Brasil no quiere mediar, sino ofrecer un sitio neutral para el diálogo

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva abordará con su par colombiano Alvaro Uribe la posibilidad de que Brasil sea sede de una reunión entre la ONU y la guerrilla de las FARC, en el marco de una nueva tentativa para poner fin al conflicto interno más prolongado de América Latina.
El viaje de Lula a Colombia fue confirmado por la presidencia brasileña.
Ayer, la cancillería precisó que el mandatario viajará en la noche del 15 a la ciudad colombiana de Cartagena en compañía de su canciller Celso Amorim para participar al día siguiente en la celebración del 40 aniversario de la Organización Internacional del Café (OIC).
Ese mismo día se reunirá con Uribe para discutir seguramente la cuestión de la reunión ONU-FARC. Aunque todavía no hay una agenda establecida, "no hay que ignorar esa cuestión", dijo el portavoz.
Señaló sin embargo que hasta ahora no había llegado ningún pedido oficial para organizar el encuentro.
En declaraciones al diario O Globo, Amorim explicó que Brasil descarta actuar como mediador del conflicto, y que se limitará a ofrecer un "territorio neutral".
Recordó que Brasilia considera que la solución del conflicto colombiano debe pasar por "algún tipo de diálogo".
Brasil siempre expresó su recelo hacia el Plan Colombia, por el cual EE.UU.
suministra a Bogotá desde 1999 una ayuda económica y militar -que alcanza a $us 2.000 millones- para combatir el narcotráfico, pero que desde el año pasado se aplica también a la lucha contrainsurgente.
Amorim dijo el domingo que "Brasil siempre está dispuesta a dar una contribución para una solución negociada y que respete la soberanía" de Colombia. Y el alto comisionado para la paz del gobierno colombiano, Luis Carlos Restrepo, confirmó que delegados de la ONU y de las FARC contemplan la posibilidad de reunirse próximamente en Brasil.
El 22 de agosto, el gobierno colombiano indicó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-comunistas) mantienen un contacto activo con el enviado especial de la ONU para Colombia, James Lemoyne, y confió en que tal acercamiento permita iniciar un diálogo de paz con ese grupo.
La posibilidad de un desbloqueo del diálogo de paz surge en momentos en que en Colombia arrecia la polémica sobre un posible canje de rehenes de la guerrilla por guerrilleros presos.