Crisis moviliza a la oposición
Quito, Ecuador - Marcelo Larrea para Adital -
Como interpretando una telenovela de inesperados sucesos sentimentales, el romance de la Izquierda Democrática (ID) y el Partido Socialcristiano parece llegar a su fin. Por un lado, los caprichos persecutorios del ex presidente Febres Cordero contra el ex jefe de estado, Gustavo Noboa, por carambola les han llevado a los presidentes de la Corte Suprema y del Congreso a bailar en la cuerda floja. Y por otro, el llamado del ex Presidente Rodrigo Borja a buscar la destitución de Gutiérrez, le han expuesto a la investigación fiscal por un acto condenado como sedicioso.
Los amores que se hicieron públicos hace dos años con los coqueteos de los ex presidentes Borja y Febres Cordero, que revelaron la habilidad de la ID para traspasar las barreras ideológicas cuando de cuotas de poder político se trata, les ha permitido el control de la Corte Suprema y en este año del Congreso Nacional, el Tribunal Constitucional y otros órganos claves del Estado, lo que ha restado severamente la capacidad de acción del Presidente Gutiérrez.
Hace un mes Febres Cordero acudió al Congreso para denunciar el manejo doloso e ilegal del canje de los bonos brady por los bonos global de la deuda externa. Pero al ex presidente no le preocupa que Ecuador siga pagando miles de millones de dólares de papeles ilegalmente emitidos, cuyo valor legal es nulo, sino exclusivamente el mérito para el enjuiciamiento penal del ex Presidente Noboa, por lo que demanda su encarcelamiento inmediato para cumplir con una vendetta política anunciada. La semana pasada el Presidente de la Corte, Armando Bermeo, denunció que fue sujeto a presiones de un político relevante para emitir esa orden de prisión, pero no reveló su nombre.
El partido socialcristiano respondió denunciando un presunto acto de corrupción de Bermeo en la adquisición de un edificio para la Corte y demandando que denuncie a los autores de las presiones. La luna de miel con la ID se transformó en una luna de hiel. El Presidente del Congreso, Guillermo Landázuri, fue apelado de su conducción de la sesión del parlamento del martes pasado, 24 de junio, en la que finalmente se aprobaron dos resoluciones. Una exhortando a Bermeo a denunciar a los autores de las presiones que constituyen un delito en contra de la justicia. Y la otra, solicitando a la Ministra Fiscal, la investigación del ex Presidente Borja por convocar públicamente a buscar la forma legal de destituir a Gutiérrez, lo que es considerado como un acto sedicioso.
La ID, que hace pocos días buscaba la sucesión de Lucio, ahora se enfrenta a una crisis política en la que está en juego su control de las presidencias de los dos poderes del Estado, el legislativo y el judicial y un eventual proceso penal contra su máximo líder Rodrigo Borja. Por el momento las peleas internas de dos fuerzas opositoras le han sacado a Lucio las castañas del fuego.
*Marcelo Larrea es corresponsal de Adital en Ecuador y director del periódico "el Sucre"