21 de abril del 2003
Encuentro de Solidaridad con la Revolución
Boliviariana
Desde Venezuela, crónica
de una gente sencilla
Pascual Serrano. Caracas
http://www.pascualserrano.net
Durante tres días de mesas redondas y conferencias, intelectuales,
trabajadores, estudiantes y ciudadanos conmemoran un año de la reinstauración
de la democracia en Venezuela tras el intento de golpe de Estado. En una cualquiera
de las conferencias, cientos de gentes sencillas llenan la sala. Por primera
vez, los humildes, los desheredados han podido acceder a lugares como el Teatro
Teresa Carreño, sitio hasta hoy vetado para ellos y de uso exclusivo
de los oligarcas.
Gente sencilla, que me pide un bolígrafo para escribir el nombre del
ponente y me pregunta donde debe pulsar para que salga la mina. Gente que se
quita los zapatos durante las charlas porque su estado habitual es ir descalzo.
Son actos y conferencias donde no se oyen teléfonos móviles y
los asistentes constantemente aplauden, silvan cuando oyen el nombre de algún
golpista, gritan, levantan la voz. En una palabra, que participan y se sienten
actores y protagonistas.
Desde el año 1992, en El Salvador, no recuerdo a un pueblo con esta euforia
por haber recuperado su protagonismo y su compromiso. Hay intervenciones de
diez minutos que necesitan media hora debido a los aplausos.
Son personas que te paran por la calle para transmitirte su ilusión,
su pasión. Una anciana nos enseña una copia de la Constitución
y me dice: "Mira, mi hijo, hasta ahora nadie aquí se preocupó
de darnos formación, explicarnos las leyes... Hoy, este gobierno nos
explica las leyes, nos da copias para que participemos, no nos roba el derecho
a ser ciudadanos".
Ciudadanos que están orgullosos de su país y de su revolución.
"Y a usted, ¿qué le parece el proceso?", es la pregunta que más
me han hecho en la calle. Y lo dicen orgullosos de ese "proceso". ¿Alguien se
imagina a los españoles preguntando orgullosamente a los extranjeros
qué les parece nuestra monarquía parlamentaria?.
Tras el intento de golpe de Estado, lo venezolanos saben quienes son sus enemigos:
grandes empresarios, gerentes y sindicalistas corruptos, pero sobretodo los
medios de comunicación.
En el estrado, la periodista comunitaria Blanca Eekout denuncia con vehemencia
y pasión la mentira contada a Venezuela y al mundo por los medios durante
el golpe de Estado. Los medios acusaron a Chávez de la responsabilidad
en a muerte de los manifestantes del 11 de abril y encarcelaron a varios militantes
chavistas. Ayer fui a un acto de homenaje a los muertos en Puente Llaguno. Era
un acto chavista, porque prácticamente todos los muertos eran chavistas.
Me lo dice el representante de la Asociación de Víctimas (Asovic),
mientras me da un folleto con la foto y trayectoria de cada uno de los muertos.
Blanca Eekout lo expresa indignada: "Pusimos los muertos y los presos".
Con este Encuentro de Solidaridad con la Revolución Boliviariana, la
revolución de Venezuela ha roto las fronteras. Ha dejado de ser exclusiva
de los venezolanos, la han compartido con todos nosotros. Mantenerla y reforzarla
ha dejado de ser responsabilidad exclusiva de los venezolanos para ser una misión
de todos los hombres y mujeres del mundo que apostamos por otro mundo con justicia
y dignidad para todos los ciudadanos. Un mundo enfrentado a los imperios que
invaden, los medios que engañan y los poderosos que roban. Aquí,
ahora, en este Encuentro, está ahora el pueblo venezolano, con sus envejecidos
bolsos, con sus artesanales pancartas, en una palabra, con su voz. La voz recuperada,
la voz del pueblo.