Historias de curas y narcos
Los templos del dinero sucio
Alberto Najar.
Masiosare
Como el gobierno, como la sociedad mexicana entera, la Iglesia católica ha sido tocada por el dinero del narcotráfico, un pecado que se niega más de tres veces pero cuya huella aparece en la cantera, el mármol y la caoba de los templos financiados con dinero sucio. El escándalo de las narcolimosnas persigue a los religiosos, de cardenales a curas de pueblo, empeñados en justificar esa relación con el argumento de salvar ovejas descarriadas. El vínculo es inevitable y tal vez por eso se presta a confusiones: del dinero mal habido, es la conseja en la curia, salen obras de caridad .
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GUADALAJARA, JALISCO.- Desde la sierra de Quila, una de las regiones con mayor presencia del narco, el mensaje no dejó lugar a dudas. .
"No me metas en chingaderas", fue la respuesta de Raymundo, uno de los narcotraficantes más poderosos de la región, a la solicitud para hablar sobre el apoyo que su familia suele dar a los templos católicos. "Con la Iglesia no me meto, mucho menos con el cardenal (Juan Sandoval Iñiguez)". .
La reacción del traficante era previsible, sobre todo por sus circunstancias actuales. Hace dos años una banda rival ejecutó a su hermano menor, Alberto, quien ni siquiera estaba en el negocio. Fue un golpe duro, tanto que la familia aplica desde entonces su propia versión del Viejo Testamento: ojo por ojo, muerto por muerto. .
El único consuelo fue el apoyo espiritual del sacerdote de Chiquilistlán, a quien la familia apoyó, a instancias del fallecido, para remozar una capilla. Al padre Pedro Castañeda Caro lo cambiaron de parroquia a principios de este año, y con el nuevo cura la familia del narco, al parecer, no ha hecho buenas migas. .
Tal vez por eso a Raymundo no le cayó nada bien la propuesta de ventilar sus relaciones con el clero, como tampoco gustó a los sacerdotes señalados de atender o recibir apoyo de los traficantes. .
Y es que en Jalisco el tema raspa, sobre todo a raíz de la investigación que por presunto lavado de dinero lleva a cabo la Procuraduría General de la República (PGR), en contra del cardenal Juan Sandoval Iñiguez. .
Un asunto donde los jaliscienses tienen la piel muy sensible, explica Jorge Regalado Santillán, secretario académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. .
"El tema de los presuntos vínculos entre el narcotráfico y la Iglesia está muy presente desde el asesinato del cardenal (Juan Jesús) Posadas Ocampo, pero ahora cobra más fuerza, se pone más en la mesa de discusión. No hay casa en Guadalajara donde no sea motivo de polémica". .
Hay razones para el debate. En Jalisco, como ocurre en otras entidades con fuerte presencia del narcotráfico, la vida gira, de una u otra forma, alrededor de esta actividad. .
En Culiacán, Sinaloa, por ejemplo, los fotógrafos que trabajan en eventos sociales ya saben que este año la cosecha de amapola y mariguana será mala porque bajó la demanda de piñatas (fiestas infantiles) y carnes asadas donde se contratan. Y en Tepatitlán, Jalisco, el termómetro para medir al negocio es la venta de camionetas, que en estos días es escasa. .
"Hace poco el gobernador (Juan Sigfrido) Millán declaró que 62% de las empresas sinaloenses dependen del narco", recuerda el escritor Leónides Alfaro, autor de Tierra Blanca, una de las primeras novelas sobre el tráfico de drogas en esa entidad. "Los narcos están en todo, en la policía, el Ejército, las empresas; ¿por qué no iban a poder entrar a la iglesia?" .
Y sí, sobre todo por un hecho ineludible: la mayor parte de los narcotraficantes mexicanos son católicos que "bautizan a sus hijos, se casan, celebran comuniones o fiestas de 15 años en las iglesias", insiste Alfaro. .
Al mismo tiempo, "los sacerdotes tienen la obligación moral de atender a todos, sin importar a qué se dediquen", añade el investigador Francisco Bergodere, autor del libro Obispos mexicanos del siglo XX y uno de los cronistas de la Arquidiócesis de Guadalajara. .
La relación es, pues, inevitable, como reconoce el sacerdote Benjamín Oliva, confesor de El Señor de los Cielos, Amado Carrillo Fuentes. "¿A quién acude usted cuando se enferma? Con un médico, ¿no? Pues es lo mismo, cuando alguien necesita de auxilio espiritual viene con nosotros, y no le podemos negar nuestro servicio", afirma. .
La realidad es que el vínculo entre sacerdotes y narcos va más allá de las bendiciones. Y las evidencias están grabadas en la cantera, el mármol o la caoba de los templos que éstos ayudaron a construir. .
En casa de cardenal...
Ocotes de Moya es una ranchería de 15 viviendas de ladrillo y adobe a unos minutos de la cabecera municipal de Yahualica, Jalisco. .
Según la tradición, a mediados del siglo XVIII un campesino encontró la imagen de Cristo en la rama de un encino, y a partir de ese momento empezó a ser venerada, primero en la enramada donde se le vio por primera vez y después, a partir de 1868, en una ermita de adobe construida ex profeso. .
Casi 100 años después, el 9 de febrero de 1961, empezó la construcción de lo que sería el santuario del Señor del Encino con una ceremonia donde ofició su primera misa en su tierra natal un joven sacerdote: Juan Sandoval Iñiguez. .
Desde esa fecha, prácticamente nada se hizo para levantar el santuario; imposible obtener recursos de los lugareños a quienes sus ingresos ni siquiera alcanzan para emigrar a Estados Unidos. .
Pero a fines de 1998, cercana la canonización de 28 mártires mexicanos -algunos nativos de Yahualica-, alguien aportó dinero para concluir la obra. .
Y en qué forma. El santuario, consagrado el 15 de marzo de 2000 por el mismo sacerdote que lo vio nacer, el ahora cardenal Sandoval Iñiguez, está construido por dentro y por fuera con cantera rosa y morada; el piso es de mármol, las bancas de caoba y la herrería para puertas, ventanas y la cerca que rodea el atrio se mandó a hacer especialmente a Guadalajara, a unas tres horas de la ranchería. .
Las dos torres, de 30 metros de alto cada una, se distinguen a varios kilómetros a la redonda (sobre todo porque, aparte de las 15 viviendas del rancho, no hay nada más, ni siquiera cultivos visibles), y desde hace unos meses inició la construcción de una serie de arcos de cantera y una sacristía, aunque no hay ni párroco. .
¿De dónde salió el dinero? "Es un misterio", responde Jaime Olveda, coordinador académico de El Colegio de Jalisco y originario de Yahualica. "Aquí pensamos que una parte la pusieron los norteños (migrantes), otra salió de limosnas y lo demás fue aportación de los narcos". .
No es descabellado, sobre todo porque en Yahualica, como en el resto de los municipios de Los Altos, el narcotráfico es asunto cotidiano. .
Fue aquí donde la Operación Casablanca de 1998, implementada por la agencia estadunidense antidrogas (DEA), encontró una extensa red de lavado de dinero que involucró a gerentes de bancos, empresarios y agricultores. .
Hace dos años, por ejemplo, el obispo Javier Navarro, de San Juan de los Lagos (a hora y media de Yahualica), se quejó por la excesiva venta de droga en el atrio de la catedral dedicada a la virgen del mismo nombre. .
En respuesta, el gobierno estatal estableció un operativo especial en el municipio considerado, junto con Lagos de Moreno, Tepatitlán, Jalostotitlán y la tierra del cardenal Sandoval Iñiguez, como los principales centros de consumo y venta de droga en la región. .
Luego, en agosto de 2002 la PGR realizó un cateo en la cabecera de Yahualica para decomisar cocaína, cartuchos y cuernos de chivo (rifles AK-47). Allí son comunes las mansiones construidas en unos cuantos meses. .
El narco está presente en todo, hasta en los foros de Internet de los alteños. En febrero pasado en la página electrónica yahualica.net se generó una discusión a partir de una queja firmada por Ismael Alejandro Pérez, residente de Pittsburgh. .
"¿Se ofenden porque dije que Yahualica está llena de narcos, de gente drogada y que no hay futuro?", decía el mensaje. "¿A poco no digo la verdad? ¿Qué futuro hay? ¿Ser peón para hacerle la casa a un narco?" .
Con la sequía de varios años, una prolongada crisis en la producción avícola y la sobre- explotación de los cultivos de agave, el tráfico de drogas parece ser una de las pocas actividades rentables en Los Altos, donde, curiosamente, no se producen drogas. .
Lo que se invierte en la región -incluidas las aportaciones para misas y templos- es la ganancia de las redes de tráfico establecidas en la frontera. .
Paradójicamente, la construcción del santuario del Señor del Encino sirvió de muy poco a quien en Ocotes de Moya se considera su principal patrocinador, José María Limón. .
Hace tres años viajó a Guadalajara para atenderse de un persistente acné, pero un par de sicarios le aplicaron su propio tratamiento: le asestaron ocho balas en la cara. .
La versión oficial sobre el crimen fue, indicó la procuraduría estatal, un ajuste de cuentas entre narcotraficantes. .
Monaguillos de lujo
Los vecinos del fraccionamiento Monraz, uno de los más tradicionales de Guadalajara, todavía recuerdan la noche de hace tres años cuando un grupo de encapuchados, con cuernos de chivo y metralletas, se llevaron del templo de Santa María de los Angeles la imagen de San Juan Macías. .
Ya tenían rato con la sospecha. El santo, importado de Perú, empezó a recibir cada vez con más frecuencia la visita de personajes extraños, hombres malencarados de cinturón piteado y botas de piel de avestruz. .
Los visitantes llamaban la atención no sólo por su atuendo sino por los regalos que dejaban: billetes de 500 pesos en las canastas durante las misas, centenarios en los cepos para las limosnas. .
A San Juan Macías, explica Semanario, órgano oficial del Arzobispado de Guadalajara, se le conoce como Padre de los Pobres, Patrón de los Emigrantes y Ladrón del Purgatorio. Tal vez por eso la veneración de estos extraños personajes creció tanto, que al paso de los años desplazó a la patrona del templo. .
Con ello surgieron diferencias entre los sacerdotes asignados a la iglesia, uno de los cuales, el titular, comentó incluso la posibilidad de cancelar el culto al santo peruano. .
No tuvo que hacerlo. El comando de encapuchados le resolvió el problema. .
Del santo nada se supo durante tres meses, hasta que corrió el rumor de su reaparición en un templo desconocido hasta ese momento. .
Por esos días los reporteros Javier Ortega Ponce y Manuel Hernández visitaron la iglesia y se llevaron una sorpresa. .
"Era demencial, el padre oficiaba misa y detrás de él estaban 10 o 12 tipos mal encarados, con camisas de seda, botas y cinturón piteado que le ayudaban en la misa", cuentan. "Era un ambiente muy extraño, como si fuera una ceremonia particular o todos se conocieran porque luego luego se dieron cuenta que llegamos". .
Extraños monaguillos para una misa, pero nada raro en ese templo. En la página electrónica dedicada al santo (www.sanjuanmasias.com) hay fotos del presbítero Manuel Hernández Barba -el sacerdote que trajo a México la imagen religiosa- acompañado de los singulares ayudantes. .
El cura, por cierto, ya no oficia allí. Oficialmente se jubiló, pero la versión más socorrida es que fue suspendido tras el secuestro de la imagen. .
Como quiera que sea, entre los católicos de Guadalajara se identifica a San Juan Macías como un santo de los narcos, versión que enfurece al nuevo párroco, José Gálvez Amezcua. .
"Tonterías, es absolutamente descabellado", replica. "Ven a cualquier misa y te darás cuenta de la clase de gente que viene". .
-¿Es cierto que hay dudas sobre el dinero para construir la iglesia? .
-No sé, cuando llegué ya estaba terminada. Además, ve el templo, es nomás una estructura porque no hay dinero para mejorarlo. .
Y sí, excepto los vitrales, el aire acondicionado, las cortinas de satín y seda o el estacionamiento nuevo, el templo no parece muy lujoso. .
La fama viene de otro lado. .
La iglesia se construyó en menos de tres meses a unos pasos del fraccionamiento Puerta de Hierro, donde la familia Arellano Félix y Joaquín El Chapo Guzmán tienen propiedades. .
Casualmente, se ubicó justo frente a la mansión que alguna vez fue el sueño dorado de Rafael Caro Quintero, una propiedad cuyo proyecto original incluía un lago artificial, zoológico y cuadras para caballos, decomisada por la PGR en 1984 y donde ahora se construye un exclusivo fraccionamiento, Zoto Grande Residencial. .
Por si fuera poco, dice el reportero Ortega Ponce, existe la versión -no desmentida hasta el momento- de que el terreno de la iglesia pertenece al narcotraficante Ramón Mireles, desaparecido desde hace un par de años (se cree que fue secuestrado por un grupo de colombianos). .
Ciertamente, en Jalisco el caso de San Juan Macías no es el único en su tipo. Antes de ser detenido durante la Operación Milenio, el narcotraficante Luis Valencia solía pagar la fiesta de San Sebastián Mártir en la comunidad de Mixtlán, Ameca, donde se encontraba su rancho Los Majados. "Era el poderoso de aquí, ayudaba a la iglesia", confesó entonces el delegado municipal José Ramón González. .
La familia de Eduardo González Quirarte, El Flaco, considerado en su momento como el brazo derecho de El Señor de los Cielos, se distinguía por ayudar a las iglesias de la colonia Ciudad Granja, donde incluso se colocó una placa para agradecer el apoyo. .
La plancha se retiró hace un par de años, cuando el clan fue desarticulado. .
Vamos, ni siquiera el cardenal Sandoval Iñiguez se ha salvado de alternar con los narcos. En abril de 1996 bendijo e inauguró una carnicería de la familia Lupercio Serratos, acusada de representar, en Jalisco, al cártel de los Arellano Félix. .
Cuando la foto de la ceremonia se hizo pública -la filtró el capitán Horacio Montenegro, yerno del general Jesús Gutiérrez Rebollo, ambos detenidos en el penal de La Palma-, el cardenal dijo que no sabía de quién era el negocio. "Uno sale por la calle a bendecir a todos, buenos y malos". .
La cruz de un sacerdote
Culiacán, Sinaloa.- El padre Benjamín Oliva ya no quiere saber nada de los periodistas, a quienes atribuye, en parte, sus dolencias. .
Pero ni modo. El haber sido confesor de El Señor de los Cielos, guía espiritual de su madre, doña Aurora Fuentes, y responsable de impartir los sacramentos a toda la familia, lo vuelve una figura atractiva. .
En su momento defendió a Amado Carrillo. "El siempre ayudaba, ¿por qué creen que le decían El Señor de los Cielos?", declaró a la agencia Reuters en octubre de 1997. "Siempre fue muy sencillo, bondadoso y cariñoso, quería acercarse a Dios, pero no podía. Usted sabe cómo es la mafia". .
Seis años después, esas palabras -y los periodistas- son su cruz. Ya le provocaron un infarto. .
Por eso el silencio de varios años. .
-¿Amado Carrillo sufría mucho, padre? .
-Tu sabes que de eso no puedo hablar, es asunto espiritual. Yo creía que los periodistas estudiaban, y no sólo para difamar. .
-¿Cómo está doña Aurora, la ha visto? .
-No, hace mucho que no sé de ellos. .
-Pero... .
-Ustedes siempre se fijan en el dinero, publican que recibimos mucho y no es cierto, son mentiras. .
-¿A poco nunca le ayudaron? .
-No, ni siquiera los dejé que me ofrecieran. Pero como te digo, nomás se fijan en la parte mala, en el dinero y todo lo de aquí; no ponen atención en quienes provocan que se dediquen a esa actividad, los que se benefician. .
-¿El gobierno, los consumidores de Estados Unidos? .
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-¿No le creó conflicto ayudar a delincuentes, incluso a personas acusadas de cometer homicidios? .
-No sé cual es tu objetivo. Los sacerdotes estamos obligados a ayudar a todos, como los médicos que no deben distinguir para salvar vidas. Y ya no me preguntes porque me estoy sintiendo mal. .
El sacerdote se recuesta en su silla, junto a la oficina de la iglesia a la que fue asignado tras su larga convalecencia. .
Ironías del sacerdocio. La parroquia donde oficia, el templo dedicado a San Juan Bautista en la colonia Santa Fe, es señalado en Culiacán por haber sido construido con aportaciones de narcos. .
La iglesia no pasa desapercibida, no sólo porque se encuentra en lo alto de un cerro sino porque diariamente una cuadrilla de trabajadores poda el jardín, barre el atrio y pule pisos y bancas. .
Cuando inició la construcción los vecinos pensaron que se trataba de un restaurante de lujo y por eso la sorpresa al enterarse de su verdadero uso. Antes las misas eran al aire libre. .
José Luis, taxista del sitio Rosario, cuenta que "cuando empezaron a llegar los camiones con material le preguntamos al padre, pero dijo que alguien había dado el dinero". .
-¿Quién? .
-Supimos de tres narcos que vivían en Santa Fe, pero a dos los mataron y el otro se fue. Ellos pagaron el templo. .
El padre Oliva no confirma ni desmiente. "No sé quién lo hizo, a mí me mandaron para acá". .
-Dicen que el templo lo financiaron narcotraficantes... .
-Narcos... No los conozco, nunca he visto a uno. .
Comprar la absolución
Ricardo Beltrán, El Robachivas, tenía una novia en la colonia Miguel Hidalgo, al sur de Culiacán, y por eso supo de las dificultades para mantener en pie el templo de Nuestra Señora del Refugio. El techo de lámina era un horno durante el estiaje y se volvía coladera en las lluvias. .
Un día, al Robachivas le ganó el amor y accedió a la petición de su novia para arreglar el templo: contrató una cuadrilla de bulldozers para derribarlo por completo, y luego abrió la billetera para mantener constante el flujo de camiones con material, arquitectos y albañiles. .
Todo fue rápido. El 9 de febrero de 1996 el templo fue consagrado por el obispo Benjamín Jiménez Hernández, según reza una placa, con una ceremonia a la que algunos dicen asistió su patrocinador, quien, no contento con su obra, mandó pavimentar las calles aledañas a la iglesia "pa que luzca". .
El gesto de Beltrán es común entre los narcotraficantes, especialmente en Sinaloa, donde las historias de templos financiados con su dinero son añejas. .
Rafael Caro Quintero, por ejemplo, levantó iglesias suntuosas en Bamopa y El Pozo, en Badiraguato, su tierra natal. Allí mismo Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, mandó construir un mausoleo de mármol en cuyo centro, cuentan quienes lo conocen, cuelga un crucifijo que custodia el sitio donde reposarán sus restos. .
El Robachivas disfrutó de su obra unos años hasta que un comando lo ejecutó en la colonia Las Quintas, "de una manera estúpida", recuerda el escritor Leónides Alfaro: .
Los sicarios dispararon a la camioneta en que viajaba pero como tenía blindaje, nada pudieron hacer. "Y El Robachivas, en lugar de irse, se detuvo para burlarse; entonces uno de ellos disparó con el cuerno por la cerradura y allí quedó el narco". .
¿Exceso de confianza? O tal vez creyó contar con protección divina, uno de los objetivos, coinciden especialistas, del acercamiento de los narcos con la Iglesia. .
"Es su forma de agradecer que les vaya bien", explica la investigadora Arcelia De la Torre Barrón, de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). "Pero curiosamente Dios no es lo más importante para ellos, sino el negocio, que les limpie el camino para ganar dinero". .
Tal convicción se refleja en los narcocorridos de los cuales De la Torre ha recolectado unos 300. En las letras, añade, se refleja el sincretismo con que asumen su actividad, sin temor a la muerte y con Dios como estratega para una operación exitosa. .
Hay otros elementos. De acuerdo con el investigador Francisco Belgodere, de Guadalajara, con el apoyo a la Iglesia los narcos sólo buscan limpiar su conciencia, "y no lo van a conseguir pues ningún sacerdote les da la absolución; escuchan y aconsejan, pero no perdonan", afirma. "Puede haber malos sacerdotes -que no son toda la iglesia- pero ni ellos pueden hacer algo. A Dios nadie puede comprarlo".
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