CAMPESINOS LUCHAN POR LA SEGUNDA REFORMA AGRARIA
Econoticiasbolivia.com
Al conmemorarse hoy el 50 aniversario de la reforma agraria, los líderes campesinos e indígenas de Bolivia convocaron a la población a consumar una nueva revolución agraria para liquidar definitivamente el latifundio en el oriente del país, superar el minifundio del occidente y abrir la ruta del progreso y desarrollo para el agro.
"Hay que hacer una nueva reforma agraria, que acabe con la extrema concentración de tierras que están en manos de los grandes hacendados y que dote de tierra suficiente a millones de campesinos", dijo el líder cocalero y principal dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales.
El "Mallku" Felipe Quispe, el principal conductor de una de las dos fracciones en la que está dividida la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), aseguró, por su parte, que la lucha de campesinos e indígenas es por tierra y territorio, superando las limitaciones de la reforma agraria dictada el 2 de agosto de 1953.
"Queremos no sólo la tierra sino también el territorio; no sólo el suelo que pisamos sino también el subsuelo, con sus riquezas naturales como el gas, agua y petróleo", dijo Quispe al recordar las luchas campesinas que desembocaron hace 50 años en la dotación parcial de tierras y la supresión del pongueaje y servidumbre en la que estaban sometidos los indígenas .
"En un día como hoy, hace 50 años, el ex presidente Víctor Paz Estensoro dictó el decreto de reforma agraria en los campos de Ucureña (en el valle de Cochabamba) ante la presión de las masas armadas de indígenas y campesinos", explicó Quispe, un ex guerrillero indigenista y actual diputado e historiador.
Pese a su inicial doctrina que sustentaba que la tierra era de quien la trabaja, la actual reforma agraria generó, luego de una inicial redistribución de tierras, nuevos y gigantescos latifundios en el oriente y un empobrecedor y creciente minifundio en el occidente.
Así, informes oficiales establecen que "el 87 por ciento de las tierras (28 millones de hectáreas) está en manos solamente del 7 por ciento de propietarios de dotaciones agrícolas (y que) los campesinos tienen solamente 4 millones de hectáreas (13 por ciento)".
Con un 90 por ciento de la población indígena y campesina sumida en la pobreza, la sed de tierra está generando actualmente la ocupación de extensos latifundios improductivos, que están en manos de empresarios, militares y adherentes a las dictaduras de las décadas del 70 y 80, y del esquema neoliberal de los 90.
"Esas tierras las vamos a ocupar, si es que el gobierno no tienen la capacidad y la voluntad política de revertir estas propiedades que no cumplen ninguna función económica y social, y sólo sirven para negocios y tráfico de tierras", advirtió el lider de los campesinos sin tierra, Angel Durán.
Datos extraoficiales dan cuenta que en Bolivia existen 250 mil campesinos que no tienen tierra y que cerca de un millón de agricultores están atrapados en el minifundio.
"La gente ya no aguanta más", sentenció Durán, quien dio a conocer que el último ampliado del Movimiento Sin Tierra (MST), realizado este fin de semana, acordó iniciar la ocupación de tierras a partir de septiembre, si es que el gobierno desoye sus demandas.