaciones entre los trabajadores, migrando de fábrica en fábrica. El efecto para el empresario es aparte de tener que soltar las indemnizaciones, perdida de productividad. Saber darle una perspectiva organizativa a esta astucia de los trabajadores, será un reto de los sindicatos.

Este alto grado de rotación de mano de obra entonces es una característica muy acentuada de la industria maquilera en Centroamérica. Desde el punto de vista de la empresa, si bien a primera vista la suspensión y despido de hecho ahorra los costos de una mano de obra improductiva, a la larga, esta práctica provoca considerable perdida en el nivel de productividad. Según entrevistas [12] con empresarios que se dedicaron a profundizar en el fenómeno, lograr el potencial de rendimiento de un 95% de una maquinaria implica una practica de 7 hasta 10 meses de un@ operador@. Al suspender a un@ trabajador@ experimentada y perderla de hecho, la empresa a la hora de conseguir nuevos contratos se ve obligada a contratar nuevo personal, sin el mismo nivel de rendimiento, lo que implica mayor inversión de tiempo para sacar la producción o en otras palabras: perdida de productividad.

Sin embargo, mediciones de productividad en las maquilas comúnmente son relacionados (en las argumentaciones políticas de gobiernos y empresarios) proporcionalmente al costo de la mano de obra, por el peso de este en un 80% en los costos de producción (tomando en cuenta también el costo energético, número de empleos generados y el valor generado en dólares por metro cuadrado). Basándose en ese parámetro y aplicándolo por ejemplo a Centroamérica, El Salvador y Costa Rica alcanzarían la menor productividad relativa, por tener los salarios mínimos más altos de la región. Sin embargo, la percepción es diferente, según recientes estudios de la OIT entre las gremiales maquileras de la región, desde el punto de vista de las empresas contratistas de las maquilas: paradójicamente es justamente El Salvador, con el costo laboral más alto, que es considerado como el país con mayor productividad y calidad en la maquila [13]. En la misma dirección apuntan los datos de una comparación entre El Salvador y Lesoto [14]: mientras el nivel salarial de Lesoto apenas es el 48% del costo laboral en El Salvador, su productividad sólo alcanza el 85% de este, mientras que según "la tesis del costo laboral" debería ser proporcionalmente mayor.

Esto indica que el argumento del "bajo costo de la mano de obra" (más barato, más ganancia, más atractividad para la inversión) como la garantía para productividad y competitividad en maquila probablemente ya sólo es manejo político en las negociaciones públicas en contra de los reclamos de justicia salarial. Las mismas gremiales maquileras en la región mencionan en la encuesta de la OIT ya citada, que lo que más afecta la productividad del sector es en primer lugar la alta rotación de la mano de obra (por las razones arriba mencionados) y sus efectos para la capacidad de rendimiento de la mano de obra y en segundo lugar (naturalmente) los "costos asociados a las condiciones de trabajo", como seguridad social, salario, conflictividad laboral. Estos últimos, sin embargo, se considera que a lo largo difícilmente pueden ser ignorados si se desea mantener la competitividad en el mercado internacional a nivel de imagen.

Parece estarse comprobando en la práctica, lo que desde otros enfoques económicos no neoliberales se había afirmado desde mucho tiempo: que los costos laborales más bajos no son el criterio fundamental para definir adónde se invierte, sino que cada vez más es la capacidad de rendimiento de l@s trabajador@s. Lo que para otros sectores es alcanzado a través de mayor inversión pública para elevar el nivel educativo de la población en general, en el sector maquila, por el momento parece poder resolverse intrasectorialmente, a través de mecanismos que garanticen mayor estabilidad laboral para los trabajador@s.

No es tema de este trabajo el análisis de la lógica de acumulación de la producción maquilera. Sin embargo, quien busca desarrollar estrategias para la organización sindical, y esto, dicho sea de paso es el tema de este trabajo, debe captar las contradicciones internas de esa lógica. Será importante para el movimiento sindical, saber aprovecharla para su perspectiva organizativa, y quizás salir del deprimente panorama actual, en el cual pareciera que la única lógica que prevalece es la de exprimir cada vez más al trabajador y reprimir cada vez más la más mínima expresión de organización sindical.

Ante esto, mientras las empresas maquileras buscan formas para mejorar su estabilidad y capacidad de competir, tengamos nosotros una estrategia y propuestas que mejoren la estabilidad laboral de los trabajador@s de maquila. Pero una estabilidad que realmente favorezca las condiciones de vida de esas, por hoy más de 350.000 mujeres y hombres, y que para mañana, según las proyecciones publicitarios de los arquitectos del PPP, TLC y ALCA serán más de 500.000.

Al contrario, al no alcanzar el respeto de los derechos de est@s trabajador@s, (el derecho a un salario digno, condiciones de trabajo humanas y el derecho a expresarse colectivamente, o sea a organizarse), ningún sindicato, ningún empresario, ninguna capacitación sobre temas de genero y ninguna campaña publicitaria de educación [15], por millonaria que sea, podrá garantizar esa estabilidad y gobernabilidad democrática y laboral, que los inversionistas y nuestros gobiernos al final de cuentas necesitan y buscan en la región.

No se podrá garantizar que a lo largo no prevalezca la lógica de esos más de 350.000 mil mujeres y hombres, jóvenes, expulsados la mayoría de sus tradicionales espacios sociales y culturales de la familia, de la pareja y del campo, en algunas regiones amontonados por miles en infrahumanas condiciones habitacionales, obligados a mantenerse en clandestinidad migratoria (en Guatemala, por ejemplo) – pero todos y todas con la certeza que si bien están sacando en esas fabricas humanas un par de centavos que de otra manera simplemente no podrían ganar, y que por lo tanto aparentan soportar todo, lo que jamás estarán dispuestos a perder, es su dignidad.

La simple respuesta soy pobre, pero no soy mendigo [16], que lanzó una joven maquilera no organizada a la cara de un funcionario del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, al rechazarle aceptar los "pinches 22 dólares" que éste quería entregarle en vez de los más de 400 dólares, que le correspondía de indemnización de uno de los tantos cierres de fábricas sucedidos en la Republica de El Salvador, apunta a lo que poco se ha querido reconocer hasta la fecha:

Que en el centro de nuestras consideraciones debe estar la dignidad humana y su desarrollo, en todas sus dimensiones, culturales, económicas y de conciencia. Porque en el centro de los trabajador@s de maquila sí lo está: Sobrevivir a como sea, perderlo todo si no hay de otra, pero jamás al precio de perder su dignidad. Y defenderla a como sea, y si los espacios y las reglas del entendimiento mutuo entre las partes patronales, obreras y Estado, establecidos a lo largo de más de un siglo de lucha de clases se han desarticulado, supuestamente por las fuerzas invisibles de la globalización... entonces, defender y reivindicarlas aunque sea fuera de estas reglas [17].

Sólo así, creemos poder entender ese nuevo fenómeno que desde Guatemala y El Salvador a todos tendría que alarmarnos:

-huelgas de hambre, en el año 2002, en la maquiladora Sul Ki, ubicada en el kilómetro 22 de la Ruta al Pacífico,

-saqueo de fábrica, en la maquiladora Camtel (situada en la aldea Boca del Monte, departamento de Guatemala) el 2 de marzo de ese año, cuando los trabajadores saquearon la fábrica a cambio de su salario e indemnización y a la policía nacional civil al llegar al lugar sólo le quedó ordenar el tráfico, puesto que aparentemente ya no quedaba nada, como informó una nota periodística de ese día;

-instalaciones en fuego de la maquiladora Bentex, en el departamento Mixco: el mismo año 2002, 500 trabajador@s simplemente le dan fuego a las instalaciones de la fábrica, luego de haber sacado la maquinaria y otras cosas de valor, ante el cierre intempestivo de su empresa por ver frustrados el pago de lo que se les debía, y...

-y otra fábrica en fuego, pocas semanas después en la maquila Modas Azteca, en Guatemala también. [18]

-Cierre de toda una zona franca en El Salvador en diciembre del 2002 durante 16 horas por trabajador@s de la empresa NEWTEX que reclaman el pago de sus salarios, afectando no sólo la empresa concernida, sino el funcionamiento de todas las empresas restantes en la zona (8 fábricas con alrededor de 6.000 trabajador@s) y al dueño de la Zona Franca, responsabilizándolos por "haber permitido en su seno una empresa irresponsable".

Tales acontecimientos deberían saber comprenderse como expresiones de rabia colectiva, de rebeldía y en última instancia de resistencia para poder seguir manteniendo la autoestima como ser humano. Pero también como expresión de una nueva conciencia de fuerza colectiva, y de ser parte de una clase, si bien percibida más bien de pobres que de trabajador@s, pero sí de "maquiler@s explotados"... El concepto de "explotado", por cierto, circula con gran frecuencia entre los trabajador@s de maquila, sin que ningún marxista de ninguna parte les haya "capacitado"...

Ante esto, todavía hay, o hay de nuevo quienes creen, que pueden o podrán controlar tales expresiones con represión policial, como por ejemplo con la Ley de Convivencia Social, aprobada el año pasado en Honduras, o con ejércitos reeducados para una doctrina y combate del terrorismo, adecuado a las necesidades de inversión de las transnacionales[19], como lo recomendó el secretario adjunto para Asuntos hemisféricos del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Daniel Fisk, recién a los países de Centroamérica, como uno de las medidas colaterales que deberían acompañar la firma del Tratado de Libre Comercio. Momentáneamente y a corto plazo lograrán con seguridad un reflujo en las manifestaciones, en las protestas y en las huelgas [20].

Pero a lo largo la represión no les resolverá. La historia por lo menos en esta región lo ha demostrado, y de ello la memoria todavía está fresca. Y una vez más quizás tendrán que reconocer ante los ojos del mundo, que habrán sido ellos mismos que habrán creado las condiciones para esa rabia popular y para que una vez más se encienda ese ciclo de inestabilidad en la región. Quizás esta vez a lo largo de los mega corredores del Plan Puebla Panamá, flanqueados por centenares de "fábricas humanas". Región, que tan prometedoramente iniciaba a mediados de los 90 los procesos de paz y de democratización y hasta incluso tímidos intentos de considerar la posibilidades de alternabilidad política... y que aparentaba ser por fin ese patio trasero de estabilidad, tan deseado y necesitado para los grandes planes abrazadores para todo el continente, como lo es el ALCA....

¿Y qué retos significa este panorama para los sindicatos?

1.Reconquistar o conquistar la confianza de los trabajador@s de maquila que a los sindicatos han visto más bien defensores de los derechos de unos pocos, de sus afiliados. Y en algunos casos extremos incluso sólo de sus Juntas directivas, dejando de lado al resto de trabajador@s.

La efectividad de la lucha por el derecho a la libertad sindical pasa por la voluntad de todos los trabajador@s a empujarla. Pero esa voluntad necesita ser alimentada: el y la trabajador@ debe experimentar en su cotidianidad laboral, que existe una organización que reivindica su dignidad y que le da fuerza, sacándol@ de la vía puramente individual de querer resolver sus problemas. Deben sentir y experimentar que sólo la unidad le da la fuerza. Los momentos de problemas agudos favorecen ese paso, el arte de los sindicatos consistirá en saber continuar la relación con ellos.

Deberían saber recoger el empuje de aquellos trabajador@s quienes han defendido su dignidad en acción colectiva, o en haber hecho un paso hacia la sindicalización, ofreciéndoles perspectivas de organización al encontrarse despedido.

2.Los cierres intempestivos y la inestabilidad laboral en las maquilas afecta profundamente a toda perspectiva organizativa: deben encontrarse iniciativas que resuelvan el problema de la permanente suspención de trabajador@s experimentados y sindicalizados, que les garantice a los trabajador@s recuperar el patrimonio laboral de la empresas en quiebra, y que sepa transformar en una perspectiva organizativa sindical la astucia de las trabajadores de hacerse despedir como sindicalista.

3.La incorporación masiva de trabajador@s no sindicalizad@s a acciones, debería ser otro eje de trabajo de los sindicatos:

-incorporando por ejemplo masivamente a l@s trabajador@s de maquila a la consulta y presentación de iniciativas destinadas a mejorar sus condiciones, la estabilidad laboral y salarial.

-aprovechando la todavía incipiente pero ya avanzada descalificación de las agencias certificadoras de los códigos de conductas, como desprovistas de reales verificaciones por los trabajador@s. Por tanto, desarrollando certificaciones de calidad en mano de los trabajador@s y sus organizaciones legítimas, los sindicatos.

ANEXOS

Guatemala. Origen de Capital y Numero de Fabricas (2000)*.

Origen del capital

Número de fábricas

% del Total

Corea

159

59

Guatemala

79

30

Estados Unidos

18

7

Otros países

11

4

Total

267

100

*Elaboración propia con datos encontrados en: Jóvenes Mayas trabajadoras de la maquila. Impacto Socio-laboral: Un reto para el movimiento sindical. Elizabeth Quiroa Cuéllar. Noviembre 2001. Serie: Hacia Estrategias Sindicales Frente a la Maquila No 1.

El Salvador. Origen de Capital y Numero de Fabricas (2000)*.

Origen del capital

%

Nº Zonas Francas

Nacional

45

15

Estados Unidos

21

 

Corea

14

 

Mixto

8

 

Taiwan

5

 

Otros países

7

 

*Elaboración propia datos de: Diagnostico: Los derechos laborales en la industria maquilera de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. 2002. OXFAM INTERNACIONAL.

Honduras. Origen de Capital y Numero de Fabricas (2000)*.

País

Total de fábricas

% Aprox.

Canadá

4

1.8

China

2

0.9

Inglaterra

1

0.5

Alemania

1

0.5

Honduras

62

28

Honduras/China

1

0.5

Honduras/Hong Kong

1

0.5

Honduras/México

2

0.9

Honduras/USA

2

0.9

Hong Kong

10

4.6

Korea

33

15

Singapur

4

1.8

Taiwan

6

3

Taiwan/China

1

0.5

USA

88

40.4

Total general

218

100

* Elaboración propia con datos de: Directory 2002-2003. Honduran Apparel Manufacturers Association.

Guatemala. Origen de Capital y Numero de Fabricas (2000)*.

Origen del capital

Número de fábricas

% del Total

Corea

159

59

Guatemala

79

30

Estados Unidos

18

7

Otros países

11

4

Nicaragua. Origen de Capital por Zona Franca 1999* .

Zona Franca

Taiwán

Corea

Hong Kong

USA

Italia

Nicaragua

Panamá

Honduras

Las Mercedes

6

1

1

4

1

2

0

0

ZOFAS

0

2

1

5

2

2

1

1

Index

0

0

0

2

0

2

0

0

Siglo XXI

0

1

0

0

0

1

0

0

Saratoga

1

1

0

0

0

0

0

0

Totales

7

5

2

11

3

7

1

1

%

20

14

6

31

9

14

3

3

* Corporación Nacional de Zonas Francas. Información actualizada a diciembre de 1999.

Guatemala. El Salvador. Evolución del Número de Fabricas y Techo Industrial*.

Año

Techo industrial (mtrs.2)

Fábricas

1999

350.000

60

2000

450.550

74

2001

575.576

88

2002

595.405

91

     

* Elaboración propia en base a datos de: Memoria de labores 2001-2002. MINISTERIO DE ECONOMIA. El Salvador.

Guatemala. Honduras. Evolución de Parques Industriales y Empresas*.

 

1999

2000

2001

2002

2003**

Parques Industriales

21

24

24

26

26

Fábricas

216

218

208

215

225

* Fuente: Asociación Hondureña de Maquiladores. Presentación industria de la maquila. FMI. Ing. Jesús Canahuati. 16 de enero, 2003.
** Datos estimados hasta la fecha de presentación.

Honduras. Evolución de Parques Industriales y Empresas*.

 

1990

1991

1992

1993

1994

1995**

1996**

1997**

1998**

1999**

2000**

Parques Industriales

3

5

6

7

9

13

15

16

19

21

24

Fábricas

35

49

67

147

175

182

192

200

207

216

218

* Elaboración Propia de datos de: Evolución económica de la maquila periodo 1990- 2000. datos hasta mayo de 2000. Terminación de los contratos de trabajo en las maquilas, ¿Actos legítimos o violación de derechos humanos y laborales de las mujeres trabajadoras? CDM, Tegucigalpa, enero- diciembre de 2001.

Nicaragua. Empresas por Zonas Francas 1999*

Zona Franca

Nº Fábricas

Las Mercedes

14

ZOFAS

13

Index

4

Siglo XXI

2

Saratoga

2

Total de empresas

35

* Informe de la consultoría de investigación realizada al Movimiento de Mujeres Trabajadoras y Desempleadas " Maria Elena Cuadra". Gilma Yadira Tinoco F. Managua Enero de 2002. Elaboración propia con datos disponibles en: Cuadro. Regimen de Zonas Francas. Empresas Operadoras y sus Usuarias. Dic. 99.


La vulnerabilidad de los dueños de Zonas Francas

En el tema de la represión sindical generalmente sólo son enfocadas las empresas transnacionales y sus proveedores maquileras. Poco se percibe sobre el rol de los llamados parqueros o dueños de Zona Franca etc., que en casi todos los países de Centroamérica son parte del empresariado nacional. En el estudio de la OIT de 2001 sin embargo se encuentra por primera vez alusión a su rol: "Los dueños de los parques industriales en Honduras forman un sector dentro del empresariado involucrado en las maquilas (...). Las acciones sindicales, además de tomar en cuenta a los empresarios locales, deben también vencer las resistencias que los dueños de los parques ejercen". [21]

Todos los sindicatos entrevistados coincidieron en expresar que para la política de libertad sindical el bloqueo de los dueños de los parques industriales es a veces mayor que la de los mismos empresarios de maquila, pero que el nivel de compromiso de estos frente a los problemas laborales y sindicales es mucho menor, a pesar de tener el mismo nivel de incidencia. El caso de Kimi en Honduras revela que una fábrica en determinado momento puede autorizar un sindicato, pero si el dueño de la Zona Franca no lo permite, esto se puede volver motivo para suspender el alquiler del local a la fábrica en cuestión [22]. Ante esto concluye el informe de la OIT, que estos parqueros son mucho menos vulnerables que los maquileros, por faltar el elemento de presión por medio de los clientes.

Sin embargo, en El Salvador a finales del año 2002 los trabajador@s por cierto no sindicalizados de la empresa maquilera NEWTEX (supuestamente en condiciones de iliquidez y que se oponía a pagar las deudas de la parte laboral a más de 460 trabajador@s), parecían haber comprendido la relación tácita que existe entre empresas maquiladoras con sus administradores nacionales y los dueños de Zona Franca. Al haber visto frustrado las vías judiciales y ante los manejos dilatorios del Ministerio de Trabajo, los trabajador@s bloquearon el acceso a la zona Franca por 16 horas (4 horas de bloqueo para el ingreso de más de 6 mil trabajador@s a sus empresas y 16 horas para toda carga y descarga de mercancía), tomando de esa manera como una especie de rehenes al resto de las empresas en la Zona, que en aquel momento eran ocho. El razonamiento de los trabajador@s fue: mientras el dueño de la Zona Franca y el resto de empresas vecinas permitan que a su lado o en su área de influencia existan prácticas empresariales tan fraudulentas como la de la NEWTEX, ellos deben pagar y sufrir las consecuencias así como nosotros también. La reivindicación concreta para poder levantar la toma consistía en que las empresas afectadas, pero en particular el dueño de la zona franca presione a la patronal NEWTEX a entrar en negociación sobre una solución definitiva del problema. Los acuerdos alcanzados en la noche misma de la toma dieron inicio a un proceso de traslado de los activos de la empresa (maquinaria y otros muebles) a manos de los trabajador@s para poder venderlos y autopagarse, proceso de autogestión que por cierto duró más de 6 meses y que fue acompañado por más de 130 trabajador@s hasta el pago final. [23]

El caso reveló que sí existen tanto la vulnerabilidad de este sector (nacional) de dueños de Zonas Francas dentro de la economía de maquila como las posibilidades de presión hacia él: en tanto que sector del capital nacional que colabora y se beneficia indirectamente del irrespeto a los derechos laborales bajo el pretexto de la economía globalizada, en la cual el Estado Nacional y los sectores nacionales supuestamente son expuestos a mecanismos internacionales complejos y mal manejables en cuanto a exigir el respeto del marco legal nacional de los derechos laborales [24].

El caso del cierre de toda una Zona Franca fue poco divulgado por la prensa nacional salvadoreña, la cual forma parte de la misma asociación de empresarios ANEP. Por un lado por el desarrollo paralelo del conflicto de salud pública (huelga del STISSS), pero por otro porque los medios de comunicación, mayoritariamente con posiciones anti-sindicales, comprendieron inmediatamente que una divulgación del caso, reflejando su espectacularidad e impacto económico, podría darle ánimo a otros trabajador@s en dificultades similares. Sobre todo por haberse tratado de una de esas acciones espontáneas, sin conducción sindical y por lo tanto difícilmente mediatizables.

Llama la atención por cierto, que desde entonces en El Salvador en todos los casos de cierres intempestivos de fábricas maquileras aparece inmediatamente la tristemente famosa federación sindical FENASTRAS. Es el sindicato mejor tratado por los empresarios y por el Ministerio de Trabajo, ya que su táctica consiste en tener directivas sindicales "dormidas" en las fabricas, sin trabajo de organización o de conscientización entre los trabajadores. Pero en casos de conflicto esta presencia le permite a Fenastras aparecer como mediador, evitando actos de protesta, "logrando" arreglos de pago para la masa trabajadora (casi siempre debajo del 50% de la deuda laboral) y la indemnización al 100% y el fuero sindical para sus directivos "despedidos" (1 año de salario para los directivos despedidos). Con ello logra por un lado financiar a su personal, pero contribuir sobre todo al masivo rechazo que sienten los trabajador@s hacia los sindicatos y a organizarse en ellos: los sindicatos sólo trabajan para ellos y a los trabajador@s nos dejan en la lluvia. Para qué exponernos entonces en las listas del Ministerio de Trabajo, si al final sólo los pocos directivos salen beneficiados, nos dicen trabajador@s no sindicalizados. Una encuesta entre trabajador@s no sindicalizados y con cierta experiencia de lucha revela al respecto que rechazan tajantemente meterse con un sindicato, pero sí anhelan poder organizarse para ser más fuertes y unidos.

Bibliografía citada en el resumen:
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Notas
[1] Ver anexos
[2] ASEPROLA, 2003 y CEPAL, 2003 (www.eclac.cl/badestat)
[3] Eduardo Gitli y Randall Arce, 2001.
[4] Ver: Oxfam Internacional, 2002. El CDM en Honduras está por finalizar un diagnóstico sobre la situación de los derechos laborales en Honduras (entrevista con Dunia Montoya 27/3/03). El MEC en Nicaragua acaba de publicar un estudio comparativo (Sandra Ramos, Julia Vargas, 2002).
[5] Ver: Aída Carolina Quinteros, 2001
[6] Janina Fernández-Pacheco et.al (comp.) 2001 p. 176;, entrevistas con CUTH, FITH, 13/5/03; Entrevistas con trabajador@s no sindicalizados de las Zonas Francas "Zona Franca Internacional El Salvador" (la más grande de El Salvador) y de la Zona Franca de San Marcos, El Salvador. Ver también: anexo "la vulnerabilidad de los dueños de las Zonas Francas".
[7] Aída Carolina Quinteros, 2001: 21
[8] ASEPROLA, 2003
[9] Janina Fernández, OIT, 2002, p.24
[10] Analizando el desarrollo de crecimiento de la maquila en Guatemala por ejemplo, queda claro, que Es precisamente el proceso de desaceleración económica de los EE.UU. el factor que incide en los momentos difíciles de la industria de la maquila en Guatemala durante el 2001: Luego de haber mantenido durante años un crecimiento sostenido superior al 15%, a principios del año 2001 la industria de la maquila en Guatemala entró en un impasse. Ese año, el incremento fue de apenas un 1% de incremento sobre las exportaciones del año anterior, situación que se mantuvo hasta septiembre del 2001. Las repercusiones del atentado a las torres gemelas de Nueva York paralizaron las ventas en los EEUU y las exportaciones disminuyeron en un 12.2% respecto al mismo período del año anterior. Quince días después de los atentados, El Periódico de Guatemala publicó que 107 empresas de maquila habían reducido su personal, dejando desempleadas a 9,071 trabajador@s (ver: GEMIES, informe Guatemala, enero 2001 – abril 2002).
[11] Informe El Salvador: Resumen de la maquila y libre comercio. Enero-junio 2002, www.gmies.org.sv.
[12] Entrevista con Enrique Torres, abogado laboralista y Director de UTARA (Unidad Técnica de Acompañamiento, Relaciones y Asesoría para el Movimiento Social Guatemalteco), 26/5/2003.
[13] Ver: encuestas del proyecto OIT Maquila a VESTES, CATECO, ASIC y Asociación de maquileros en Honduras, cit. En Janina Fernández, Empleo y políticas sociales en la maquila en Centroamérica, 2002
[14] Datos recientes de la empresa Charter S.A. de C.V..miembro del consorcio Carry Wealth con sede en Hong Kong y con plantas de producción en Vietnam, China, El Salvador y Lesoto (LPG, 20/3/2003).
[15] Para difundir y explicar a los pueblos de Centroamérica las bondades del CAFTA por ejemplo, la AID se propone invertir 70 millones de dólares en una campaña publicitaria de "capacitaciones al público" (LPG,18.6.2003)
[16] Oficina de Previsión Social del Ministerio de Trabajo de El Salvador, en ocasión de entrega de indemnizaciones a trabajador@s de la empresa NEWTEX, 6/6/2003.
[17] ver también: Aleyda Ramírez y María Antonia Martínez, 2001.
[18] ver: Sara Martínez, en: GEMIES, Informe Guatemala, enero 2001 – abril 2002.
[19] LPG (18.6.2003)
[20] Según el Lic. Joel López, asesor jurídico para maquila de la CUTH-Honduras, en efecto la nueva Ley de Convivencia Social, aprobada en Honduras en el año 2002, sirvió a la policía como nuevo marco legal, para poder aplastar a las últimas huelgas y protestas que se dieron en la maquila (entrevista, 13.5.2003).
[21] OIT, 2001, p. 176
[22] Según informes de Honduras, estos parques están en manos del sector empresarial nacional más recalcitrante y represivo y muchos de ellos son "políticos". En cambio en El Salvador por ejemplo, muchos de ellos son militares retirados. Un estudio en profundidad sobre estos parqueros y su rol ante la violación de los derechos laborales no existe hasta hoy.
[23] Estudio de caso de la Newtex. Entrevista a ex trabajador@s de la NEWTEX, participantes en la acción del bloqueo a la Zona Franca Internacional El Salvador , ubicada en Olocuilta, Febrero, 2003.
[24] Llama la atención por cierto el alto porcentaje de capital salvadoreño en el origen de capitales de maquilas, en comparación con el resto de los países centroamericanos: en el 2001 tenía todavía el 60% y en el 2003 aún llega al 45% .