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Latinoamérica

25 de junio del 2003

Ecuador: Un comedido abre las puertas de Colombia

Marlene Toro
Quincenario Tintají

En cinco meses de gestión, el gobierno del coronel Lucio Gutiérrez ha demuestra múltiples errores de gestión y su incoherencia para poder llevar adelante una política nacional e internacional independiente, como promueven algunos sectores dentro del gobierno. En lo internacional, parece empeñado en desbaratar la posibilidad de mantener la independencia de Ecuador en política exterior.

La propuesta al Grupo de Río, de que las Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervengan para encontrar una solución al conflicto colombiano es un grave error del gobierno ecuatoriano. Esto en apariencia es plausible, aunque la ONU todavía no logra recuperarse del cuestionable papel que jugó en la última guerra en la que no quiso o no pudo hacer nada por Irak, puede transformarse en la excusa que faltaba para promover una intervención extranjera en Colombia. Mientras Gutiérrez va de ida, Uribe está de vuelta y propone que sean efectivamente las Naciones Unidas las intermediarias, pero agrega que esta sería la última oportunidad o sino la opción es la guerra total. La Declaración del Grupo de Río no expone los puntos con esos términos pero si deja entrever clara una 'solución' unilateral en su segundo párrafo.

La Declaración de los países miembros del Grupo de Río, reunidos en Cuzco, los días 23 y 24 de mayo, insta al Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, 'a que utilice sus buenos oficios para impulsar decididamente un proceso de paz en Colombia, exhortando a los movimientos guerrilleros que operan en dicho país a firmar un acuerdo de cese de hostilidades y entrar a un diálogo abierto y transparente que, a través de un cronograma con plazos, discutido y aprobado por partes, permita llegar a una solución pacífica y definitiva al conflicto colombiano, que cada vez afecta más a los países vecinos de la región'.

Si este proceso no tiene el éxito deseado, el Grupo de Río, junto al Secretario General de la ONU y en coordinación con el gobierno de Colombia, buscarán en una nueva consulta otras 'alternativas de solución'.

Esta propuesta a la que Gutiérrez calificó como 'uno de los más grandes triunfos (diplomáticos) de los últimos años' y de la que dijo sentirse 'muy orgulloso, muy satisfecho' porque 'ha sido recibida con beneplácito por todos los países especialmente por Colombia', podría traer serias repercusiones en el tema de la militarización de Colombia y el consecuente dominio de la región, por ese ultimátum que pone Uribe en caso de un fracaso en la gestión de la ONU. Esta, incluso, habría sido una de las razones para que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez firmara con reserva y pidiera un debate amplio sobre lo que se está proponiendo para Colombia.

Sectores oficiales y no oficiales en Colombia y Ecuador han mostrado su preocupación ante el tema. El Frente Social y Político de Colombia advirtió en un comunicado que se quiere propiciar una solución militar, ampliamente publicitada por Uribe y respaldada por los Estados Unidos y que se estaría intentando 'legitimar la intervención exterior bajo la cobertura de una eventual acción colectiva' asumida en la Cumbre del Grupo de Río. El diario El Tiempo de Bogota, del jueves 29 de mayo, cita que este seria 'uno de los triunfos diplomáticos de Uribe' en su política guerrerista.

Delegado de la ONU da la razón a la guerrilla

La propuesta de la intermediación de la ONU no es nueva. En una Carta Abierta al Presidente Álvaro Uribe Vélez, 20 de agosto de 2002, las FARC se pronunció señalando 'si la Insurgencia decidiera aceptar un diálogo condicionado, como usted lo propone, el interlocutor de la guerrilla, según el planteamiento suyo, no será ni usted ni el gobierno que usted preside, sino la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 0rganización ésta con la que conservamos buenas relaciones, como si el conflicto social y armado que padece Colombia por cerca de cuatro décadas, fuera entre la ONU y la Insurgencia colombiana y no entre la Insurgencia y el Estado colombiano, personificado en la casta dirigente liberal-conservadora, siempre dispuesta a impedir los cambios democráticos'. Indica, también y una vez más que 'la paz se tiene que negociar entre colombianos'. Sin embargo, Uribe la puso nuevamente sobre la mesa, 'en septiembre pasado, cuando se reunió con Kofi Annan. El Secretario General de las Naciones Unidas entonces le manifestó la disposición de realizar una labor de buenos oficios', cita el Diario El Comercio del domingo 1 de junio de 2003.

Consultado sobre el papel a jugar por la ONU en el país norteño, el delegado de ese organismo para Colombia, el norteamericano James LeMoyne, dio la razón a la posición política de la guerrilla en cómo iniciar unas negociaciones. En varias entrevistas realizadas durante su visita en Colombia, LeMoyne primero advirtió a quienes promueven una solución militar que 'están equivocados si creen que la guerra va a dar solución'. Por esta razón fue prácticamente regañado por la ministra de Defensa, el Palacio de Nariño y el mismo jefe de las Fuerzas Militares colombianas, el general Jorge Enrique Mora, quienes cuestionaron sus declaraciones promoviendo la paz.

Uribe el hábil

'Ecuador debe tomar medidas que estén encaminada a controlar la frontera ecuatoriano- colombiana, debe mantener su propuesta a favor de la paz, como política exterior con Colombia, y tiene que respetar la libre determinación de los pueblos. Está bien que el país trate de ayudar con mecanismos y formas para que se llegue a un acuerdo, pero no debe aceptar la regionalización del conflicto', señala el general Rene Vargas Pazzos, ex Ministro de Defensa y miembro del Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia en Ecuador, al tiempo que comenta que vio con mucho agrado cuando la canciller Nina Pacari Vega se negó a llamar terroristas a los guerrilleros, exigió respeto de la frontera en el tema de las fumigaciones e incluso ha pedido indemnizaciones por los daños ocasionados.

Pero al margen de estos hechos, indica, no se ve una política exterior contundente sobre el tema y el Ecuador se está dejando arrastrar. Colombia 'tiene una clara intención de involucrar al país, por eso no vigila su frontera, por eso empuja el conflicto de norte a sur, por eso pide que declaremos terroristas a los guerrilleros'.

Días antes de la Cumbre, Gutiérrez promocionaba la idea 'coadyuvar al proceso de paz en Colombia ofreciendo para ello el territorio nacional a fin de facilitar un eventual canje humanitario entre el Gobierno de Uribe y las FARC'. Esta oferta a criterio de Vargas Pazzos era más coherente, 'siempre y cuando el gobierno colombiano así lo hubiera solicitado'. El vocero de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Alexis Ponce, en un comunicado del 20 de mayo, indica que esta no era una propuesta aislada, porque México, al mismo tiempo que Gutiérrez informaba al Ecuador, habría aceptado un canje humanitario temporal por solicitud del gobierno colombiano. Y Francia estaría estudiando el mismo pedido.

'Uribe está utilizando hábilmente la propuesta de Gutiérrez. La idea era buscar la paz y no la guerra', comenta Vargas Pazzos. 'Uribe solo ha expuesto un plan de militarización para acabar con la guerrilla, jamás ha tenido una propuesta de salida política al conflicto'. El problema enfatiza Vargas Pazzos, 'es que no se entiende que el Plan Colombia es una farsa. El narcotráfico no es el objetivo. El objetivo es consolidar el control de los Estado Unidos en esta área, para eso tiene que eliminar todo aquello que pueda oponerse a sus intereses. La revolución bolivariana no está permitiendo el control absoluto del área petrolera por los Estados Unidos, por eso el conflicto con Venezuela. Las guerrillas son un impedimento para su política de expansión'.

El cambio de Gutiérrez

Hasta antes de las elecciones Gutiérrez coincidía con la posición de Vargas Pazzos. En el 2001, entrevistado por periodistas brasileños, el actual presidente de Ecuador remarcaba su 'oposición tenaz a que el Ecuador se involucre en el Plan Colombia porque pensamos que es una matanza innecesaria, un genocidio, lo que se va a realizar en Colombia'.

'El problema del narcotráfico, en nuestro concepto, al ser un problema de tipo social y económico debería recibir una solución de tipo social y económico, no una acción militar -decía Gutiérrez. Segundo, creemos que, como todos los pueblos, Colombia tiene derecho a su autodeterminación. El Ecuador podría colaborar para que el problema se solucione de manera pacífica, respetando el principio de no intervención y de autodeterminación. Podríamos ser parte de un conjunto de países que garantice un proceso de paz en el que se comprueben, inclusive en el sitio, las mutuas acusaciones que se realizan. Dicen que las FARC tienen vínculos con el narcotráfico, bueno, habría que comprobar en el sitio. Se dice que las Autodefensas Unidas de Colombia son un brazo armado del gobierno colombiano, pues habría que comprobar en el sitio. También hemos hecho llamados para realizar una movilización de conciencia a nivel mundial para parar el Plan Colombia y para sentar a los Estados Unidos a conversar.

Si -como ellos dicen- el objetivo central es terminar con el narcotráfico, hay otras formas. Nosotros creemos que el Plan Colombia apunta a terminar con el movimiento revolucionario colombiano y, una vez ubicados ahí, neutralizar los movimientos revolucionarios de toda Latinoamérica, como son los indios, los campesinos, los intelectuales y los militares nacionalistas y patriotas, que estamos aportando ideas para solucionar los problemas sociales, políticos y económicos fuera del neoliberalismo. Hacia allá creemos que se encaminan los Estados Unidos y no a terminar con el narcotráfico. Además, se acerca el asunto del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) para 2005 y quieren llegar en una posición geoestratégica, geopolítica y geoeconómica ventajosa. Terminando con los movimientos revolucionarios y neutralizando los movimientos sociales, entonces ellos consolidarían su hegemonía política, económica y militar en el continente americano y entonces el ALCA no tendría ningún obstáculo. Los problemas adicionales para el Ecuador se dan en la zona fronteriza, donde ha disminuido la actividad económica con Colombia, ha disminuido el turismo, han aumentado la delincuencia y los problemas sociales. Y por eso hemos manifestado nuestra oposición y por eso nos persiguen y nos están hostigando permanentemente'. ¿Cuáles son los motivos para el cambio en la posición de Gutiérrez?