CHOICEPOINT, EMPRESA PELIGROSA
LA JORNADA
La empresa estadunidense ChoicePoint, entidad que presuntamente
adquirió información del padrón electoral mexicano y de
otros archivos oficiales del país para luego venderla al gobierno de
Estados Unidos, tiene un perfil inquietante y potencialmente peligroso para
la soberanía nacional, en lo general, y para los ciudadanos mexicanos,
en lo individual.
ChoicePoint es una de las empresas utilizadas por Washington para burlar las
disposiciones legales estadunidenses que prohíben a su gobierno recabar
datos personales para usos no especificados y tuvo implicación directa
en la posible adulteración del padrón electoral de Florida durante
los comicios presidenciales de Estados Unidos, en 2000. Según fuentes
consultadas por este diario en el país vecino, ChoicePoint manipuló
el listado de votantes de ese estado para eliminar electores de origen hispano
y afroamericano, circunstancia que incidió en el más que dudoso
triunfo de George W. Bush. Esta afirmación fue también emitida
ayer por el secretario de Gobierno del DF, Alejandro Encinas, al referirse a
la presunta compra de datos de licencias de conducir de la capital del país
por ChoicePoint.
Además de su participación en un posible amañamiento de
los comicios de Florida para favorecer al Partido Republicano y al hoy mandatario
Bush, suceso abiertamente denunciado en Estados Unidos, ChoicePoint ha divulgado
y comercializado en varios casos datos falsos, ha afectado a ciudadanos del
país vecino y ha sido demandada ante los tribunales. ChoicePoint es,
por añadidura, un centro de información que no tiene escrúpulos
a la hora de obtener y presentar archivos críticos -la ilegal adquisición
del padrón electoral mexicano y la manipulación del de Florida
son sólo dos ejemplos- y opera como una especie de entidad parapoliciaca
en labores de inteligencia e identificación de supuestos terroristas
y otros presuntos delincuentes para el gobierno de Estados Unidos.
Por tratarse de una empresa privada, ChoicePoint está al margen de los
controles aplicables a las instancias gubernamentales y de la supervisión
pública, y se coloca como un poder sin freno que podría utilizar
la información que posee para controlar, espiar o tergiversar. Y aunque
también ha prestado servicios relevantes, como la identificación
de DNA de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre, el hecho
de que sea una corporación movida por el afán de lucro supone
que sus actividades y acervos informativos están también al servicio
del poder y el dinero, con todo lo que ello implica.
Que una entidad de esa naturaleza esté en posesión de información
sobre millones de mexicanos resulta inquietante y peligroso, pues tal situación
genera severos riesgos para la seguridad nacional y expone a los ciudadanos
del país a padecer persecución, discriminación o errores
por parte de autoridades y otras entidades de Estados Unidos, aun sin ser responsables
de ilícito alguno.
Por ello, el gobierno de México, a través de las instancias competentes,
debe explicar a la ciudadanía estas graves circunstancias, exigir de
forma inmediata a su contraparte estadunidense información clara sobre
sus vínculos con ChoicePoint, entablar contra esa corporación
un proceso judicial por la presunta compraventa ilegal del padrón electoral
y otros archivos nacionales, e iniciar de manera expedita y profunda una investigación
para identificar y sancionar a los responsables de la entrega a esa empresa
de datos cruciales y confidenciales que son, antes que nada, propiedad exclusiva
de sus titulares mexicano
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JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 20 de abril. El gobierno estadunidense ''privatizó''
la recaudación de fichas de inteligencia sobre todo ciudadano de este
país y de cientos de millones más de América Latina, al
pagar a la empresa ChoicePoint y a otras firmas para que concentraran miles
de millones de datos personales como son huellas digitales, ADN, números
de teléfono, registros de vehículos, direcciones particulares
y mucho más.
Este es el lado oscuro de la revolución informática, señalan
los defensores de la privacidad. ''La posición operante de la ley estadunidense
es no permitir que el gobierno recabe información general personal'',
explicó el abogado Chris Hoofnagle, asesor legal de Electronic Privacy
Information Center. ''Ya que el gobierno está impedido para recabar la
información, simplemente permite que ChoicePoint lo haga en Estados Unidos
y ahora en América Latina'', agrega.
Así, ChoicePoint se ha convertido en el proveedor más grande de
información y datos personales para empresas y gobierno. Esta semana,
la agencia Ap reportó que esta compañía está ofreciendo
información sobre unos 60 millones de ciudadanos mexicanos a agencias
del gobierno federal estadunidense. En un sitio de Internet establecido sólo
para sus clientes del gobierno federal estadunidense, ChoicePoint brinda acceso
a ''más de 10 mil millones de datos sobre individuos y empresas''.
En los últimos años esta empresa ha estado involucrada en investigaciones
de alto perfil. Actualmente realiza la verificación del ADN de las víctimas
de los atentados del 11 de septiembre; asimismo, sus datos ayudaron a detectar
al francotirador de Washington, el año pasado, y la firma dice haber
ayudado en el rescate de 776 niños desaparecidos o extraviados.
También fue ChoicePoint la que otorgó a los funcionarios electorales
republicanos de Florida una lista de errores, misma que depuró el padrón
electoral estatal de manera equivocada, sacando a miles de votantes poco antes
de la elección presidencial de 2000, cuyo disputado resultado llevó
a George W. Bush a la Casa Blanca por decisión de la Suprema Corte.
Agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI) o del Servicio de Inmigración
y Naturalización (SIN) pueden investigar a un sospechoso simplemente
entrando a Internet tecleando un código y unos cuantos números.
ChoicePoint recauda información de una amplia gama de fuentes, incluyendo
empresas de tarjetas de crédito, agencias estatales de licencias para
conducir, directorios telefónicos, historiales de tránsito, de
bienes, familiares y mucho más, todo lo cual se deposita en un enorme
banco de datos que está catalogado según el número de seguro
social de cada individuo.
Así, los agentes federales fácilmente pueden sacar de sus computadoras
las fechas de nacimiento de las personas, teléfonos registrados a su
nombre (aunque sean confidenciales), verificar sus propiedades, con quién
viven, dónde están sus familiares y sus antecedentes penales,
en su caso. Otras empresas parecidas ofrecen información sobre bienes
financieros, cuentas bancarias, transacciones de tarjeta de crédito y
documentos empresariales.
''Si usted está localizando a un sospechoso o a un prófugo, identificando
o verificando bienes, investigando un fraude o necesita un expediente público
de un tribunal, ChoicePoint Online le dará resultados'', anuncia la empresa
en su sitio www.cpgov.com,
establecido para empleados gubernamentales. Frecuentemente agencias particulares
del gobierno recaban información específica. El Servicio Federal
de Tributación mantiene todos los archivos de impuestos y de contribuyentes.
Pero después de una serie de abusos en los 70, cuando el gobierno federal
utilizó información personal para intimidar a ciudadanos u opositores
políticos del presidente, el Congreso aprobó la Ley de Privacidad,
que prohibió la recaudación general de expedientes de ciudadanos
para usos no especificados.
Pero ahora, señala el abogado Hoofnagle, el gobierno ha logrado evadir
la Ley de Privacidad al contratar empresas privadas para levantar expedientes
de casi cada adulto en este país.
Hace dos años, la agrupación Privacy International, que se dedica
a investigar abusos en materia de privacidad, otorgó a ChoicePoint su
premio Big Brother, por su ''venta masiva de expedientes, precisos e imprecisos,
a policías, compradores directos y funcionarios electorales''.
Al ''premiar'' a ChoicePoint, Privacy International mencionó específicamente
el caso por el que esta empresa otorgó a los oficiales electorales de
Florida datos sobre votantes que podrían no tener el derecho a sufragar
en la elección presidencial de 2000. Miles fueron depurados del padrón
con base en esta información. Fue un escándalo político
al ser revelado, ya que los comicios presidenciales fueron definidos por las
irregularidades y el conteo tan cerrado, precisamente en ese estado. La empresa
insiste en que no debería ser responsabilizada por los errores de la
lista, ya que sólo estaba suministrando a Florida datos de otras agencias
gubernamentales, y la junta electoral local era la que estaba obligada a verificarlos.
El director de mercadotecnia de ChoicePoint, James Lee, rechaza la caracterización
de su empresa como Big Brother, nombre que el escritor George Orwell dio a la
autoridad omnipresente. ''Es nuestra filosofía empresarial; la información
utilizada de manera apropiada es un instrumento poderoso que ayuda a prevenir
riesgos'', declaró en entrevista reciente con La Jornada.
ChoicePoint, aseguró Lee, mantiene una política rigurosa para
asegurar el respeto a la privacidad de los individuos; todo cliente que compra
acceso a esta información debe declarar por qué necesita estos
datos y la empresa se reserva el derecho de negar la información si considera
que será usada indebidamente.
Al mismo tiempo, Lee argumentó que la sociedad necesita tener algún
mecanismo para facilitar la investigación oficial de delitos o para que
empresas particulares puedan verificar las credenciales de empleados. ''Estos
instrumentos de información pueden ayudar a que la gente se sienta más
confiada'', dijo. Pero el problema es que la información, y su veracidad,
pueden conducir a que alguien sea cesado de su trabajo, se le niegue el derecho
al voto y hasta determinar el resultado de una elección.
En 1998, una mujer de Chicago fue despedida de su empleo después de que
ChoicePoint informó a sus patrones que había sido condenada por
un delito grave, pero la información estaba equivocada. La afectada demandó
tanto a su patrón como a ChoicePoint y recibió una compensación,
pero los críticos dicen que hay muchos más casos como éste
donde un empleado simplemente es despedido con base en este tipo de información.
La empresa reconoce que en otro caso la información que obtuvo del departamento
de vehículos de motor de Pennsylvania fue usada indebidamente. Y está
el caso de la elección en Florida. La asociación de derechos civiles
demandó al estado de Florida y a ChoicePoint, porque miles de votantes
negros fueron depurados del padrón a raíz de información
errónea otorgada por la empresa; el caso aún está en proceso.
Los expertos en estos asuntos sostienen que esto es sólo la punta del
iceberg. El Pentágono y el nuevo Departamento de Seguridad Interna están
lanzando ambiciosos proyectos que dependen de ChoicePoint, y de otras seis empresas
de recaudación de datos, para rastrear ciudadanos y analizar patrones
de comportamiento supuestamente bajo la justificación de la detección
de ''terroristas''. La nueva iniciativa de protección de pasajeros aéreos
del Departamento de Transporte utiliza datos de ChoicePoint y de empresas similares
para verificar la identidad e historial de cada individuo que compra un boleto
de avión.
''La nueva agencia de seguridad de la transportación tal vez tendrá
el banco de datos más grande que se ha elaborado hasta la fecha'', comentó
un especialista del ramo cibernético entrevistado por La Jornada, quien
pidió el anonimato, ya que trabaja en algunos contratos del gobierno.
''Ya están recaudando muchos más datos sobre números de
teléfono, compras con tarjetas de crédito y otra información,
y elaborando listas de personas que consideran sospechosas'', concluyó.