Centro de Estudios de Guatemala

El gobierno

Guatemala está a punto de vivir su cuarta experiencia electoral después de varias décadas de regímenes militares, en medio de la inconclusa transición del autoritarismo a la democracia, sin contar aún con reglas adecuadas para la disputa del poder político por la vía electoral, carencia que constituye uno de los grandes y graves temas pendientes del proceso de paz, pues la ley electoral vigente beneficia al gran capital y a los poderes ocultos vinculados a la contrainsurgencia, la corrupción y el narcotráfico.
El gobierno eferregista cosechará el 9 de noviembre lo que sembró durante cuatro años: rechazo, malestar y un voto de castigo. Se le agotó la retórica de "ricos contra pobres". Ni el populismo, ni la venta de fertilizantes a bajo precio, ni el regalo de láminas, ni la violencia como instrumento político, ni el demagógico discurso antioligárquico podrán evitar su derrota en estas elecciones.

El ejército

Para el ejército, las elecciones constituirán una prueba a su neutralidad y profesionalismo. Logró, antes de las elecciones, sacudirse al ex jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general Enrique Ríos Sosa, hijo del general Efraín Ríos Montt, candidato a la Presidencia por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG). La permanencia de Ríos Sosa habría significado para las fuerzas armadas cuestionamientos a su imparcialidad. Con su alejamiento, se puede pensar que el ejército no se involucrará en maniobras del partido en el gobierno, como en los desórdenes del 24 y el 25 de julio, organizados por el FRG en su lucha por lograr la inconstitucional candidatura de Ríos Montt.
Los eventos del 24 y el 25 de julio dividieron a la institución armada. Por una parte había oficiales alineados al FRG y al gobierno y por otra los que se opusieron e incluso desobedecieron las órdenes de salir a las calles, al menos en cuatro bases militares. El razonamiento de muchos oficiales fue: "¿Por qué nosotros tenemos que arreglar lo que el FRG y el gobierno hicieron?".
Hay una gran presión para que el ejército no sea activo en el proceso electoral, pero si hubiera desórdenes organizados por el FRG y el gobierno es probable que actúe.

Los partidos políticos

El próximo domingo viviremos una jornada cuya característica principal será el voto de castigo. En Guatemala aún no tenemos una cultura cívica orientada a favor de los candidatos. Aquí se instrumentalizan candidatos y partidos para expulsar a otros del poder. El castigo es para el gobierno de turno, que para el ciudadano es el culpable de su situación.
En esta ocasión, el voto de castigo tiene una connotación de mucha trascendencia, ya que el gobierno de Alfonso Portillo y del FRG ha sido uno de los peores de la historia reciente, no solo por ser percibido como el más corrupto (en lo que compitió con el de su antecesor, del Partido de Avanzada Nacional), sino por su estrategia de tratar de implantar en el país la contrainsurgencia institucional, por la vía del debilitamiento de las instituciones civiles de seguridad, en busca de la militarización de esta área, el cobijo de las mafias contrainsurgentes y el resurgimiento de los grupos clandestinos y paralelos.
El gobierno de Portillo y el FRG quedará marcado por el hecho que pagó y trató como "héroes" a ex paramilitares, responsables, junto al ejército, de graves violaciones a los derechos humanos. Su actitud ante ellos ha causado confrontación y polarización, y el pago de una "compensación" constituye una de las mayores violaciones a los Acuerdos de Paz.
El FRG adoptó la violencia política y las amenazas de fraude como estrategia electoral, con el objetivo que la ciudadanía no salga a votar, lo que sería lo único que podría hacerle ganar las elecciones. Hay indicios de que fracasará, ya que los nuevos mandos militares y policiales no tolerarán acciones de grupos eferregistas, como lo hicieron el 24 y el 25 de julio los que los precedieron. Sin embargo, no se puede descartar que el domingo haya violencia, especialmente cuando hay tantos grupos de ex paramilitares sueltos y sin control.
Uno de los escenarios posibles tras las elecciones es la derrota del FRG y su ubicación -afortunadamente- entre los lugares tercero y quinto.
En el transcurso de los meses recientes se ha venido consolidando un segundo escenario, con base en la lógica chapina de "estar en contra", en esta ocasión en contra del candidato de la oligarquía, Óscar Berger, postulado por la llamada Gran Alianza Nacional (GANA).
El fenómeno se da a partir del fracaso del proyecto oligárquico, cuya estrategia estaba sustentada en dar la imagen de ser el único poder que podría derrotar al FRG (mentira en la que cayeron varios ingenuos); en la manipulación de las encuestas, para vender la idea que "todos" lo apoyaban; y en una inversión de por lo menos 100 millones de quetzales.
Pero la realidad de una coalición de tres partidos pequeños, sin estructura, y un líder débil y ahora enfermo, frustró el proyecto, que con suerte podrá pasar a segunda vuelta.
Quien se ha favorecido del fenómeno del "voto en contra de", el representante de la llamada "tercera vía", es Álvaro Colom, el candidato de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien podría encabezar los resultados de la elección presidencial.
En torno a la UNE hay asuntos no muy claros, como su financiamiento, que ha sido casi igual al del FRG y GANA. Hay sospechas de que tiene el apoyo de algunos altos funcionarios del gobierno de Portillo. Entre sus dirigentes hay disidentes de varios partidos políticos, militares retirados de la línea contrainsurgente, ex jefes de inteligencia militar y empresarios de varios signos.
Sin embargo, Colom ha logrado la imagen de algo diferente al proyecto de corrupción y militares del FRG, y al de los oligarcas de GANA. Esa imagen, y el hecho que en 1999 fue el candidato de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), lo perfilan como un candidato fuerte que estará en la segunda vuelta electoral.
El Partido de Avanzada Nacional (PAN) y el Partido Unionista son expresiones desgastadas y derrotadas de la derecha dividida, expresiones claras de las divisiones dentro del poder económico que aún conservan cierta fuerza electoral -particularmente el PAN, que retuvo la estructura partidaria que no se llevó Berger-. En esta campaña han presentado un discurso antioligarca bastante demagógico pero con algunos resultados. Como imagen, han logrado evitar ser vistos como expresiones de la oligarquía, siendo parte de lo mismo, sólo que más débiles y divididos.
La votación a favor de URNG será una sorpresa, a pesar de ataques arteros y calumnias, y del intento de desaparecerla e invisibilizarla por parte del poder económico, con ayuda de disidentes que se han vendido al capital.
URNG pudo construir un liderazgo nacional con la candidatura de Rodrigo Asturias y el mejor plan de gobierno, según muchos expertos. Logró consensos internos importantes y demostró que es un partido permanente, a pesar de la falta de recursos económicos. Tiene bases organizadas y será la única fuerza política que representará los intereses sociales de las mayorías desprotegidas. Es el único comprometido con los Acuerdos de Paz.
Algunos medios escritos manipularon encuestas en perjuicio de los candidatos de URNG y el último mes le cerraron espacios. Incluso se dio un ataque contra ese partido por parte del sector económico y sus representantes Dionisio Gutiérrez, Juan Luis Font, Gonzalo Marroquín y Eduardo Valdizán.
El trabajo tesonero de la militancia y la dirigencia de URNG mantienen viva la posibilidad de un cambio real en Guatemala, y si todas las acciones que desarrollaron dan sus frutos, esa organización será una de las principales fuerzas políticas del país, incluso podrá estar peleando el tercer lugar.
El resto de partidos pueden perder el registro, excepto los que no tuvieron candidato a Presidente, como Alianza Nueva Nación (ANN) y Transparencia.
En el caso de ANN, podrá alcanzar la diputación de Nineth Montenegro, que hizo la campaña más costosa de todos los candidatos a diputados. Ella recogerá el fruto de un buen trabajo realizado en la actual legislatura y en la anterior.

El CACIF

En estas elecciones el poder económico está dividido en varios proyectos políticos; sin embargo, la apuesta de la oligarquía -cuyo principal objetivo es retomar el poder político que había perdido y recuperar sus privilegios- es a favor de Óscar Berger y GANA.
Su estrategia se centró en derrotar al FRG y a Ríos Montt y ésta fue su prioridad, lo que ha logrado parcialmente. Sin embargo, cuando la preferencia por URNG empezó a aumentar, la oligarquía mas atrasada de América Latina, con una ideología derechista y conservadora, desarrolló una estrategia contra ese partido para tratar de invisibilizarlo y evitar que tuviera más fuerza.
Ha manejado a través de los medios escritos una estrategia para la toma de poder, que ha tenido serias dificultades, incluso existe el peligro que su candidato no llegue a segunda vuelta. Ha manipulado resultados de encuestas, ha invertido millones en publicidad, sin el resultado esperado.
La oligarquía "invierte" en o compra partidos, que aparecen en las encuestas como punteros, así es que mientras la ley electoral no regule los gastos de campaña y el Estado no financie a los partidos políticos, el poder político seguirá en manos del capital, la corrupción y el narcotráfico.
Estados Unidos y la comunidad internacional
Estados Unidos y la comunidad internacional han jugado un papel activo en contra del FRG y la candidatura de Ríos Montt.
Hay que decir que Estados Unidos, a diferencia de su actitud hacia la izquierda de Nicaragua o El Salvador, no expresó su rechazo al candidato de URNG.
Estados Unidos estará vigilando las elecciones y no tolerará que se den hechos como los del 24 y el 25 de julio, y eso se lo hizo ver muy claro a Portillo, a quien exigió que vetara reformas al Código de Trabajo que aprobó el Congreso, por las que se establecían tres días de asueto, con motivo de las elecciones. Es decir, como siempre, este factor de poder velará porque sus intereses sean resguardados.
La Sociedad Civil
Un grupo de miembros la sociedad civil y algunos que se dijeron de izquierda alguna vez apoyaron, oportunistamente, al candidato de la oligarquía, Óscar Berger. Otros lo hicieron bajo la equivocada premisa de que sólo Berger podría derrotar a Ríos Montt. Algunos más lo hicieron argumentando que actuarían durante un hipotético gobierno de GANA impulsando "cambios desde adentro", como pretendieron hacerlo los "convertidos riosmontistas" Édgar Gutiérrez y Pedro Palma Lau.
Por otra parte, es alentador ver a una gran parte de la sociedad civil construyendo futuro, trabajando por proyectos sociales o de izquierda. Hay un trabajo importante de las pastorales sociales y de la tierra.
Debemos valorar a la Iglesia Católica, que conducida por el ahora cardenal Rodolfo Quezada Toruño sigue impulsando los Acuerdos de Paz y a las fuerzas sociales y populares.

Conclusiones

El domingo se realizará otro evento electoral sin que se hayan realizado las reformas que garantizarían la igualdad de oportunidades para los partidos políticos, lo que beneficia a las fuerzas de derecha vinculadas al gran capital, a la corrupción y al narcotráfico.
El resultado reflejará la pobre cultura cívica del país, por la que las elecciones se convierten en plebiscitos en donde se decide que el partido que tiene el poder no lo conserve.
Seguramente habrá una segunda vuelta electoral; es decir, que ningún candidato a la Presidencia obtendrá más de la mitad de los votos. Por lo tanto, habrá más dispersión del voto y un Congreso sin mayoría absoluta. En la segunda vuelta no estará el FRG.
Ante este escenario hay varios elementos: el FRG será el derrotado, pero la oligarquía no se hará del poder absoluto, sino tendrá que compartir y negociarlo con otras fuerzas políticas. Las principales fuerzas políticas tienen detrás al gran capital, a la corrupción o al narcotráfico. Los intereses de la oligarquía están representados en varias de esas fuerzas políticas.
URNG podría convertirse en una de las primeras tres fuerzas políticas del país, al conseguir un número importante de diputados. Será el único contrapeso a las políticas neoliberales y militaristas que la derecha quiere imponer a través de sus proyectos políticos.
Colom y su grupo están siendo beneficiados por la derrota de la estrategia de la oligarquía que está detrás de GANA y de Berger y puede tener muy buenos resultados electorales, ya que por la imagen (pero no por la realidad) representa una alternativa a la oligarquía y al riosmontismo.
Los espacios y las definiciones están claros. La única opción que reivindica los Acuerdos de Paz y la defensa de los intereses de la mayoría, y la única izquierda en Guatemala está alrededor de URNG y Rodrigo Asturias. Todo lo demás está comprometido con intereses económicos o del crimen organizado, que a nadie permitirá hacer gobierno libre. Los compromisos financieros asumidos en las campañas millonarias se tendrán que pagar y ese costo lo tendrá que pagar el país.
Guatemala, 7 de noviembre de 2003