Convivencia campesina en Manuarito, Sierra de Carabobo
Isrrael Sotillo
Rebelión
Juan Luna y su hijo, aparte de cultivar la tierra, hacen de transportistas a los pobladores de Manuarito en sendos caballos, uno rucio y otro alazán..
Resulta que la trocha se ha ido desdibujando por el transcurrir del tiempo, pero es seguro que se ha debido, preponderantemente, a la falta de mantenimiento por parte del Servicio de Obras Públicas del Estado Carabobo (SOPEC)..
Al encuentro, asistieron vecinos de La Bolivera (no tiene nada que ver con la Revolución, pero sí con una rica familia terrateniente), Las Mesas, El Sapo, Palmarito, El Cletero, El Tigre, Las Juasjuitas, Las Esperanzas, Las Mercedes, Los Cueros, Las Carpas, Valle Hondo, Los Baños, La Yagua y Timbique, todos, caseríos asentados en la Serranía de Carabobo, en los límites con el Guárico, es decir, en los predios del "Indio Rangel", líder de la primera insurrección campesina de Venezuela..
Para llegar o salir de estos parajes, si se toma como referencia la población más cercana, es necesario caminar unas tres horas como mínimo:.
"el otro día a mi hijo lo mordió una culebra y tuvimos que salir a las diez de la noche a caballo, y por poco se nos muere, ya que llegamos al hospital de Belén, casi a la una de la mañana", narra María Manaure, una bella mujer pasada de los cuarenta años y con un envejecimiento prematuro visible en su semblante y en su cuerpo..
En este lugar, los campesinos siembran, aparte de maíz, que es lo más, cambures, caraotas, yuca, ñame y lechosas; por cierto, que la última cosecha, se les perdió ante la imposibilidad de sacar los frutos para comercializarlos en el mercado: "hasta los burros se nos murieron en el intento de subir y bajar estas montañas con las cosechas", cuenta Julio Rodríguez, quien se ha ganado el respeto y el liderazgo de los labriegos..
Manuarito, sin temor a equívocos, está en emergencia, no existe dispensario de salud y no ven un médico por allí desde hace varios años; hasta al maestro Nicolás Martínez, quien no se sumó al golpe de estado, lo despidieron por órdenes de Simón García, director de educación del gobierno de Carabobo, siguiendo instrucciones al pie de la letra, del señor gobernador Salas Feo, y todo por haber cumplido con el deber de enseñar el programa escolar a los muchachos; la escuela donde trabajaba, tiene una matricula de cincuenta y cuatro alumnos, y por lo menos la mitad desertó después del paro de los mitocráticos de PDVSA en los meses de diciembre y enero pasados..
La mayoría de los labriegos de Manuarito se han identificado con el proceso revolucionario bolivariano que está en marcha en este país suramericano, por eso, tienen en contra a la gobernación del Estado y a la Alcaldía de su jurisdicción (ambas instituciones en manos escuálidas); pero el hecho de que las instituciones regionales y locales no cumplan con sus obligaciones, no debe eximirse al gobierno del Presidente Hugo Chávez de atender con urgencia los problemas de estas comunidades postergadas, ya que hay en Carabobo entes centralizados que deben dar respuestas contundentes a las carencias del pueblo..
El día de las madres, en Manuarito, fue bendecido por la lluvia que fugazmente cayó sobre los montes; la jornada transcurrió bajo una mata de taparo, y mientras lloviznaba, dentro de una casa de bahareque, pues, la seudo democracia representativa que gobernó a Venezuela durante cuarenta años de despilfarró y que se llevó el dinero producto del petróleo para los paraísos financieros no fue capaz de dignificar a esta gente con una vivienda decente. Por eso, Cosmen Damiana Méndez, ya mayor de 80 años y quien vive en un caserío denominado "El Sapo", el cual está ubicado en la falda de un cerro que se asemeja a un batracio; ella tan sólo aspira a que la Revolución la ayude a construir una vivienda digna: "no que me la den hijo, sino que me ayuden, yo puedo trabajar todavía, yo le pago los materiales con los frijoles y con la yuquita que siembro en estas tierras de la sierra", aseguraba con emoción, mientras hablaba con los chiquillos..
Nosotros, Julio Ramírez, Damasio Retaco, Richard Bogado, Gladys Tibedio y su hija Yalires, Nino Villalobos, todos belenenses, Edith Franco, también periodista, y este servidor, quien suscribe esta nota periodística, habíamos salido de Belén a pie para la sierra, porque nadie nos quería llevar debido al mal estado de la vía, y después de caminar durante una hora, aproximadamente, conseguimos un voluntario con un camión que nos prometió trasladarnos por veinte mil bolívares (13 €), cosa que aceptamos enseguida; al llegar nos dieron las gracias por haber venido a la convivencia campesina; para el recibimiento nos habían preparado un hervido con un par de gallinas de su propio corral y con hortalizas de sus campos:.
"la otra vez hicimos un sancocho para la gente del Instituto Nacional de Tierras (INTI) y nos dejaron esperando, no vinieron y hubo que repartirlo por todos los caseríos, manifestó con voz entrecortada y los ojos apenados el viejo Temístocles Rodríguez, patriarca de la comarca. Todos convenimos en comer al final de la asamblea..
Ya, cómodos, comenzamos la reunión entusiasmando a los niños con la lectura de los cuentos El caballo que perdió la cola, la Leyenda de la iguana y Los sueños del sapo, del argentino Javier Villafañe; los adultos, por su lado, ofrecieron sus testimonios: Irma Luna, habló de las "grandes" necesidades que tienen, entre otras, asistencia médico-odontológica, pidió que se hiciera, lo antes posible, una campaña de vacunación en la zona contra la malaria, el tétano y el sarampión; las hermanas Sabina y Alicia Manaure, confirmaron el estado precario en que se encuentran (la hija de esta última dará a luz muy pronto y temen que le sobrevenga el parto en la montaña); el maestro Nicolás, les dijo que espera por una decisión de la Procuraduría del Trabajo para reintegrarse a sus labores, antes no se lo permiten; Julio, el hijo de Temístocles, refirió la necesidad imperiosa que tienen de las Cartas Agrarias para poder optar a las consideraciones que debería otorgarles el Fondo de Créditos Agropecuarios (FONDAFA): ¡Que vengan pronto los créditos!, dijo..
Al término de la tarde, a los adultos se les brindó una conferencia sobre la historia revolucionaria del sitio y acerca del guerrillero Francisco José Rangel, "El Indio", cuya gesta había acontecido en esos parajes; todos y todas la escucharon con entusiasmo y sorpresa, puesto que desconocían lo sucedido en esos dominios de los tacariguas; el rostro del Indio fue testigo fiel de la discusión política de aquellos hombres y mujeres de Manuarito, pues, su cara estaba plasmada al fondo de la mesa del diálogo en una tela de color amarillo candela de dos metros por tres que colgaba de los árboles..
Con unas cuantas vivas al Indio Rangel y a la Revolución Bolivariana terminó la jornada de convivencia; por último, manifestaron que la lucha sigue y sigue... de allí, que ahora comenzarán a prepararse para la gran movilización de los campesinos del Municipio Carlos Arvelo, hacia el MINFRA, el INTI y el MAT, y demás organismos nacionales responsables de instrumentar las políticas del gobierno central en el Estado Carabobo, y si no son atendidos, para marchar hacia Caracas con los machetes y las escardillas para ser oídos y correspondidos en la demanda de sus derechos..
POST-SCRIPTUM: En el cuento de Villafañe, el sapo se ilusionaba con soñar todas las noches, en una, que era árbol, en otra, un pájaro, después, un caballo, o una nube, etcétera, pero al amanecer siempre se desilusionaba porque no le gustaba lo que había soñado ser, hasta que una mañana los sapos lo vieron muy feliz a la orilla del agua: "...-¿Porqué estás tan contento? -le preguntaron. Y el sapo respondió: -anoche tuve un sueño maravilloso. Soñé que era sapo".