ARNALDO PÉREZ GUERRA

En la noche del miércoles 19 de noviembre, fue detenido el ex preso político LUIS RODRIGO MORALES SALAS por funcionarios de la Policía de Investigaciones de Chile pertenecientes al Cuartel de la Brigada de Investigación Criminal de Providencia.
Dichos detectives señalaron poseer una "orden de captura" en su contra dictada por el Tercer Juzgado del Crimen de Santiago en marzo de 1994. La orden, que efectivamente existió, fue emitida por el tribunal luego que Rodrigo Morales se fugara de la Cárcel de Santo Domingo en la madrugada del 19 de marzo de 1994.
Dicha orden hoy no tiene ningún efecto. Sin embargo, es ocupada como una argucia por Investigaciones para mantener a Rodrigo Morales Salas detenido.
Como es de conocimiento público, Rodrigo Morales permaneció, luego de su fuga, 5 años y 7 meses prófugo, siendo recapturado el 30 de octubre de 1999 por funcionarios de Carabineros de Chile pertenecientes a la dotación de la 43ava Comisaría de Peñalolén, el Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) y la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOLCAR). En esa oportunidad, fue puesto a disposición del Tercer Juzgado del Crimen de Santiago, a cargo del juez titular Harolf Ascencio. Dicho juez dictaminó que Rodrigo Morales debía cumplir "el tiempo restante" de sus condenas: el secuestro del coronel de Ejército Carlos Carreño (1987) -en la Segunda Fiscalía Militar-, y 4 procesos a cargo de juez Sergio Valenzuela Patiño -padre de un ex CNI-, en la Corte de Apelaciones de Santiago.
Rodrigo Morales permaneció recluido en el Módulo "C" de la ex Penitenciaría y, luego, fue trasladado a la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), desde donde recuperó la libertad el pasado 30 de marzo de 2003, a través de los "beneficios intrapenitenciarios". Mientras estuvo detenido, los procesos a cargo del juez civil fueron prescritos y la condena por "secuestro terrorista" fue rebajada de 15 años y 1 día a 10 años.
En estos momentos, Rodrigo Morales se encuentra cumpliendo su condena a través de la "reclusión nocturna" en el Patronato de Reos, ubicado en calle Blas Cañas y Lira, junto a los ex presos políticos Santiago Pineda Domínguez, Alvaro Rodríguez Escobar, Dante Ramírez Soto y Luis Reyes Reyes.
La actitud de la Policía de Investigaciones y sus funcionarios del cuartel de José Manuel Infante 820, demuestra la odiosidad, discriminación y precariedad que enfrentan los ex presos políticos, quienes arriesgan ser detenidos sólo por sus "antecedentes" y/o acusados bajo "cargos falsos" como ocurrió, últimamente, con Juan Aliste Vega -que aún permanece encarcelado luego de 6 meses de ser acusado injustamente bajo cargos completamente falsos-, Manuel Saavedra -que permaneció encarcelado 3 meses por falsas acusaciones- y Marcelo Dote López -quien estuvo recluido 5 días, para quedar libre por "falta de méritos"-.
Rodrigo Morales no mantiene ninguna "orden de captura" ni es "requerido" por ningún tribunal. Sin embargo, Investigaciones de Chile se escuda en una "orden de captura pendiente", que fue ejecutada por Carabineros en octubre de 1999. Burocracia policial, burocracia judicial y negligencia de abogados defensores, permiten que ex presos políticos, que son detenidos en controles policiales o Aeropuertos, deban pasar uno, dos, cinco o más días detenidos por "supuestas órdenes" o "papeles pendientes", a pesar de resoluciones ejecutoriadas por los propios tribunales y diligencias efectuadas por fuerzas policiales de las que afirman "no tener conocimiento" ni tribunales ni policías.
Los abogados de derechos humanos Alberto Espinoza Pino y Mariel Martínez pudieron conversar con Rodrigo Morales y se presentaron ante el Tercer Juzgado del Crimen para intentar resolver -a la brevedad- su injusta detención. Lamentablemente, la Policía de Investigaciones de Chile arbitrariamente demoró su presentación ante el tribunal. Rodrigo Morales será derivado esta noche a la ex Penitenciaría de Santiago,donde deberá permanecer -teóricamente- hasta mañana, para ser presentado ante el tribunal. En el propio Tercer Juzgado dicen "no tener conocimiento" de las resoluciones que sobreseen o prescriben los procesos que enfrentó Rodrigo Morales en plena dictadura. El tribunal deberá oficiar a la Segunda Fiscalía y a la Corte de Apelaciones de Santiago para que estos entreguen copias de sentencias, sobreseimientos y prescripciones de procesos que datan de 1987. Mientras, Rodrigo Morales se encuentra detenido sufriendo una kafkiana situación a la que lamentablemente se pueden enfrentar todos los que lucharon en contra de la dictadura y esta falsa democracia; todos los que fueron torturados por las mismas policías que hoy los detienen y acusan bajo cargos falsos; todos los que debieron padecer los rigores de tribunales civiles y Fiscalías Militares que dictaron -la mayoría de las veces- condenas draconianas, incluso violando tratados internacionales.