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Latinoamérica

11 de noviembre del 2003

Chile: Dawson
La isla de las voces

Pablo Jofre
Ercilla
Como si el viento furioso del extremo austral, se negará a dejar escuchar el eco de un pasado, que se resiste a ser olvidado, un grupo de ex prisioneros del campo de concentración de la isla Dawson, la visitará el día 22 de noviembre.

Entre los que han comprometido su visita, está el actual Ministro de Educación Sergio Bitar "lo tengo programado desde hace meses" señaló. Este, junto a otros 50 altos dirigentes de la Unidad Popular y más de 400 obreros, estudiantes y simpatizantes del gobierno de Salvador Allende, estuvieron prisioneros en la Isla Dawson. Autor del libro "Isla 10" que era el número que tenía asignado en dicho centro de reclusión, Bitar declaró que desde que la idea se lanzó, iría de todas maneras "porque nadie puede oponerse".

Esta decisión dejó en incomoda posición a la Ministra de Defensa, quien tuvo que usar toda su muñeca política, para que la Armada diera marcha atrás en su original negativa de impedir visitas a la isla, que sirvió de campo de concentración entre septiembre de 1973 y diciembre de 1974. Esa negativa se transformó, con el paso de los meses, en una real colaboración y así lo ha destacado el Ministro Bitar, quien recibió del Comandante en Jefe de la Armada palabras destinadas a demostrar que no existían inconvenientes para visitar la Isla. Ercilla contactó al Departamento de Asuntos Públicos de la Armada, pero fue imposible poder contar con la versión de esta institución.

El Ministro Bitar señaló a nuestra revista que este viaje a Dawson "es un triunfo contra la adversidad y el cierre de un período de mi vida, un momento de reencuentro con mi alma, con los amigos con los cuales compartí momentos difíciles y recordar a aquellos que ya no están con nosotros. Dawson representó el símbolo de la injusticia y la arbitrariedad, combatido por la superación del confinamiento y la dignidad de esos cientos de hombres prisioneros en Dawson. Volveremos a esa isla a pesar del afán deliberado de la dictadura de Pinochet, no sólo por borrar físicamente a cientos de detenidos, sino de lo que ese campo de prisioneros significó como oprobio"

Bitar aún conserva algunas de las piedras talladas en esa isla devenida en campo de concentración. Muchas fueron requisadas a la hora de partir a otros centros de detención "yo conservé algunas en un pequeño estuche de baño y se las regalé a mi esposa, que en ciertas ocasiones las luce. Pero fuera de piedras, dibujos o libros de esa etapa de mi vida, destaco ese tremendo espíritu entre aquellos que estuvimos en Dawson, que se ha estrechado a través de los años, hermanándonos para siempre con un profundo cariño"

UN REGALO DEVENIDO EN PRISIÓN

Los fallecidos dirigentes políticos Clodomiro Almeyda, José Tohá, Anselmo Sule, Orlando Letelier y Benjamín Teplizky, junto a los aún presentes Fernando Flores (Senador por la I región), Aníbal Palma (Dirigente PS), Erich Schnacke, el ex Secretario General del PC Luís Corvalán y el actual Embajador de Chile en Brasil Osvaldo Puccio entre otros, son algunos de los nombres que estuvieron recluidos en Dawson. Una isla situada en 54º latitud sur y 70º-71º de longitud oeste, y que ocupa una superficie de 1.330 km2. Tiene 70 kilómetros de largo por 25 en la sección más ancha. Se ubica en la parte central del Estrecho de Magallanes a 100 kilómetros al sur de Punta Arenas.

Como cruel paradoja, la isla de Dawson fue entregada a la Armada, para su administración y uso, por el gobierno de Salvador Allende, que la expropió a una empresa propietaria de inmensos territorios en la zona. Uno de sus Ministros, el socialista José Tohá González asistió a la ceremonia de entrega de este territorio a la Armada, sin sospechar que un año más tarde estaría de nuevo allí como etapa previa a su muerte.

La idea de visitar la Isla Dawson y los campamentos de COMPINGIN y Río Chico, partió a inicios de año por los miembros de la Agrupación Cultural y de Derechos Humanos Orlando Letelier que reúne a los ex prisioneros magallánicos. Luego se extendió a las figuras más conocidas y que ejercieron cargos políticos en el gobierno de la Unidad Popular, todo ello en el marco de la conmemoración de los 30 años del Golpe Militar. Otras organizaciones, como la Agrupación de Derechos Humanos Salvador Allende es partidaria de realizar el viaje en el mes de diciembre, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de los Derechos Humanos y así dar tiempo a la llegada de ex prisioneros que vendrían de países como Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Holanda.

Otros colectivos de ex prisioneros de Dawson, radicados en el extranjero, tienen una posición más dura respecto al papel del gobierno con relación a sus derechos y la necesidad de reparación. Así, el grupo "Dawson 2000" sostiene que "a pesar de las promesas de la Concertación, no ha habido ningún esfuerzo de reparación destinado a los sobrevivientes de los campos de concentración, como isla Dawson" . Ante ello, exigen la derogación de la ley de Amnistía, crear mecanismos de dignificación moral y social y determinar responsabilidades y sanciones entre otras medidas. Tales reivindicaciones no se han escuchado en el grupo que viajará a Dawson el día 22 de noviembre, más empeñado en desterrar viejos fantasmas, cerrar círculos o dejar ver que un pueblo sin memoria no tiene futuro. Futuro que comenzó a tener un vuelco radical a partir del día 11 de septiembre del año 1973, cuando muchos de ellos fueron detenidos.

"QUE TREINTA AÑOS NO ES NADA"

A las seis de la mañana del día 16 de septiembre del año 1973, los primeros detenidos en Santiago, arribaron a Dawson, poniendo pie en lo que sería conocido como el más austral de los campos de concentración de la dictadura militar. Ese día fueron recibidos por el Comandante del Campo Jorge Fellay quien, como primera orden determinó, que debían quedarse en las barracas habilitadas en la Compañía de Ingenieros de la Infantería de Marina (COMPINGIN) a menos que se contará con el permiso militar so pena de "quien se aparece, desaparece".

Sergio Bitar relata, que en esas condiciones "la percepción de algo terrible se hizo agobiante". En los relatos de los sobrevivientes de Dawson, la mayoría coincide en haber tenido la vivencia que la muerte estaba a la vuelta, que esos eran sus últimos momentos, como fue el caso del ex Ministro de Defensa y del Interior de Allende: José Tohá, quien falleció en la Escuela Militar de Santiago el día 15 de marzo del año 1974 bajo un severo estado de desnutrición, con pérdida de capacidad visual y cuya causa de muerte fue signada por el gobierno del ex general Pinochet como "asfixia por ahorcamiento". La familia ha continuado con el caso abierto en la justicia, en plena investigación, al igual que el proceso abierto en España.

Parte de los sobrevivientes volverá al sitio donde las barracas se levantaron para confinarlos. Allí, recordarán a sus amigos, los trabajos forzados, las largas caminatas bajo los frecuentes temporales de viento y lluvia, los castigos físicos pero, sobre todo, recordarán que a pesar de las presiones al límite de la resistencia humana, un grupo de hombres fue capaz de sobreponerse a la bestialidad y dar curso a la fraternidad, a la amistad a toda prueba y "comenzar a pensar un país distinto después del desastre" como afirma el arquitecto Miguel Lawner. Otros, como la Diputada Carolina Tohá irán en representación de su padre y cuyo viaje a Dawson según señaló a Ercilla "es para cerca de lo que mi padre vivió y que significó un episodio muy fuerte para toda mi familia y para ese entorno compuesto por amigos, por familiares como mi tío Jaime Tohá, quienes sufrieron reclusión, tortura y malos tratos". Para Carolina Tohá "la visita del 22 de noviembre significará un paso más en esta idea de ir atando cabos, que irá mostrando que van quedando menos casos pendientes y recuperar un estado de país más sano, donde definitivamente nos reencontremos".

Dawson, para los cientos de prisioneros que sufrieron el confinamiento bajo condiciones de campo de concentración, significa reencontrarse con un pasado que se mantuvo por largos años oculto y que hoy ha comenzado definitivamente a desvelarse permitiendo conocer un importante pasaje de nuestra historia.




MIGUEL LAWNER: VOZ Y MEMORIA PRESENTE EN S 54

"Las Voces del Pasado" es el nombre de un álbum testimonial, a partir de la muestra de decenas de dibujos, que dan a conocer la represión vivida por este Arquitecto, Ex Director de la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) y otros miles de chilenos, en los campos de concentración de Isla Dawson, Ritoque y Tres Álamos. Además de los centros de detención de AGA y Villa Grimaldi. Clamores que vienen a llenar un vacío en la memoria visual de Chile y que están presente en este hombre de rostro y trato afable.

Conversamos con Miguel Lawner en una sencilla oficina de arquitectos situada a un costado del Parque Bustamante. Con las voces de un pasado que lo siente cada día muy presente. Nos confidenció, que a este viaje del 22 de noviembre a Dawson él no va "y en esto en modo alguno significa recriminar a los que irán, es simplemente que debemos prepararlo con más calma, sin dejar a nadie fuera y que desee ir, ya sea por razones geográficas o económicas"

Lawner declara, que a pesar de lo duro del trato, de las conductas "bestiales" de muchos de sus carceleros, también hubo algunos que se resistían a un trato inhumano pero, sobre todo, destaca los profundos lazos afectivos que se forjaron en todo aquel grupo prisionero "Quienes constituíamos un grupo con una visión y actuar común en los años 70 hemos optado por caminos diferentes: la izquierda se ha dividido, algunos siguen militando, se creó la Concertación. Sin embargo, siempre, el grupo de detenidos en Dawson ha mantenido una gran fraternidad, respeto mutuo y mucho afecto, bajo lo que nosotros denominamos el "Espíritu de Dawson", depositarios de lo que fue la Unidad Popular y el presidente Allende"

¿Por qué volver a una Isla de recuerdos tan amargos, dolorosos y donde comenzó por ejemplo, la agonía de su gran amigo José Tohá?

Queremos volver a la isla Dawson porque ella se transformó en un símbolo del terror aplicado en Chile durante la dictadura. Han pasado treinta años, existían varios otros lugares de reclusión, mucho más siniestros como Villa Grimaldi, el Cuartel Ollagüe, la casa de José Domingo Cañas, la del Comando Conjunto en calle Dieciocho pero, históricamente, a quien se tomó como símbolo de la represión durante la dictadura fue Dawson. Por el hecho que allí fueron recluidos la mayor cantidad de dirigentes del gobierno popular a escasos días del Golpe Militar. Toda la campaña mundial de repulsa a la dictadura comenzó con Dawson.

¿Por qué las dificultades de permisos, de declaraciones respecto al carácter político o no de esta visita, el tratar de bajar el perfil de declaraciones respecto a la decisión de viajar de aquellos que sufrieron el confinamiento?

Por que creo que nuestro país no asume su pasado, lo que significó la dictadura y Dawson en específico. La Armada es una institución, que tampoco responde lo que esa isla significó, como tampoco lo ha hecho con la Esmeralda y las torturas que allí se practicaron. Dawson fue un campo de concentración, con todas las especificaciones que dichos campos tienen, construida según planos seguidos estrictamente, tal como se hizo bajo el régimen de Hitler. Por eso queremos volver a Dawson, para recordar que aquello ilustra la realidad de lo que fue una dictadura y la vida confinada de centenares de prisioneros políticos"

La Armada se negó originalmente a este viaje por considerarlo de carácter político en terrenos militares ¿Qué es este viaje para Miguel Lawner, qué significado tiene?

Yo no sé si calificarlo de un acto político o no, para mí significa un acto de mínima reparación respecto a lo que se hizo con cientos de prisioneros en esa isla, sin haber sido jamás juzgados por ningún delito o irregularidad. Hasta el día de hoy jamás nadie me ha dicho el por qué estuve preso, por qué recibí las palizas que recibí, por qué fuí sometido a régimen de trabajos forzados. Es un viaje también para recordar a viejos compañeros. Al flaco Tohá, por ejemplo, con quien fuimos amigos desde la Universidad de Chile. Un hombre excepcional, de gran generosidad, dotado de una honorabilidad a toda prueba, tremendamente sensible y del cual estoy absolutamente convencido que lo mataron. Todavía tengo su imagen la noche anterior a su traslado a Punta Arenas, estaba grabando una piedra, lo miré y lo que vi fue un ancianito. Me puse a llorar de la pura impresión. Salió de la isla, incapaz de anudarse los zapatos pesando 49 kilos, cómo podía entonces el flaco ahorcarse como declaró la dictadura"

Para Lawner su paso por la isla Dawson significó una importante experiencia. "Una expresión humana excepcional bajo condiciones infrahumanas. Una isla tremendamente inhóspita, de una hostilidad inverosímil. Aprendí lo que era la fraternidad en una situación límite, donde se acabaron esas pequeñas mezquindades. Aprendí a quitarme esas dosis de sectarismo con que uno está dotado: Escuchar, respetar y entender al otro, fueron parte de las lecciones de mi paso por allí. Ver en los creyentes católicos una diversidad que no concebía y la capacidad de sobreponerse a las situaciones en que estábamos expuestos y resistirse a transformarse en una bestia y tener la dignidad como norte. Todo eso sorprendía a nuestros propios carceleros. Tal hecho lo viví con lo que fue la restauración de la Iglesia de Puerto Harris que hoy es Monumento Nacional."

Miguel Lawner nos adelantó que ha tenido conversaciones con la Armada, en orden de completar los trabajos inconclusos de la Iglesia de Puerto Harris, siguiendo en ello su proyecto original. Esto significará el cierre de un círculo, que comenzó con aquellos dibujos que dieron la vuelta al mundo y sirvieron de estímulo a la solidaridad mundial con las víctimas de la represión.

Afirma que aún no conversan con la Ministra Bachelet sobre el viaje pero "lo haremos en la idea de generar una visita donde, un mínimo de respeto indica que se nos proporcione el pasaje hasta Punta Arenas. Eso es una mínima reparación. Estamos trabajando en un viaje posterior, con la mayor cantidad de compañeros posible, sin esa separación entre aquellos que ejercimos labores como dirigentes y el resto de compañeros, en la idea venenosa de sembrar cizaña entre nosotros. Instalaremos algunas placas que den cuenta de lo que allí se vivió. Esto , en modo alguno implica diferencias con el grupo que va este 22 de noviembre, es simplemente que queremos ir con tiempo y un grupo grande y no en la forma precipitada como está planteado ahora"

Nos despedimos de Miguel Lawner con el eco de su respuesta ante nuestra pregunta, respecto a que si el viaje puede significar un cierre de un herida dolorosa, de un proceso que aún desgarra "yo lo de Dawson no me lo voy a sacar de encima jamás, nos señaló, aunque es un sentimiento encontrado. No es un infortunio dramático, al contrario, predominan sentimientos positivos donde creo haberme elevado personalmente como ser humano en esos años de prisión.