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Latinoamérica


¿QUE ESTA SUCEDIENDO EN COLOMBIA?

Por: Horacio Duque
ARGENPRESS.info


En Colombia están sucediendo, con impresionante celeridad, explosivos acontecimientos, provocando perplejidad y desconcierto.

Renunció el desafiante Ministro del Interior, Fernando Londoño Hoyos, incurso en una escandalosa defraudación del patrimonio público, equivalente a 10 millones de dólares, al apropiarse de una empresa gasifera gubernamental haciéndose pasar por obrero para así satisfacer los requisitos legales que regulan este tipo de operaciones, perdiendo así Uribe Vélez uno de sus mas incondicionales y agresivos aliados. Se cayó la Ministra de Defensa, Martha Lucia Ramírez, quien sostenía una feroz disputa con los caudillos militares empeñados en conservar a toda costa su capacidad de gasto de uno de los mas impresionantes presupuestos de guerra que se nutre con los dineros del Plan Colombia, aportados por el imperialismo norteamericano, e igualmente un altisonante campaña contra el gobierno del Presidente Hugo Chávez. Otra Ministra, la del Medio Ambiente, debió ser despedida porque sus falsos informes sobre subsidios de vivienda generaron explosivas expectativas en una población cada vez mas desesperada por la falta de soluciones a sus problemas. Se fue el Director de la Policía Nacional, general Teodoro Campo, tras una bochornosa cadena de escándalos de corrupción y narcotráfico que comprometen los principales oficiales de dicha institución. Y, finalmente, salió el comandante del Ejercito, General Jorge Enrique Mora Rangel, un fanático radicalizado que en los últimos años alentó la guerra y la violencia estatal contra la insurgencia armada y la movilización popular, además de mantener una férrea defensa de los espacios de corrupción de la alta oficialidad.

Todo esto era impensable hasta el 24 de octubre pasado, la víspera del referendo y las elecciones locales. Hasta ese momento, en Colombia todo era armonía y placidez. El Presidente y sus amigos en la empresa, el parlamento y la Embajada americana proyectaban la ampliación de su periodo a seis años y se abría paso en el Senado la reelección de Uribe, para completar un mandato de doce años, pues era lo lógico toda vez que los niveles de aceptación del gobierno se acercaban al 80%. Adicionalmente la guerra interna se estaba terminando, o había entrado en la recta final, gracias a los 'contundentes triunfos' de las fuerzas militares sobre las FARC y el ELN, de acuerdo con el reporte triunfalista en los medios masivos de comunicación. La economía vivía un envidiable momento de prosperidad porque la reactivación era un hecho y la contracción del desempleo una realidad. Todos vivíamos un momento de felicidad sin antecedentes y estábamos llenos de optimismo y fe en el futuro.

Empero, ocurrió lo inesperado. Todo esto se vino al suelo los días 25 y 26 de octubre, días en que se voto el referendo y se eligieron las autoridades municipales y departamentales. Al caer la tarde, el sábado 25, los primeros conteos de votos apenas si mostraban un mediocre resultado en favor de las preguntas del referendo fascista y fondomonetarista. Los colombianos no se dejaron engañar por la parcializada propaganda de televisión y prensa y repudiaron masivamente la trampa que pretendía relegitimar un repugnante régimen autoritario. La destorcida gubernamental no se dejo esperar y Uribe Vélez desapareció del escenario afectado por la amargura y la desmoralización. Melancólico reapareció en la tarde del domingo para votar por sus candidatos, presintiendo la nueva derrota que los escrutinios rápidamente registraron al entrar la noche. Sus amigos habían sido barridos en alcaldías y gobernaciones por potentes coaliciones obreras y populares que eligieron en los mas importantes centros urbanos a destacados lideres como Luis Eduardo Garzón, Angelino Garzón y otros.

Fue la debacle. Uribe y su gobierno estaban derrotados. Aplastados por la rabia de millones de ciudadanos que aprovecharon la ocasión para manifestar su oposición a un sistema oligárquico y excluyente sustentado en el marginamiento de mas de 20 millones de colombianos, convertidos en ciudadanos de segunda, según se desprende de la lectura de la ínfima votación por el referendo.

¿Cómo explicar tan espectacular viraje?. ¿Qué circunstancias condujeron hasta lo inesperado?.

A mi juicio, el test electoral permitió confirmar la radical oposición de los colombianos y su inconformidad con el tono de confrontación presidencial que agudizaba la guerra interior que en el último año ha tenido dramáticas expresiones como el bombardeo de las FARC al palacio presidencial el día de la posesión de Uribe, la muerte de un exgobernador y un exministro de estado después de un fracasado rescate militar, la destrucción de un exclusivo club social bogotano por un potente carro-bomba, los episodios diarios de la guerra con explosiones y muertes, las gestiones para dejar en la impunidad los delitos de lesa humanidad de los paramilitares mediante una bochornosa ley de alternatividad, las permanentes y masivas detenciones de lideres sindicales y populares acusados falsamente por informantes pagados con dineros oficiales, la terca obstrucción de un intercambio humanitario que reclama a gritos el país, el ultraje presidencial a cientos de organizaciones no gubernamentales de derechos humanos que han visto asesinar sus directivos por agentes oficiales y paramilitares en la mas completa impunidad y el despilfarro de billonarios presupuestos focalizados en la guerra mientras la población se debate en la pobreza, la miseria y desesperación.

Además de lo anterior, súmese la continuidad del modelo neoliberal radicalizado con las políticas del Plan de desarrollo 'Hacia un Estado Comunitario' que en la ultima etapa implicaron dos reformas tributarias, una salvaje reforma laboral, un brutal recorte de las pensiones, una siniestra política de seguridad mal llamada democrática, una desatinada política fiscal que profundizo la recensión y un absurdo manejo de la deuda externa que se consume mas del 50% del PIB.

Agréguese de otro lado la permanente agresión contra elementales derechos y libertades ciudadanas, cercenadas con oscuras reformas judiciales y con el estatuto antiterrorista.

Los colombianos vieron mermadas aun mas sus precarias condiciones de vida. En el ultimo año la pobreza de mas de 35 millones ha proseguido su imparable curso, induciendo la adversa reacción popular contra el referendo y los candidatos uribistas.

Ahora el gobierno intenta resarcir su fracaso político con un desatinado 'Plan B' para burlar el pronunciamiento popular. Las mayorías legislativas quieren aprobar a grandes velocidades una inequitativa reforma tributaria para recaudar cerca de 10.000 millones de dólares mediante la extensión de un IVA del 17%, el incremento de las retenciones de los salarios públicos, el recorte impositivo de las pensiones y la contracción de las trasferencias fiscales a municipios y departamentos, que se invierten en educación, salud, recreación y empleo. Se trata de un brutal ajuste con implicaciones recesivas que traerá mayor hambre y pobreza. Es la cuenta de cobro a un pueblo que se atrevió a desobedecer a los mandamases de la violenta plutocracia colombiana.

No obstante, las potencialidades del pueblo colombiano se multiplican para protagonizar el inevitable choque con la política gubernamental.

Con la ruina del referendo cobraron forma nuevas identidades políticas como la Gran Coalición Democrática que reúne las centrales obreras, los partidos de izquierda y los movimientos populares, el Polo Democrático Independiente -PDI y la Dirección Liberal que orienta la senadora Piedad Córdoba. Son fuerzas políticas que confluyen en las nuevas batallas para impedir la retaliación uribista que se pretende imponer con el atropello y la arbitrariedad.

Nada imposible que la nueva ofensiva popular que se prepara culmine con la caída del señor Uribe Vélez quien cada vez ve mas reducido su espacio de prepotencia. Es la insinuación de una mente tan perspicaz como la del expresidente Alfonso López, quien en sus escritos ya aventura la conjetura de un colapso institucional en el mediano plazo.

Es lo que esta sucediendo en Colombia. Y lo que también se puede presentar en el curso de los próximos meses.