Expresó en su discurso de toma de posesión, Nicanor Duarte Frutos. Califica Fidel de excelente el mensaje y le deseó toda la suerte del mundo. Chávez dijo que el discurso es "una brújula"
Nidia Díaz y Juvenal Balán
Enviados especiales
ASUNCIÓN, 15 de agosto.— El fracaso del neoliberalismo, la necesidad de reactivar la integración y fortalecer el MERCOSUR, la superación de la pobreza y todas las formas de dependencia que conspiran contra nuestras soberanías, así como la promoción de un modelo económico con responsabilidad social, fueron algunos de los conceptos expresados hoy por Nicanor Duarte Frutos al asumir la primera magistratura del Paraguay, en un discurso que lo identifica definitivamente con los procesos que tienen lugar en Venezuela, Brasil y Argentina para bien de Latinoamérica.
A partir de este momento comenzará para Duarte y su equipo de Gobierno lo más difícil: no defraudar al pueblo que hoy lo recibe con un 67% de aceptación y, superar los muchos obstáculos que deberá enfrentar de los que se opondrán desde dentro y desde fuera a que los excluidos dejen de serlo y a que la independencia y la soberanía no sean más palabras de utilería.
A la una de la tarde, con el repique de las campanas en la Catedral Metropolitana, se inició la oración por el inicio del nuevo periodo constitucional a cargo de Monseñor Pastor Cuquejo, arzobispo de Asunción, concluyendo así los actos de transmisión presidencial que habían comenzado a las 8 y 50 de la mañana con la entrega a Duarte, de manos del presidente del Congreso de la Nación, doctor Carlos Mateo Balmelli, los atributos de mando: el bastón y la banda tricolor.
Tras un breve receso, la sesión continuó, esta vez en la explanada del Congreso, a donde llegaron los jefes de Estado y las misiones especiales invitadas para la ocasión.
La sola referencia a la llegada al lugar de nuestro Comandante en Jefe hizo que los asistentes todos se pusieran de pie y se unieran en un prolongado aplauso, —el mayor dado—, al numerosísimo pueblo que acompañó la ceremonia frente a la explanada.
Una vez ungido de sus nuevos atributos como primer mandatario del país, Nicanor Duarte Frutos pronunció su discurso inicial, en el que expuso las líneas de lo que será desde hoy la política interna e internacional de su Gobierno.
"Convertiremos al Estado en la idónea herramienta del desarrollo, la garantía de la paz y de la cohesión nacional", afirmó.
Hablando sobre los males que aquejan a los pueblos fue muy claro: "el neoliberalismo ha sido un fracaso porque niega y avasalla la dignidad humana". Y, en ese sentido, agregó, "no se puede forzar el cambio social, cultural y moral de un pueblo imponiendo condiciones económicas de manera exclusiva porque el ser humano es más que un mercado".
En otro momento de su intervención explicó sus ideas sobre la educación y la cultura y la necesidad de imponer un cambio radical en la enseñanza media, universalizarla, e iniciar una reforma en la educación universitaria.
También en el orden interno se pronunció contra el latifundio improductivo al cual calificó de "la más grande ofensa a la justicia" y el más grave obstáculo al progreso y a la dignidad de los campesinos.
Advirtió que los cambios no serán automáticos, sino formarán parte de un proceso de transformación nacional que se basa en cuatro objetivos: recuperar la confianza en las instituciones y en sus autoridades; promover un nuevo modelo económico, con responsabilidad social, fiscal y ambiental; luchar contra la corrupción y la impunidad, así como combatir la inequidad social.
En cuanto a las relaciones internacionales prometió que su Gobierno reafirmará y consolidará los vínculos con los países del MERCOSUR y reclamó un papel más protagónico de su país en el grupo regional.
Acotó que sobre el presente se cierne de nuevo la incertidumbre por el desequilibrio al que asistimos. "Pareciera ser que la felicidad de la persona y el bienestar de los pueblos sojuzgados importan menos que la estrategia de dominación".
Llamó a los países ricos a procurar en el plazo inmediato la solidaridad, la cooperación y el entendimiento por encima de las diferencias.
En ese sentido se refirió a la globalización, la cual, puntualizó, no se puede evitar pero "sí podemos incorporarnos a ella con nuestra personalidad genuina y original y nuestra autonomía nacional".
Finalmente, evocó al laureado escritor paraguayo, Augusto Roa Bastos cuando dijo que "nosotros, los hombres, morimos una sola vez, pero nuestro pueblo resucita mil veces de sus mil muertes, porque está aferrado a la vida, a la esperanza y las empecinadas banderas de sus utopías".
Interrogados por la prensa, Hugo Chávez dijo que el discurso de Nicanor Duarte Frutos "es una brújula, estamos en la misma frecuencia".
A Fidel, por su parte le pareció "un excelente mensaje" y le deseó "toda la suerte del mundo. Conozco los obstáculos que se presentan en el camino pero veo voluntad, y eso es lo primero, y veo a un pueblo deseoso de hacer cosas, que tiene conciencia. Vale mucho esa impresión que deja el Presidente de haber hablado con sinceridad". OTRAS ACTIVIDADES
Como parte de las actividades de transmisión de mando presidencial, tuvo lugar en el Salón Libertad del Palacio de López, sede del Gobierno, el juramento de los nuevos ministros del gabinete en el que hay dos mujeres: la canciller, Leila Rachid, y la secretaria para la Mujer, María José Argaña.
Posteriormente, en el Salón Independencia del mismo lugar, el Presidente de la República y la Primera Dama saludaron a los jefes de Estado, sus comitivas y las misiones especiales.
A las seis de la tarde, con una gran fiesta popular en el Parque Litoral Luis María Argaña, concluyó este día de emociones y definiciones que coincidió con el aniversario 466 de la fundación de la ciudad.