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Latinoamérica

Guatemala: Seguridad Social y certeza Jurídica anuladas

Ileana Alamilla ALAI-AMLATINA

Aunque pareciera imposible, con tan solo unos días de diferencia, fueron descubiertos en Guatemala dos hechos sumamente graves.
En el Registro de la Propiedad, en el que deben inscribirse los bienes inmuebles y muebles registrables y en donde constan todas las modificaciones a los derechos reales, sucedió la tradicional "falla tecnológica!", argumento moderno para encubrir las ilegalidades.
A partir de la súbita irregularidad en el sistema informático, todos los usuarios del registro, desde los Notarios hasta los propietarios de sencillos bienes, de mansiones o lujosas fincas y los interesados en garantizar o hacer efectivas obligaciones contraídas, se encuentran en una total incertidumbre.
No puede hacerse ninguna operación ya que el sistema prácticamente tronó. Y aun cuando evidentemente será reparado, el daño ya está hecho y es descomunal, no solo en lo referido a los aspectos económicos, o sea la imposibilidad de inscribir los negocios jurídicos o derechos reales, sino que la incertidumbre en la que se encuentran miles de guatemaltecos que, a la fecha, ignoran si todavía son propietarios de sus bienes. No es posible acceder a los asientos para constatar tal extremo y muy probablemente algunas propiedades cambiaron de dueño como por encanto.
Al parecer, hay una especie de magia negra, practicada por algunos empleados de alto nivel, en esa institución, que abusando de su poder y autoridad, contrataron empresas no aptas, por llamarlo de alguna manera, en el manejo de la tecnología, además de empleados interesados en realizar inscripciones fraudulentas Desvío de fondos del Seguro Por si esto fuera poco, también los usuarios del seguro social, generalmente población de escasos recursos, particularmente los jubilados, fueron afectados por inescrupulosos funcionarios que dispusieron de los recursos del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en giros totalmente ajenos para los que estableció la institución.
Mas de 500 millones de quetzales, equivalentes aproximadamente a 63 millones de dólares, fueron puestos en un fideicomiso e invertidos en compra de terrenos sobrevaluados, negocios realizados por empresas off-shore, creadas a la medida de este proyecto, con el pretexto de "construir casas" para los jubilados.
Lo patético de este caso es que desde hace meses se han estado publicando reiteradas notas de prensa, quejas, reportajes y denuncias de los afiliados, debido a que el IGSS no solo recortó el número de recetas que se surten a los usuarios, sino que además, suprimió algunas, indispensables para pacientes con padecimientos graves, como la esclerosis múltiple, aduciendo falta de fondos.
Estas medidas no sólo han puesto en peligro la vida de muchas personas sino que ahora resultan totalmente increíbles, al constatar que el Gerente y otras autoridades del IGSS, hicieron mal uso de ese enorme caudal de recursos.
Este alto empleado del seguro, nombrado por el Presidente de la República, tenía un pequeño antecedente, estuvo dos años detenido por vender visas norteamericanas falsas, lo que le valió ser merecedor de ese puesto.
No es la primera vez que durante el gobierno del Frente Republicano Guatemalteco, encabezado por Alfonso Portillo, sale a luz un escándalo de corrupción. La cantidad de diputados oficialistas, altos funcionarios de gobierno, incluyendo al Presidente, señalados de corrupción, malos manejos, malversación de fondos y lavado de dólares, es muy considerable, a tal grado que el Ministro de Gobernación, fue encarcelado por un desvío millonario de la cartera que dirigió, delito que aún no se esclarece y por supuesto, el dinero no aparece, pero él regresó a ocupar su curul en el Congreso.
El denominador común de todos los casos es la impunidad, acompañada de descaro y cinismo. Es tal el nivel de corrupción de este gobierno, que fue necesario crear, por exigencia de la comunidad internacional, una comisión por la transparencia, integrada por distintas personalidades, para que contribuyera a erradicar ese mal, aunque esto será cosa de paciencia.
El general Efraín Ríos Mont, ahora candidato del FRG a la Presidencia, célebre, no sólo por los señalamientos de genocidio y por sus actitudes mesiánicas, cuando le preguntaron sobre el particular dijo: "un ladrón más, un ladrón menos... pero se apresuró a aclarar, que no es de su partido, en un intento desesperado para encubrir tanta infamia.
Y ese es sólo una muestra de las trágicas historias de este país de lo insólito.