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Latinoamérica

La izquierda mundial en la visión del presidente Lula

NIKO SCHVARZ
La República

En el discurso de apertura del XXII Congreso de la Internacional Socialista efectuado en San Pablo a fines de octubre, el presidente Lula abocetó un cuadro de la situación del mundo al inicio del siglo XXI y, basado en la experiencia de la trayectoria del PT, vertió conceptos sobre el papel y la actuación de la izquierda que revisten alcance internacional. Como gobernante del país anfitrión (su partido no integra la IS), dio la bienvenida a cientos de delegados venidos de los cinco continentes.
La unidad lleva a la victoria, la desunión a la derrota
El discurso se inició con una referencia a la historia de la IS, fundada en el Congreso de 1899 en París, en el que participaron muchos de los antiguos combatientes en las barricadas de la Comuna de París en 1871. Dijo que la institución tiene una historia "de aciertos y de errores, de victorias y derrotas", pero que "nosotros pertenecemos, junto a otras organizaciones, sobre todo en América Latina, a otra generación de partidos. Reflexionamos críticamente sobre muchos paradigmas teóricos que recibimos y, sin caer en el pragmatismo, procuramos crear un movimiento capaz de enfrentar, de manera creativa, no dogmática, los grandes desafíos de nuestro país", comenzando por las enormes desigualdades sociales (y por ahí abordó el tema del programa Hambre Cero). "En ese proceso --agregó-- se reforzó nuestra convicción de que vivíamos en un mundo injusto que era necesario cambiar". Expuso luego las iniciativas de su gobierno en la arena internacional: la defensa de la paz, contra las guerras (preventivas o no), la reconstrucción de la ONU y del Consejo de Seguridad, la creación del G-22 en Cancún y la lucha contra el proteccionismo, la proyección del Mercosur a la integración de América Latina, las relaciones con India y Africa del Sur (conformando el G-3), y con China y Rusia, los vínculos con Africa, que motivaron su gira del 2 al 8 de noviembre por Santo Tomé y Príncipe, Angola, Mozambique, Namibia y Africa del Sur.
Dijo luego: "Los conservadores celebraron con excesivo apresuramiento, sobre todo en América Latina, la victoria de sus tesis y la derrota de las izquierdas. No fue necesario mucho tiempo para comprobar que el legado del conservadurismo fue un continente y un mundo de desocupados y hambrientos, atravesado por profundas desigualdades e incertezas. Pero otro mundo es posible. La tarea de construirlo no puede ser de una corriente, de un partido o de una persona. El pasado del socialismo nos dejó algunas lecciones. En las derrotas del socialismo, siempre la desunión ocupó un lugar importante, y la unidad fue el punto fundamental. Esa es también la experiencia de mi partido".
El Foro de São Paulo
Al respecto explicitó: "Importantes alternativas políticas se construyen sin dogmatismos, de forma plural y con respecto a las diferencias. Ellas son, ante todo, expresión de grandes movimientos sociales. Somos capaces de vencer cuando dejamos de lado divergencias internas menores y privilegiamos el enfrentamiento a los grandes desafíos que tenemos por delante. Mi victoria fue la acumulación de un movimiento de masas que supo juntar, durante más de 30 años, lo que existía de más organizado en la sociedad brasilera, en los sindicatos, en las iglesias, en los movimientos populares, en las ONGs. Conocemos las esperanzas y las pasiones que nuestra victoria despertó en varios países de América Latina y en vastos sectores de la izquierda en el mundo entero". Reiteró luego "el espíritu unitario y la esperanza de que todos sabremos contribuir a la reconstrucción del proyecto socialista democrático en el mundo"
En este cuadro resaltó la significación del Foro de São Paulo, lo que reconforta a quienes desde julio de 1990 participan en este espacio de convergencia, luchas comunes e intercambio de experiencias entre los diversos sectores de la izquierda latinoamericana y caribeña. Lula destacó "el tesón de Marco Aurelio García y otros compañeros que crearon el PSP, donde por primera vez las fuerzas de izquierda del continente, que ni siquiera conversaban entre sí, se sentaron juntas y comenzaron a aprender la grandeza de la democracia, que es la convivencia en la diversidad, respetar a las personas como son y valorar todo lo que pueda sumar en nuestra lucha y no lo que nos pueda dividir".
En la misma instancia, el presidente del PT José Genoino desarrolló estos conceptos en aspectos fundamentales que sintetizamos: a ) es preciso renovar el ideario de la izquierda para sustentar las esperanzas de construir un mundo mejor en el siglo XXI; b) el pluralismo político y partidario como principio y como práctica; c) la democracia como medio y fin al mismo tiempo, idea que el PT sostiene desde su origen, instituye como práctica política en su relación con la sociedad y renueva ahora como práctica de gobierno; d) defensa de la actividad política, dentro de parámetros éticos; e) la tarea de la izquierda es hoy doble: reafirmar valores históricos y enfrentar los desafíos actuales con nuevos paradigmas y soluciones agregando nuevos valores a su tradición política e intelectual, renovando sus formas de pensar y de actuar; f) la victoria del PT y el gobierno del PT representan una inyección de ánimo, de renovación de caminos y del ideario de la izquierda.
Marcha por reforma agraria
Estos temas, y en particular las relaciones del gobierno con las organizaciones sociales, se ponen a prueba en la marcha del Movimiento de los Campesinos sin Tierra (MST) por la reforma agraria, que salió el día 10 de Goiania y llegará el 20 a Brasilia, donde será recibida por el presidente. Esta movilización cuenta con el apoyo explícito del PT, y sus líderes denuncian la campaña que pretende mostrar un enfrentamiento entre el MST (que, desde luego, conserva su autonomía) con el PT y el gobierno. Volveremos sobre este tema candente. *