Latinoamérica

La Jornada
Organizaciones de la sociedad civil mexicana preparan la semana de lucha antiglobalización, que se realizará en septiembre en Cancún, paralela a la Quinta Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Eréndira Cruzvillegas, directora del Centro Nacional de Comunicación Social (Cnecos), dijo que 85 agrupaciones vinculadas a diversas redes mundiales preparan este encuentro, al que se prevé asistan más de 100 mil personas.

Precisó que se presentarán propuestas alternativas a las políticas neoliberales aplicadas en muchos países, e incluso, además de conferencias y marchas pacíficas, está prevista una feria de alimentos y productos biodegradables para mostrar la otra cara de la moneda en un mercado justo.

Este no será un espacio para la confrontación, sino para evidenciar ante la opinión pública internacional que existen otras vías de establecer relaciones comerciales que no vayan en detrimento de los derechos humanos de las sociedades ni contra sus culturas, señaló.

Para México, expuso, la cita permitirá comprender el papel del país en los acuerdos con otros Estados o bloques regionales y su política de respaldar a la OMC.

Consideró importante que la sociedad civil tenga estrategias y propuestas concretas que ayuden a que México no adopte decisiones en lo oscuro y obliguen al gobierno a ser transparente en cualquier proceso de negociación.

En tanto, en Madrid, la organización no gubernamental (ONG) Intermon Oxfam anunció que reivindicará en la reunión de la OMC, a celebrarse en Cancún del 10 al 14 de septiembre, que se cumplan los acuerdos de esta institución a favor de los países pobres. Explicó a Notimex su propuesta para la reunión ministerial. La intención es que esta organización ''aumente su transparencia y orientación al desarrollo'' y exija que se cumplan los acuerdos firmados en materia de inversiones, eliminación del dumping agrario y acceso a los medicamentos genéricos.

En el capítulo de inversiones Intermón reclamará, además de cantidad, ''calidad'' en las mismas, ya que la inversión, ''regulada adecuadamente puede contribuir al desarrollo sostenible''. Lo anterior, debido a que los países ricos intentan imponer condiciones que minan la capacidad de los gobiernos de los países pobres para establecer políticas de desarrollo.