Rebelión Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Cuando Violeta Chamorro, la candidata respaldada por EE.UU., ganó la elección más observada de la historia en Nicaragua en 1990, prometió a los nicaragüenses que la ayuda del gobierno de EE.UU. pondría rápidamente al país sobre sus pies. Después de una década de guerra, los exhaustos nicaragüenses le creyeron. Sin embargo, la ayuda de EE.UU. promedia actualmente cerca de 38 millones de dólares al año - una gota de agua desde cualquier punto de vista. [1] Le tomó veinte años a Nicaragua para recuperar los niveles de producción logrados en 1982. Siempre entre los países más pobres de la región, la guerra y sus consecuencias han convertido a Nicaragua en el país más pobre del hemisferio después de Haití.
Nicaragua ha sido un desventurado conejillo de Indias para un experimento neoliberal y neoconservador - si se puede calificarlo de tal. El tratamiento neoliberal puede ser mejor descrito como "miseria deliberada", y la idea neoconservadora de la democracia resultó en gobiernos corruptos e ineptos instalados mediante elecciones amañadas en las que los representantes del gobierno de EE.UU. han participado activamente en la campaña a favor de sus candidatos preferidos. La aspiración a la autodeterminación y a la superación del legado de la dictadura y la guerra ha sido reemplazada por un empobrecimiento sistemático del país y por la cobarde subyugación de los gobiernos del país a los caprichos de la embajada de EE.UU. La promesa implícita hecha una vez a Nicaragua antes de 1990, de sacar al país de su miseria, ha sido reemplazada por el abandono. Un observador podría llegar a la conclusión de que EE.UU. sigue castigando a Nicaragua por haber tratado de obtener su independencia y de ejercer su derecho a la autodeterminación. Uno se pregunta hasta cuándo debe continuar esta tortura.
Una instantánea
La economía nicaragüense ha dependido siempre de la agricultura. Pero, aunque EE.UU. subvenciona a sus propios agricultores a niveles récord, la doctrina impuesta a Nicaragua ha sido la de un rígido libre mercado. Como era de esperar, la agricultura de Nicaragua está en crisis. La amplia red de cooperativas establecida antes de 1990 se ha derrumbado, incapaz de competir por su falta de acceso a la obtención de créditos, los crecientes costos y la congelación o caída de los precios. La política del gobierno, aunque no ataca abiertamente a las cooperativas agrícolas, ha sido de restringir deliberadamente la ayuda.
Hasta 2000, el café había sido el principal productor de divisas extranjeras de Nicaragua y había tenido una prolongada historia desde los años 70 del siglo XIX. Después de que el Banco Mundial impulsó durante años a otros países (especialmente a Vietnam) a que plantaran esta cosecha comercial, el sector del café en Nicaragua, como en otros sitios, se ha desplomado. La resultante migración del campo ha exacerbado todos los serios problemas sociales de Nicaragua, complicando la crisis económica que afecta a toda la región. El año pasado, cientos de familias empobrecidas acamparon durante meses en las rutas que llevan a las áreas donde se cultiva café, pidiendo trabajo. La televisión mostró imágenes de niños en Matagalpa, la capital del café, afectados por niveles de desnutrición generalmente asociados con África.
Este mes, el Instituto Nicaragüense de Estadística y Censos (INEC) anunció que un 30% de la gente en Matagalpa sufren de desnutrición. 5.000 trabajadores rurales y sus familias marchan de Matagalpa a la capital, Managua, para exigir la ayuda acordada entre el gobierno y los trabajadores rurales - promesas que el gobierno no ha cumplido. CENIDH, la organización nacional de derechos humanos ha confirmado que hasta ahora nueve personas han muerto de hambre durante la marcha, incluyendo a varios niños.
Los problemas de la economía rural empeoraron durante los años 90 con la desintegración de las reformas agrarias radicales realizadas bajo el gobierno sandinista de los años 80. Antiguos partidarios de la dictadura de Somoza, así como gente con reivindicaciones legítimas, aparecieron para recuperar tierras por las que muchos de ellos ya habían sido compensados, en algunos casos más de una vez. Muchos habían acumulado inmensas deudas contra sus propiedades antes de huir del país en 1979 con lo obtenido. El gobierno sandinista no otorgó sólidos títulos legales por la tierra en el caso de la mayor parte de las propiedades que distribuyó, dejando la puerta abierta para el desposeimiento y la evicción de miles de familias y miembros de las cooperativas durante el gobierno de Violeta Chamorro y de sus sucesores.
Incluso antiguos combatientes de la Contra que tomaron las armas contra los sandinistas en los años 80 siguen descontentos. Sus dirigentes confrontaron duras negociaciones para conseguir alguna compensación justa para sus partidarios. Frente a los mismos políticos que los exhortaron a ir a la guerra en los años 80, a menudo recurrieron a la fuerza armada para ocupar tierras. Esos antiguos Contras -a los que ahora se refieren como los ex Resistencia- están tan desencantados que se han unido a sus antiguos enemigos, los sandinistas, en una alianza política conocida como la Convergencia Nacional. Políticos de todos los partidos están de acuerdo en que los últimos años han exacerbado la crisis económica sin que haya progreso a la vista.
Corrupción crónica
Funcionarios del gobierno de EE.UU. y del Banco Mundial han elogiado las recientes medidas contra la corrupción en Nicaragua. Pero en realidad impulsaron la corrupción para comenzar con su adhesión a las medidas económicas neoliberales, como la privatización y los recortes del gobierno. El FMI ha llevado a reducciones de ingresos de un 44 por ciento desde 1990 en el sector público. Este empobrecimiento ha multiplicado la corrupción en pequeña escala.
Para obtener una experiencia personal, sugiero que visite una oficina del Registro Público local. ¿Quiere un certificado de que su propiedad está libre de embargos para obtener un crédito en el banco? Diez dólares -sin formular preguntas- produce un procedimiento preferencial y un certificado es preparado inmediatamente. Un servicio "normal" sin apoyo financiero cuesta mucho más tiempo.
Treinta dólares y una palabrita del funcionario respectivo pueden mejorar rápidamente los resultados problemáticos de un examen. Cincuenta dólares en la mano y una persuasiva conversación con el juez ayudarán a resolver un complicado juicio, especialmente en lejanas áreas rurales. ¿Te paran por una violación del tráfico? Para ahorrarte una fuerte multa, lleva a los dos policías (son casi siempre dos) a su puesto preferido de Coca Cola, compra dos gaseosas muy caras y la amistosa señora del bar pagará a sus clientes uniformados más tarde.
Una campaña contra la corrupción dirigida por alguien como el actual presidente Enrique Bolaños difícilmente eliminará una corrupción sistémica. Fue cinco años vicepresidente bajo el presidente Arnoldo Alemán -conocido ahora por el pueblo como "Gordoman" -arrestado actualmente por un fraude fiscal de cientos de millones de dólares. Un testimonio reciente del ex director general de Ingresos, Byron Jerez, implica directamente a parientes cercanos de Bolaños en el saqueo del tesoro público por Gordoman.
En febrero de 2003, en un seminario regional sobre la corrupción, la embajador de EE.UU. Barbara Moore dijo: "es muy apropiado que nos reunamos en Nicaragua que ha estado a la vanguardia de la lucha contra la corrupción bajo la dirección del presidente Bolaños". Marcando la pauta de su gobierno contra la corrupción, el presidente Bolaños cobra una pensión vitalicia como antiguo vicepresidente así como su salario como presidente en ejercicio. Cuando hace poco le preguntaron al respecto en la televisión, respondió: "es legal, ¿verdad?"
Bolaños llegó a la presidencia en 2001 con la ayuda de una manipulación electoral de alta tecnología de EE.UU., tal como Arnoldo Alemán lo había hecho antes en 1995. El candidato a vicepresidente, el dirigente opositor Agustín Jarquín narró como el embajador de EE.UU. de aquel entonces, Oliver Garza, llegó al centro de recuento electoral en la madrugada de la noche de la elección exigiendo que reiniciaran el cómputo con personal nuevo aprobado por la embajada de EE.UU. Los funcionarios electorales se sometieron dócilmente a las exigencias de Garza. El recuento se convirtió en una maratón. A pesar del respaldo de un amplio personal informático, la autoridad electoral necesitó semanas para confirmar todos los resultados ante un panorama de enconadas disputas políticas. Es posible que Garza haya estado confundido - tal vez pensó que estaba en Florida.
Tal vez sea un ejemplo de lo que quería decir el antiguo embajador de EE.UU., Lino Gutiérrez, cuando declaró ante la Cámara Estadounidense de Comercio de Managua en junio de 2001: "Por cierto deberíamos celebrar que 34 de los 35 gobiernos en nuestro hemisferio hayan llegado al poder a través de las urnas electorales. Pero todos hemos aprendido que la democracia es mucho más que la realización de elecciones libres y limpias".
Una tendencia con la que los neoliberales deberían estar de acuerdo es cómo el ejército nicaragüense se ha convertido en un gran factor en la economía. Después del fracaso de tres importantes bancos durante los últimos dos años, el organismo regulador bancario vigiló de cerca al Banco de Finanzas, en el que el ejército posee una participación considerable. Los reguladores se retiraron rápidamente tal vez porque el antiguo jefe del ejército, Humberto Ortega, es un importante inversionista regional dentro y fuera de Nicaragua. Aunque no es tan poderoso como el ejército de Guatemala, el emprendedor ejército nicaragüense ha seguido a sus homólogos en Honduras y El Salvador en la consolidación de una turbia y poderosa elite militar- empresarial.
El neoliberalismo - neoneogocios como de costumbre
Desde 1990, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han trabajado para abrir los mercados (desde luego, siempre se habla de esto como de una liberación de los mercados) y recortar los gastos del gobierno. La privatización es una parte clave de este programa. Más de trescientas pequeñas empresas estatales fueron privatizadas entre 1990 y 1995, pero han tardado más en llevar al mercado a los grandes servicios públicos estatales -la energía, las comunicaciones y el agua. Bajo la cobertura de las poco convincentes medidas para mejorar la eficiencia, los neoliberales esperaban engañar a la gente en Nicaragua para que aceptara la privatización del suministro de agua. Ansioso de imponer esa solución, el FMI trató de imponerla como condición para un préstamo a principios de año. Pero los legisladores derrotaron esa proposición cuando fue presentada a la Asamblea Nacional. La medida ha sido archivada -por lo menos por el momento.
Nicaragua ya ha privatizado sus servicios telefónicos, creando un monopolio de teléfonos de líneas terrestres. Hizo lo mismo con la distribución de electricidad, vendida a una multinacional española, Unión FENOSA. Como resultado, abundan las historias de cobros exagerados, como el de una mujer que hace tortillas y que vive en una choza con sólo una pequeña televisión y un par de bombillas, que gana unos 28 dólares al mes. Antes recibía cuentas de 3 o 4 dólares por mes, repentinamente recibió una de 200 dólares. Obligadas a pagar esas exigencias exorbitantes o a quedarse sin luz, muchas familias nicaragüenses se asfixian más y más por las deudas.
El resentimiento contra los aumentos de precios es general. Los precios del agua y de la electricidad se han quintuplicado desde 1990. Durante el mismo período, a pesar de un modesto aumento en el salario mínimo en 1997, los salarios han estado prácticamente congelados, mientras los precios de los productos básicos aumentan continuamente. Más de un 60% de la población vive con menos de 2 dólares al día - son los que viven en la pobreza. El costo de la canasta básica de productos para una familia de cuatro se ha duplicado desde comienzos de los años 90.
Los servicios de educación y salud están empobrecidos y el gobierno apenas puede asegurar hasta las instalaciones más básicas y los servicios indispensables. Para la multitud sin trabajo, es como si los servicios de salud no existieran. ¿Para qué sirve una receta de medicinas por 10 dólares a alguien que gana 28 dólares al mes? Los hospitales dependen de donaciones de individuos y de obras benéficas extranjeras incluso para los equipos más elementales - un nebulizador, una máquina de diálisis.
Nicaragua no puede educar a la gente que necesita para desarrollar su potencial económico. Más de un 40% de la población en edad escolar no asiste a clases. Gabriela García, de diecinueve años ha casi terminado un estudio en Ingeniería de Sistemas Informáticos en su universidad local en la capital, Managua. Su madre es enfermera y gana unos 55 dólares al mes. Gabriela creció en la casa de su abuela donde remesas de parientes en el extranjero posibilitaron sus estudios. La familia incluye a la hermana embarazada de Gabriela, a su hermana y dos primos. Para terminar sus estudios Gabriela necesitaba 900 dólares. Dice: "Tal vez tendré suerte y ganaré la lotería". Su vida está suspendida por el futuro previsible. Busca cualquier trabajo que pueda encontrar para ayudar a pagar las deudas rutinarias de la familia. Pero Gabriela tiene suerte de haber llegado donde está, un 65% de los nicaragüenses que van a la escuela nunca terminan sus estudios secundarios.
Las iniciativas educacionales se desmoronan porque el personal incompetente, ideológicamente motivado, del Ministerio de Educación es incapaz de mantener los acuerdos programáticos de un semestre al otro. Un alto funcionario del Banco Mundial dice, confidencialmente, que preferirían librarse de Nicaragua, porque el gobierno es tan inepto. Continúan porque la confesión de su fracaso tendría un elevado precio político.
La mayoría de las personas económicamente activas en Nicaragua no pueden generar suficientes ingresos para mantener a sus familias. Los envíos de dinero desde el extranjero constituyen ahora la principal fuente de divisas extranjeras de Nicaragua. Las áreas rurales sufren de despoblación ya que hombres, mujeres y niños físicamente aptos, se van a las ciudades y más allá en busca de trabajo. Cerca de un millón de nicaragüenses trabaja en Costa Rica y la mayoría lo hace ilegalmente. En un barrio típico en cualquier ciudad cerca de un 60% de la gente está sin trabajo. Mucha gente cocina sólo cada dos días para ahorrar dinero.
Y también las drogas...
Las drogas se han convertido en un hecho dominante y poco grato en la vida de la Nicaragua neoliberal. Sacos de crack pueden ser comprados en la calle por un dólar. La mayor parte de los delitos menores están relacionados con la droga. El abuso de las drogas y de los disolventes se ha convertido en una forma de vida para los jóvenes de la cultura de pandillas generalizada y cada vez más violenta. Los neoliberales deben ciertamente admirar su espíritu emprendedor, mientras los neoconservadores tal vez aprueban la pasividad inducida por las drogas.
Recientemente, jefes de la policía en la costa atlántica fueron arrestados por su participación en el tráfico local de drogas. Un jefe de policía de Managua ha sido acusado de haber autorizado el pago de informantes con sacos de drogas. Notando la falta de opciones económicas para la supervivencia, a excepción del negocio de la droga, el Obispo Católico de la Costa Atlántica, Pablo Schmidt, declaró: "¿De qué van a vivir, si les quitan esto? No es un problema fácil de resolver. Y destruye no sólo la imagen de un pueblo, sino también su cultura".
Sí, esto es globalización
Aparte de esta miseria, USAID ha subvencionado durante más de una década a las elites del agrocomercio en organizaciones que supuestamente promueven soluciones de mercado. Al mismo tiempo, el sistema bancario priva de crédito a los pequeños y medianos agricultores, amañando la amplia base de la economía agrícola interior a favor del gran agrocomercio. La conclusión evidente es que Nicaragua ha sido ablandada antes de ser presionada hacia un Área de Libre Comercio EE.UU.- América Central- (CAFTA por sus siglas en inglés) para producir ventajas comerciales preferenciales para los inversionistas y las corporaciones de EE.UU.
Mario Arana, el representante del gobierno nicaragüense en las recientes negociaciones de la CAFTA señaló: "La oferta hecha por Estados Unidos a Centroamérica está bien por debajo de las expectativas y es especialmente el caso con Nicaragua". Agregó: "Creo que Nicaragua sale peor librada que otros, por la naturaleza de su economía, esencialmente agrícola".
La historia de José Marín es emblemática. Poseía una pequeña granja en la hermosa área rural de producción de café de San Juan de Río Coco, pero tuvo que venderla para pagar sus deudas. Ahora vive con su familia de siete niños en una choza alquilada. Trabaja como guardia de seguridad ganando 90 dólares al mes - y se puede decir que tuvo suerte.
Bajo el antiguo gobierno sandinista, José Marín podría haber renegociado su deuda con el Banco Nacional de Desarrollo de propiedad del Estado, conservado su tierra y continuado con la producción. Una joven talentosa como Gabriela García habría terminado su educación con una beca del Estado. Los libros eran subvencionados. La atención sanitaria era gratuita. Los precios para los productos básicos eran controlados por el Estado.
Política sucia...
Los sandinistas, que impulsaban ese modelo de Estado de bienestar en los años 80, siguen poniendo énfasis en la actualidad en la salud, la educación y el apoyo a los pequeños y medianos productores agrícolas, pero como parte de una economía de mercado. El mayor grupo es el frente de oposición de la Convergencia Nacional, los sandinistas siguen dirigidos por Daniel Ortega que encabezaba los sondeos de opinión antes de la última elección a pesar de la controversia causada por afirmaciones sobre abuso sexual de su antigua hijastra, Zoilamérica Narváez, que era una destacada figura en el movimiento femenino de Nicaragua. La mayoría de la gente cree que será nuevamente candidato presidencial en la próxima elección en 2005.
A pesar de la desilusión generalizada con los políticos, la sociedad civil nicaragüense es vibrante y ruidosa, una valiosa herencia de la revolución. Después de una década de recortes en los servicios de salud, educación y de ayuda social, las asociaciones comunitarias y las organizaciones no-gubernamentales han cargado gran parte del peso. Sus operaciones son financiadas sobre todo por donaciones extranjeras de la plétora de programas de ayuda y desarrollo ofrecidos por gobiernos extranjeros y las agencias de ayuda. En alto grado, los recortes del gobierno y las reformas del mercado en Nicaragua, como en otras partes, son sólo factibles si se cuenta con subsidios de donantes extranjeros. Los informes neoliberales sobre el desarrollo internacional pocas veces reconocen este hecho.
La importancia de Nicaragua
La importancia de la experiencia nicaragüense es que miembros de la misma pandilla que condujeron la ilegal guerra Contra de Reagan, (Negroponte, Armitage, Abrams y otros) son ahora actores destacados en el régimen de Bush Junior. En aquel entonces, mintieron diciendo que Nicaragua amenazaba la seguridad de EE.UU., igual como han mentido sobre Irak. Por ello, una mirada a la Nicaragua actual da una idea de lo que los iraquíes pueden esperar de sus ocupantes de EE.UU.
Miguel D'Escoto, que dirigió el exitoso caso de Nicaragua contra EE.UU. por terrorismo en la Corte Internacional de Justicia en 1986, escribió el pasado mes: "Sería un grave error llegar a la conclusión de que la actual conducta de EE.UU. representa algo temporal que cambiará cuando George Bush (Junior) abandone la presidencia. Nunca en su historia Estados Unidos ha dado un paso atrás en su impulso hacia la dominación universal y jamás ha corregido su conducta, yendo de mal a peor desde el punto de vista de los derechos del resto de la humanidad". Escribe por experiencia propia. En Nicaragua, como en otras partes, no se tolera la autodeterminación y el embajador de EE.UU. es el procónsul de facto.
Los neoconservadores de nuestros días pontifican sobre la democracia, la libertad y el desarrollo económico. Basta con observar Nicaragua para ver lo que quieren decir. Desde la perspectiva nicaragüense, la política exterior de EE.UU. se compone de tres ingredientes principales: la hipocresía, el cinismo y el sadismo. La sociedad nicaragüense fue destruida por los regímenes de Reagan y de Bush padre para dejar en claro una cosa desde el punto de vista político - los países que diverjan del control de EE.UU. serán debilitados económicamente y, si las sanciones no los llevan a ceder, serán el objeto de ataques militares.
Cincuenta mil personas murieron durante la guerra Contra instigada por EE.UU. contra Nicaragua, con el pretexto de ponerla en "el camino de la democracia". En 1987, la Corte Internacional de Justicia ordenó que el gobierno de EE.UU. pague a Nicaragua una indemnización de 16.000 millones de dólares en compensación por las pérdidas causadas por su terrorismo. Pero, desde luego, EE.UU. ignoró la sentencia y presionó al gobierno de Violeta Chamorro de 1990 para que abandonara todo intento de obtener esa justa restitución. Nicaragua fue recompensada con una ayuda económica gota a gota y las recetas del Banco Mundial. Mientras Israel recibe 540 dólares por cabeza en ayuda económica, Nicaragua, uno de los países más pobres del mundo con una población de tamaño similar, recibe poco más de 7 dólares. [2] Nótese que una sociedad bien situada con una mala reputación similar al apartheid, recibe más de 70 veces más ayuda que una sociedad muy pobre y maltratada y maltrecha por los efectos de la intervención de EE.UU. EE.UU. tiene una deuda moral con Nicaragua por la guerra que mantuvo contra el país, su prolongado apoyo al antiguo dictador Somoza y las promesas hechas antes de las elecciones de 1990. Desde ese punto de vista, la ayuda de EE.UU. a Nicaragua es una miseria.
En la actualidad, la mayoría de la gente en Nicaragua está peor todavía de lo que estaba hace veinte años. Los regímenes de Clinton y Bush intervinieron de manera decisiva para asegurar las elecciones de Arnoldo Alemán y de Enrique Bolaños; el uno un sinvergüenza, el otro un títere. Bajo los auspicios de EE.UU. y del Banco Mundial estos encargados, y Violeta Chamorro antes de ellos, impusieron las desastrosas políticas que han reducido a la mayoría de los nicaragüenses a penurias en constante aumento. Las esperanzas de la mayoría pobre de poder lograr una vida decente se han evaporado. La señal al final del camino neoliberal de Nicaragua dice bien claro: "Calle sin salida. Hecha en EE.UU."
* Toni Solo es un activista residente en Nicaragua. Su correo es: tonisolo@hotmail.com Notas
[1] Es muy difícil obtener cifras sobre la ayuda de EE.UU. a Nicaragua. En primer lugar, el gobierno nicaragüense no posee esas cifras, como revelará cualquiera solicitud al Banco Central de Nicaragua. Además, gran parte de la ayuda es "en especie" -o sea en técnicos o bienes de EE.UU. y el costo que se les asigne. Incluso si USAID declara que ha gastado 1.100 millones de dólares desde 1990 (las cuentas de la Oficina del Censo de EE.UU. muestran un total de 540 millones de dólares de ayuda en el mismo período), se debe calcular que una parte importante de esta suma paga por la aportación estadounidense -calculada aproximadamente en algo como un 40%, es decir fondos que pagan sobre todo por los elevados costos de personal y los gastos indirectos estadounidenses. Finalmente, hay que comprender que la ayuda de EE.UU. no es controlada por los nicaragüenses. La ayuda a Nicaragua no es una suma total como la que Israel recibe para que la gaste a su gusto.
Nota: La embajada de EE.UU., USAID y las agencias gubernamentales nicaragüenses ayudaron lo menos posible para obtener estas cifras. Todos nos desviaron a sus sitios en la red y se puede verificar fácilmente que hay pocos detalles en sus cifras o que carecen por completo de ellas.
La cifra nicaragüense fue obtenida como sigue: el flujo de ayuda sobre el que se informa entre 1998 y 2003 fue dividido por la población promedio durante esos seis años.