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Latinoamérica

11 de noviembre del 2003

Chile: Triunfo de la Derecha en la Federación de Estudiantes (FECH)
El fracaso de la democracia representativa

Miguel Fauré Polloni

Cincuenta años tuvieron que pasar para que la Derecha pudiese acceder a la presidencia de la FECh (Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile). Décadas de profundos cambios sociales en los cuales el movimiento estudiantil fue protagonista de primer orden. Una organización clave en la historia chilena del siglo XX, en cuanto cuna de ideas progresistas y de luchadores sociales. Fundada en la década del '20 por estudiantes de ideas anarquistas, se alzó siempre como símbolo de una rebeldía joven y politizada. Como no recordar a Salvador Allende hablando por los balcones de la Federación el día de su triunfo, hace más de 33 años.

La Derecha Unida, jamás vencida

S
iete listas se presentaron al ruedo. Cinco de ellas decían representar el pensamiento de la Izquierda. Una independiente y la ganadora Lista D, con estudiantes de la Unión Demócrata Independiente (UDI), principal partido de la herencia pinochetista. Tras una campaña millonaria y extremadamente violenta, los estudiantes de la Universidad de Chile le dieron la presidencia a la opción UDI con más del 33% de los sufragios.

El nuevo presidente, Luis Felipe San Martín (23 años, estudiante de Ingeniería), llevó a cabo un meticuloso trabajo de arraigo en las Facultades con mayor tendencia derechista: Ingeniería y Medicina, sumando ambas más del 50% del total de estudiantes. Con la consigna "Unidos por la Chile", en cara alusión a la "Alianza por Chile" (coalición derechista), se declararon "independientes", "liberales" y preocupados por "los problemas reales de los estudiantes: recreación, deportes y salud". Incitando a la "despolitización de la FECh", buscaban "retomar el sentido nacional de la Universidad", para "trabajar por el país y no por los partidos". Su estrategia era claramente enrielarse en los principios del gremialismo, corriente ideológica surgida en la Universidad Católica e inspiradora de la "Nueva Derecha".

La Izquierda fragmentada

Las cinco listas de Izquierda no diferían mayormente en sus programas. Salvo detalles en cuanto a los medios, los fines eran similares. La Lista A representaba al pensamiento "autónomo", corriente impulsada por la SurDA -organización de izquierda con arraigo poblacional, con raíces en el MIR y de fuerte presencia en las universidades del sur del país- la cual, sin embargo, naufragó en la indefinición y la contradicción entre el pragmatismo y los principios izquierdistas. Sólo obtuvo un 3% de los votos.

La Lista B fue construida por las Juventudes Socialistas, en coalición con disidentes del Partido Humanista. Con una campaña débil, candidatos sin carisma y contradictorios en cuanto a su relación con el gobierno de Lagos, sólo alcanzaron el 6% de los sufragios, quedando relegados de la directiva por primera vez en ocho años.

La Lista C se identificaba con la Fuerza Social y Democrática, organización que pretende hacer "política desde lo social", agrupando a dirigentes del mundo sindical y estudiantil. Si bien los últimos presidentes de la FECh dieron su público apoyo a esta opción, se vio mermada profundamente por la escisión de las Juventudes Comunistas (por lo demás, Partido que dio origen a la Fuerza Social). Fueron la lista con más votos después de la Derecha, quedando ubicados dos puntos bajo ésta. Dos cargos les pertenecen, entre ellos la vicepresidencia.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), la Juventud Rebelde Miguel Enríquez (JRME) y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez integraron la Lista F. Con la bandera de la Democracia Directa y el Poder Estudiantil, no alcanzaron el 3% y su mayor arraigo fue en las históricas Facultades de Izquierda: Filosofía, Artes y Ciencias Sociales.

La Lista G agrupó a las Juventudes Comunistas. Con la bandera de una segunda Reforma Universitaria, fueron las tercera fuerza electoral, alcanzando a integrar a Sandra Saavedra Lowenberger en la Secretaría General de la FECh.

Vale recordar que tras la apabullante victoria de la Derecha en el primer día de votaciones, la SurDA y los socialistas llamaron a votar por la Lista C, de Fuerza Social. El MIR y el Partido Comunista negaron sus votos y manifestaron que no era viable la teoría del "mal menor" en contra de la UDI.

La propuesta alternativa: Democracia Directa

No todos los estudiantes organizados se manifestaron a favor de estas elecciones. Desde hace cuatro años se vienen realizando diversas experiencia de Democracia Directa en Facultades de la Universidad de Chile. Estas experiencias pretenden quebrar la lógica "representativa" del modelo "democrático" actual, a favor de una mayor participación a través de Consejos de Voceros, Asambleas y Organizaciones Horizontales.

Este pensamiento no cae bien en los círculos políticos oficiales, ya sean de izquierda o derecha, debido a los "intereses" que están en juego en la cúpula de la FECh. El hecho es que la Democracia Representativa está en una severa crisis. Las tres últimas elecciones han corrido el riesgo de su anulación debido a la falta de quorum. La misma FECh a reiterado (mediante campañas millonarias) la necesidad de "participar" mediante el voto, sin importar cuál sea la opción asumida.

La Democracia Directa ya se aplica en dos Facultades de la Universidad de Chile: Filosofía y Artes. En ellas, los Estatutos de la FECh no son válidos, rigiéndose por normativas autónomas. En períodos de movilizaciones han sido justamente estas dos Facultades las que han convocado a mayor número de estudiantes. Incluso se han aplicado experiencias de Presupuesto Participativo con gran éxito, además de movilizaciones paralelas a las convocadas por la FECh, que han congregado hasta tres veces más estudiantes.

Las ideas de Democracia Directa han sido impulsadas básicamente por estudiantes de ideas libertarias como el Congreso de Unificación Anarco-Comunista (CUAC), Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), Juventud Rebelde Miguel Enríquez (JRME), Armas de la Crítica (LAC) y CONTRAPODER.

En el fondo se busca retomar el sentido original de la FECh: una instancia federativa, sumamente democrática, vinculada a los problemas sociales del país, impulsando la unidad obrero-estudiantil y buscando el Co-Gobierno de la Universidad. La actual democracia representativa sólo ha servido para que la Derecha pinochetista se instale en la FECh con sólo un tercio de los votos del estudiantado. Por lo demás, la participación real ha menguado y la FECh (desde hace ocho años bajo administración de Fuerza Social y el Partido Comunista) sólo ha inmovilizado a los estudiantes en pos de negociaciones fracasadas con el gobierno neoliberal de Ricardo Lagos.

La Democracia Directa comienza a ser una bandera que cada vez congrega a más estudiantes, por lo que el actual modelo (y el actual presidente derechista) no tienen asegurado el futuro cercano.

(*) Miguel Fauré es estudiante de Literatura en la Universidad de Chile y es uno de los fundadores de la Universidad Social Eduardo Galeano