"Si Uribe es reelegido presidente, no voy a volver
a ver a Íngrid por siete años más"
Por Dick Emanuelsson
BOGOTA / 030814 / El 23 de febrero de 2002 fue retenida la candidata presidencial Íngrid Betancourt en un retén guerrillero a media hora del municipio de San Vicente del Caguán, el centro y laboratorio de paz que fue roto por el presidente Andrés Pastrana en la noche del 20 de febrero del 2002.
Más de un centenar de periodistas nacionales e internacionales tuvieron cabida en los helicópteros que volaban entre Florencia, la capital del departamento de Caquetá, y San Vicente del Caguán. Pero la señora Betancourt no. Gran culpa del secuestro de la candidata presidencial la tiene Pastrana, dice Juan Carlos Lecompte, su esposo, que incansablemente busca una salida de esta pesadilla para él y la familia de Íngrid.
Pero Lecompte no es de las personas que ruega al presidente Uribe, pensando que de no criticarlo habrá un intercambio humanitario o ³canje², como dicen las Farc. Al contrario, Lecompte y la familia de Íngrid contrastan en gran medida con varios de los voceros de los familiares de los secuestrados en el sentido de que no creen en las palabras de Uribe. Por eso, Lecompte afirma que con Uribe, los secuestrados se van a pudrir durante los cuatro años que dura su mandato.
Se olvidó el acuerdo humanitario
Si lo creo, y ahora la tengo esa convicción aun más explicita. Ahora pienso sin ninguna duda, que mientras Uribe sea presidente yo no voy a volver a ver a Íngrid, y los familiares de los secuestrados tampoco van a volver a ver sus familiares. Eso se vio claramente cuando Uribe cumplió un año (como presidente) y le hicieron todas las entrevistas en los periódicos y en las revistas. No se habló de acuerdo humanitario, un tema que se olvidó. Lo que me preocupa es que Uribe está promoviendo su reelección, y si Uribe es elegido presidente por otros cuatro años, no voy a volver a ver a Íngrid por siete años más.
Los generales dicen que están ganando la guerra...
Yo creo que eso es propaganda del gobierno. Si uno coge como real todos los datos y partes que entrega el gobierno de que 2.500 guerrilleros se han entregado o que han matado a 1.500 guerrilleros, ya, según esas cifras, no quedaría ningún guerrillero en Colombia. Esas cifras que el gobierno entrega a la prensa nacional yo las divido en diez. Cuando dicen que mataron a 80 guerrilleros, para mí mataron a ocho.
El camino de la guerra de Uribe
Es una propaganda del gobierno para estimular a la opinión pública que el camino es la violencia, que la solución colombiana es a través de las armas y no por la vía pacífica como queremos la mayoría de los colombianos. Esa publicidad la venden para que la opinión pública colombiana siga metida en esa lógica de la guerra y se olvide la salida negociada. Íngrid siempre ha dicho que la violencia en Colombia es sólo la fiebre, el síntoma, pero el verdadero mal o cáncer es la corrupción que ha generado todo esto.
En una reunión entre las FARC y los candidatos presidenciales que se efectuó en la zona desmilitarizada durante el proceso de paz, Íngrid Betancourt criticó varias acciones guerrilleras y falta de acciones políticas por parte de la guerrilla. Advertía y temía que eso podría dar ²papaya² a los sectores militaristas del establecimiento que trabajaban y buscaban una ruptura del proceso de paz y por una guerra total en el país. Pero también coincidió en muchos planteamientos y propuestas políticas guerrilleras.
Coincidencia política con la guerrilla
Sí, ella estaba muy preocupada por el futuro del proceso y fue a la reunión con las Farc. Uribe no fue. Yo me acuerdo el discurso de Íngrid que creo que fue uno de los mejores que ha hecho. Criticó algunas cosas de las Farc. Criticó la corrupción del gobierno e hizo unas propuestas de cómo desarrollar el proceso de paz y pidió que cada bando hiciera gestos unilaterales de paz. Al gobierno le pidió que hiciera un seguro de desempleo para que no vivan tantos desempleados en la miseria. A las Farc les pidió que cesara el secuestro.
A mí me parece muy extraño que las Farc hayan secuestrado a Íngrid, porque tienen muchos puntos en común, como, por ejemplo, la reforma agraria, que es muy similar a la de la guerrilla. Hoy en día la tierra está en poder de los narcotraficantes, los paramilitares y los grupos de élite en Colombia, una minoría.
Si la guerrilla quisiera jugar políticamente, yo sé que Íngrid sería una buena carta de oposición a Uribe. Ella tiene todo un dossier de Uribe y sabe exactamente quién es él y podría denunciarlo mundialmente ante el mundo. En Colombia es más difícil porque los medios son como una especie de guardia pretoriana alrededor del presidente donde uno no puede decir nada mal porque no te lo publica o lo rechazan. En ese sentido creo que las Farc están fallando.