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Según el boletín La Nueva Pdvsa (07/12/03) representantes de Shell y Exxon Mobil participarán en la explotación de la Faja Petrolífera del Orinoco, con lo que después de las concesiones de la Plataforma Deltana y las negociaciones de Tomoporo, se amplían las inversiones multinacionales energéticas avaladas por la llamada "Revolución Bolivariana".

Las explicaciones del gobierno venezolano actual acerca de su política petrolera hubieran asombrado al propio George Orwell, llevando a grados de paroxismo la práctica del "doble- pensar". Según el boletín La Nueva Pdvsa, realizado por la Gerencia corporativa de asuntos públicos de Pdvsa, encartado en el diario Ultimas Noticias del pasado domingo 7 de diciembre, representantes de Shell y Exxon Mobil manifestaron su disposición de participar en los proyectos de explotación y exploración de crudos pesados que se encuentran en la Faja Petrolífera del Orinoco. En esta zona se encuentra la mayor concentración de recursos del hemisferio, con reservas estimadas en 275 mil millones de barriles. La pequeña nota contrasta con los artículos ubicados en la primera página, en donde se afirma que "PDVSA sí es de todos los venezolanos", citando palabras del presidente con el titular "Pdvsa alineada con los intereses del país".

Algunos sectores han cuestionado duramente la polìtica petrolera llevada a cabo por el presidente actual de PDVSA Alí Rodríguez Araque, en virtud de las negociaciones llevadas a cabo bajo su rubrica las cuales benefician ampliamente a la inversión foránea en materia energética. Empresas como Chevron Texaco y British Petroleum fueron beneficiadas con una concesion por 35 años en la mayor reserva gasífera del país: La Plataforma Deltana. Por su parte, Repsol YPF se vera beneficiada con la concesión de una reserva en el estado Zulia: La reserva de Tomoporo. Ahora se anuncia la apertura de ofertas para explotar los yacimientos ubicados en la faja del Orinoco.

La explotación del principal recurso venezolano continua bajo los esquemas de los gobiernos anteriores, cosa que confirmaria la poca voluntad de transformación real de las estructuras y de las políticas económicas llevadas a cabo por la "Revolución bolivariana". Mientras los sectores populares venezolanos han caído en el chantaje de enfocarse en una lucha contra el capital y la burguesía venezolanas, el capital financiero globalizado se ha visto ampliamente beneficiado por una política de atracción sin peajes al capital foráneo del país.