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Latinoamérica

Mensaje claro y fuerte de América Latina al G-8

Mariela Pérez Valenzuela / Granma

UN MENSAJE claro y fuerte de los países latinoamericanos, al decir del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, recibirán los gobernantes de las naciones más industrializadas del mundo en su próxima reunión, que comenzará este domingo en Francia.

Lula y el presidente de México, Vicente Fox, están invitados a la cita del llamado Grupo de los Ocho (G-8), la cual reunirá en la ciudad de Evian, en el Este de Francia, a los dignatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Japón (miembros del G-7) y Rusia.
Al igual que los dos mandatarios latinoamericanos, también estarán presentes, en idénticas condiciones, los jefes de Estado de China, la India, Arabia Saudita, Marruecos, Argelia y Malasia, entre otros.
Lula y Fox, en representación del Grupo de Río (conformado por 19 naciones de América Latina), se comprometieron en la recién concluida XVII Cumbre de esa agrupación regional, celebrada en la ciudad peruana del Cuzco, a transmitir una vez más al G-8 la necesidad de considerar en sus estrategias la situación desigual de los países en vías de desarrollo, una cuestión que, aunque sabida, es dejada al margen por las naciones ricas.
A pesar de que las cifras mundiales respecto a varios flagelos sociales, son consideradas terribles, tampoco en esta ocasión en la agenda de los poderosos económicos hay espacio para la búsqueda de soluciones a la pobreza existente prácticamente en países de todos los continentes; al desempleo, la falta de acceso a la salud, al analfabetismo, la prostitución y el narcotráfico.
Sin embargo, aunque el botín ya fue repartido, interesa a los ricos el futuro de Iraq, y por tanto ese será uno de los asuntos a analizar en la ciudad francesa.
Igualmente, la desaceleración económica, la caída del dólar y el estancamiento de las negociaciones comerciales a nivel global serán otros platos fuertes a discutir por el G-8.
Según medios de prensa brasileños, Lula confirmó que propondrá al G-8 la creación de un fondo mundial contra el hambre, que podría formarse con un porcentaje del dinero que los ricos dedican a la carrera armamentista.
Ya el gobernante sudamericano abordó el tema del hambre y la necesidad de luchar contra ese flagelo en el Foro Económico Mundial, en Davos, al que fue invitado en enero pasado.
Una de las cuestiones que más preocupa a América Latina y el Caribe es la concepción con la que se negocia en la actualidad el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que Estados Unidos pretende poner en marcha en el 2005 sin considerar las asimetrías económicas de los posibles participantes.
Se espera que en Francia el Presidente brasileño ataque el proteccionismo de los países industrializados a sus exportaciones.
"No podemos aceptar que los gobiernos de las potencias den subsidios millonarios, medidas de defensa comercial arbitrarias, porque es un proteccionismo disfrazado que nos roba nuestros mercados", afirmó Lula en la reunión del Grupo de Río, en directa alusión a Estados Unidos.
Allí señaló que demandará en el encuentro de Evian que "el comercio internacional sea una carretera de dos vías".
Lula y Fox también transmitirán en Francia la propuesta presentada en el Cuzco por Perú para que los países acreedores de América Latina, agrupados en el Club de París, destinen el 20% del servicio de la deuda externa a la inversión en infraestructura en la región.
La iniciativa peruana recibió de inmediato el respaldo de organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En opinión del ministro peruano de Economía, Javier Silva Ruete, esa iniciativa permitiría la construcción de obras viales imprescindibles para fortalecer el flujo comercial entre los países del área.
Según observadores, en el Cuzco quedó bien claro que acabar con la pobreza es el mayor reto que enfrentan hoy los gobernantes latinoamericanos.
"Es inadmisible que continúe habiendo hambre en medio de tanta abundancia", señaló Lula en ese histórico lugar, y llamó a adoptar medidas para emplear mejor los recursos de los que dispone cada país.
Un poco para adelantarse a lo que podrían exigir los líderes de varios países en desarrollo invitados a la primera jornada de la Cumbre, el presidente francés, Jacques Chirac, expondrá su ya anunciado proyecto de beneficiar los productos agrícolas africanos con un régimen comercial preferencial, para de esa forma evitar afectaciones a la producción nacional por las millonarias subvenciones a la exportación de los países desarrollados, incluidos algunos de Europa.
Tal moción chocará, según economistas, con los intereses de Washington, que por un lado proclama con insistencia la liberalización del mercado mundial, y por otro aumenta los subsidios a su agricultura, entre otros renglones, afectando a países exportadores como Brasil.
Al igual que en otras ocasiones, se espera que alrededor de un millón de personas participe en manifestaciones de protesta contra la globalización neoliberal y los criterios económicos de las naciones desarrolladas.