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Latinoamérica

19 de noviembre del 2003

De Gaitán a Tirofijo. Cómo entender el conflicto colombiano.

Edgar Villa Guerrero
Rebelión

Desde hace cincuenta y cinco años Colombia sufre una guerra civil no declarada. Lo que comenzó como una lucha partidista entre liberales y conservadores por controlar el gobierno, degeneró en un conflicto de clases que día a día se torna más virulento. La pregunta obligada es: ¿ Por qué durante tantos años el estado no ha podido derrotar a la guerrilla?. Ha contado con enormes recursos tanto públicos como privados,Washington no solo le da entrenamiento a sus Fuerzas Armadas, sino que volca billones de dólares en asistencia militar convirtiendo a Colombia en el tercer receptor de esta ayuda después de Israel y Egipto. Goza de un sistema de propaganda a nivel internacional que presenta el conflicto como un enfrentamiento entre un estado democrático y benefactor, y una "narcoguerrilla" que solo buscar destruir el país. Se ha logrado internacionalizar la guerra enmarcándola en la lucha contra el "terrorismo" y convirtiendo a la insurgencia Colombiana no ya en un peligro interno, sino en una amenaza para la paz mundial y para la "democracia". Con todo y eso y mucha más, el gobierno no ha podido doblegar a la guerrilla y traer la paz a la cual los colombianos tenemos derecho.

Es lógico preguntarse, por qué. Como fue posible que un oscuro guerrillero liberal apodado Tirofijo que nunca ha salido de la selva,se convirtiera en una figura de leyenda. Su figura hoy rebasa los linderos patrios y se proyecta a nivel mundial con una imagen que se acomoda a los dos bandos que se enfrentan. Para el llamado "mundo Libre" un "narcoterrorista" brutal,un criminal desalmado que quiere destruir la libertad y la democracia. Para el otro mundo, el de los excluidos que no cuentan, un luchador revolucionario que lucha por implantar la justicia social.

Esto no significa que estemos endiosando a Tirofijo y a las FARC.Simplemente decimos una realidad que todo el mundo conoce. Para los estudiosos del tema, todo empezó cuando la oligarquia colombiana fracasó en saber interpretar correctamente lo que sucedió el 9 de Abril de 1948, fecha en que fue asesinado el doctor Jorge Eliécer Gaitan. El famoso Bogotazo, que hizo arder en llamas a la capital de la república y al resto del país, no fue sino la explosión violenta de un magma volcánico que se venía agitando en la conciencia de las clases marginadas y perseguidas.Las élites en el poder pensaron que esta eclosión de violencia no obedecía a causas profundas,sino que era producto de unas turbas ignorantes cuyos instintos más bajos habían sido estimulados por la voz poderosa del caudillo asesinado. Arrogantes y miopes, dieron por descontado que esas masas pronto volverían al redil. Tenían a su favor el sistema de las viejas lealtades partidistas mediante el cual habian logrado que los colombianos del montón se mataran con sevicia,mientras estas élites negociaban en secreto la repartición del poder para preservar sus privilegios.

Lo que no entendieron es que en el seno de ese despreciable "populacho" se estaban produciendo fisuras que iban a ser trascendentales para el futuro de Colombia. La respuesta de la oligarquía ante esta situación fue atizar nuevamente los odios partidistas para de esa manera recuperar las lealtades perdidas, y hacer posible el mantenimiento del status quo. A partir de la muerte de Gaitán, durante los gobiernos de Mariano Ospina Pérez, Laureano Gómez y la dictadura de Rojas Pinilla, la violencia en Colombia cobra unos niveles de sadismo indescriptibles. Se trata de quitarle las mayorías al partido liberal mediante una política de genocidio dirigida desde el gobierno.Grupos paramilitares llamados "pájaros" y la policía chulavita quienes actuan en complicidad con el ejército y la clase política,siembran el terror por los campos de Colombia. El terrorismo de estado busca conservatizar a Colombia a sangre y fuego. Trescientos mil colombianos fueron sacrificados en esta orgía de sangre.

Para entonces,grandes sectores de la población ya no obedecían a los viejos sistemas de dominación. El campesinado muy especialmente,seguía más a los caudillos naturales que habían emergido al calor de la lucha fraticida,que a los doctores y gamonales políticos que los manejaban a distancia y que azuzaban el odio entre hermanos. La violencia que habían alimentado como medio para controlar una población fanatizada entre liberales y conservadores, se volvió contra ellos. Las élites no entendieron que el país estaba clamando por reformas sustanciales que estaban siendo impulsadas por la mente aguda de Jorge Eliécer Gaitán. Su muerte, le impidio a Colombia la posibilidad de modernizar el Estado para hacerlo coincidir con las aspiraciones de las amplias mayorías que hoy son excluidas y despreciadas. Tampoco posibilitó la ejecucion de una Reforma Agraria radical.Gaitán sabía que en el fondo del conflicto colombiano se agitaba el problema de la tenencia de la tierra por parte del campesinado.

Frente a este panorama, la respuesta de las élites en el poder fue llevar la violencia a niveles catastróficos. El monstruo que crearon y alimentaron pronto se volvio contra ellas en una guerrilla campesina que ya no las miraban como sus aliadas, sino como sus enemigos de clase. De nada valió la represión oficial,tampoco la imposición de una dictadura con el lema de "paz, justicia y libertad", mucho menos la fórmula milagrosa del llamado "frente Nacional". La suerte estaba echada.A partir de entonces, Colombia y el mundo asistiría al espectáculo de ver una guerrilla que se originó como autodefensa contra la violencia del Estado, y terminó poniendo en jaque a ese mismo Estado que la engendró, y muy especialmente a una oligarquía arrogante, muy celosa de sus privilegios, pero incapaz de ofrecer verdaderas soluciones a los grandes problemas del país.con Tirofijo, las turbas campesinas bajaron de las graderías y se metieron en la cancha.Ahora quieren ser las dueñas del balón.