Latinoamérica

Bolivia
A un mes del nuevo gobierno

En medio de una crisis recurrente y aun sufriendo las secuelas sangrientas del "octubre negro", el gobierno del presidente Carlos Mesa Gilbert recibió el espaldarazo de la XIII Cumbre Iberoamericana, realizada en Santa Cruz de la Sierra. En paralelo al evento oficial, los movimientos sociales fueron como peces en el agua del ambiente diplomático, constituyéndose en una propuesta alternativa y hasta complementaria del proyecto oficial.

Washington Estellano - Desde Bolivia
BRECHA

Los principales líderes de América Latina y el Caribe que buscan salidas al neoliberalismo -Néstor Kirchner, de Argentina; Hugo Chávez, de Venezuela, y Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil- tuvieron largas conversaciones con el presidente del Movimiento al Socialismo (MAS), el diputado Evo Morales. Y como corolario el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, departió con el líder socialista y lo invitó a participar en una próxima reunión sobre indigenismo en la sede de esta organización.
Por otra parte, Morales explicó al presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, los proyectos del MAS para combatir la pobreza y la desocupación. Según el diputado del MAS, Iglesias quedó impresionado por la forma en que ellos pretenden resolver la pobreza en el campo: que los proyectos sean manejados por los ayllus.
"Iglesias ha instruido al BID-Bolivia para que, junto a las comunidades campesinas, hagan proyectos productivos que sean ejecutados por los ayllus", dijo Morales.
Mientras el huidizo Sánchez de Lozada, en su campaña por invalidar a los dirigentes populares, los acusa de "narcotraficantes", personalidades de la comunidad internacional buscan "palanquear" al nuevo gobierno y a los dirigentes emergentes.
Otro aspecto favorable de la cumbre en relación a la situación agónica del país es la promesa generalizada de ayudar financieramente al Estado boliviano. Sin embargo, se pudo notar la preocupación del presidente español José María Aznar por las inversiones empresariales y financieras del reino español en América Latina y especialmente en los países del Cono Sur. En cuanto a Bolivia una preocupación central, que sin dudas estuvo en el centro de la discusión de Aznar con el presidente Carlos Mesa, es la futura política sobre el gas natural, que el nuevo gobierno se comprometió a revisar.
LAS SOMBRAS... De fuentes fidedignas se sabe que el Departamento de Estado de Estados Unidos no se piensa jugar por el gobierno de Carlos Mesa. Todo lo contrario, buscará colocarlo entre la espada y la pared. Y ya comenzó el acoso para someterlo a sus fines. La embajada de Estados Unidos dio a conocer un supuesto estudio satelital sobre las extensiones de plantaciones de coca. Según este estudio, mientras que en el Chapare (donde se continúa erradicando el arbusto) disminuyeron las plantaciones, en la región de los Yungas, donde es legal la plantación de 12 mil hectáreas, hubo un aumento que sobrepasa esa cifra. La conclusión a la que llega el estudio es que ese aumento va para el narcotráfico.
Bolivia recibe ayuda financiera y militar de Estados Unidos para llevar adelante la erradicación de la coca. Ahora el informe satelital dice: "Éste es el desafío que enfrenta Bolivia ya que el excedente de la coca que se requiere para abastecer el mercado legal tradicional resulta sustentando el mercado ilegal de la cocaína".
El dirigente de los productores de coca de los Yungas Dionisio Núñez invitó a los funcionarios de la dea (Drugs Enforcement Agency) a revisar in situ los cocales antiguos y los nuevos. De este modo espera que comprendan que los cultivos no pueden calcularse sobre la base de hectáreas, ya que luego de cuatro años de uso los terrenos muestran un desgaste por el cual en una hectárea pueden quedar menos de diez plantas de coca.
El dirigente recordó los intentos fallidos de militarizar los Yungas como fue durante el Ministerio de Gobierno de Guillermo Fortun y los bloqueos del puente Santa Bárbara en el conflicto reciente. Por su parte el ministro de Defensa, Gonzalo Arredondo, aseguró que las Fuerzas Armadas no se plantean ingresar en la zona para iniciar labores de erradicación, aunque advirtió que cualquier resolución depende del presidente de la República.
NUEVA HUELGA DE HAMBRE. En los últimos días cerca de 200 personas iniciaron una vigilia permanente y 28 están en huelga de hambre exigiendo una justa indemnización para los deudos de los muertos y heridos durante el "octubre negro".
La socióloga Silvia Rivera, que está junto a los huelguistas, declaró: "Si nos atenemos al discurso inaugural del presidente Carlos Mesa en el que pedía 'Ni olvido ni venganza, justicia', tendríamos que reconocer que estamos ante un nuevo caso de amnesia o de degradación de la palabra. Porque lo que estos huelguistas viven es el olvido del Estado, la invisibilización por la sociedad y la minimización de su movimiento por los medios de comunicación".
Son indicios de que el gobierno de Carlos Mesa se encuentra entre la espada y la pared.