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Latinoamérica

SE REACTIVA LA TOMA DE TIERRAS

Redacción de Econoticiasbolivia.com

En una nueva pulseta con el gobierno del presidente Carlos Mesa, varios miles de campesinos minifundiarios y agricultores sin tierra han comenzado otra vez a ocupar varias propiedades agrícolas de latifundistas y de jerarcas del depuesto régimen de Gonzalo Sánchez de Lozada.
En la localidad altiplánica de Sorata, cuatro haciendas de regular dimensión fueron tomadas en las últimas horas por campesinos leales al "Mallku" Felipe Quispe, el jefe cóndor de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), mientras en el sur de la ciudad de La Paz otros comunarios ocupaban una gran extensión de terrenos periurbanos en Mallasilla. En el valle de Cochabamba, en Sacaba, los agricultores se posesionaron por la fuerza de la hacienda del ex ministro de Defensa, Carlos Sánchez Berzaín, el brazo derecho de Sánchez de Lozada.
Justificando la acción de los comunarios, el dirigente de los campesinos de La Paz, Rufo Calle, aseguró que su sector continuará con la toma de tierras en diferentes regiones del departamento. "Las autoridades no están cumpliendo con sus compromisos y la gente ya no quiere esperar", dijo al exigir que se entregue por lo menos de 10 a 20 hectáreas de tierra para cada familia campesina.
Según el "Mallku" Quispe, la toma de tierras estaba justificada porque se trataba de terrenos de "engorde o abandonados". "En el tiempo de Melgarejo (presidente de Bolivia en la segunda mitad del siglo XIX), los terratenientes han despojado a nuestros abuelos de esas tierras, ahora solamente estamos recuperando esas tierras. No se está quitando nada a nadie, además la recuperación es pacífica", dijo al instruir a las federaciones departamentales a recuperar las tierras que están en poder de los "k'aras" (blancos).
DIRIGENTES DESAUTORIZAN LA TOMA
La ocupación de predios fue, sin embargo, desautorizada por el principal ejecutivo del Movimiento Sin Tierra (MST), Angel Durán, quién deslindó responsabilidades por estas acciones que, dijo, estaban impulsadas por "intereses políticos".
Hace tres semanas, Durán había acordado con las autoridades del gobierno del presidente Carlos Mesa hacer una pausa en la ocupación de tierras, en espera de soluciones a los conflictos presentados en Sacaba, en la hacienda del ex ministro Sánchez Berzaín y en Collana, en la hacienda de familiares del ex presidente Sánchez de Lozada, así como para la atención de otras demandas interpuestas por los comunarios que reclaman predios. Cumplidos los plazos y ante la falta de soluciones, las ocupaciones se reactivaron, bajo el respaldo de la Confederación de Campesinos, pero no del principal dirigente del Movimiento Sin Tierra que está siendo cada vez más cuestionado por su actitud conciliadora hacia el presidente Mesa.
EL MALLKU TOMA LAS RIENDAS
En cambio, otra fue la actitud de los líderes de la Confederación campesina, que junto a los dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), la Central Obrera Regional y la Federación de Juntas de Vecinos de El Alto encabezaron la rebelión popular que echó del poder a Sánchez de Lozada en el pasado octubre.
Tras instruir nuevas ocupaciones, el "Mallku" Quispe desairó a los ministros de Mesa y exigió una inmediata atención a las demandas de dotación de tierras. "Gracias a nuestra acción son ministros ustedes. Donato Ayma (el ministro de Educación, un comunicador social de extracción aymara) ni en su perra vida haya soñado ponerse corbata", les dijo a los ministros que habían intentado reunirse con él para superar el conflicto.
Al defender a los comunarios sin tierra, el líder de la CSUTCB comenzó, en los hechos, a desplazar del liderazgo sectorial a los dirigentes del MST, que parecen confiar en una solución negociada con las nuevas autoridades del sector agropecuario, los que sin embargo tienen fuertes lazos y vínculos con los grandes empresarios agropecuarios y los latifundistas del oriente.
NUEVAS VÍCTIMAS
En las acciones de ocupación se registraron nuevas víctimas. Según los comunarios que tomaron la hacienda del ex ministro Sánchez Berzaín, una bebé de seis meses, hija de uno de los campesinos sin tierra, habría fallecido por asfixia y falta de atención médica. La bebé había sido severamante afectada por los gases lacrimógenos disparados hace dos semanas, cuando otros siete campesinos fueron heridos durante la primera intervención repelida por fuerzas militares. Ahora, alrededor de medio millar de comunarios instalaron carpas en esos terrenos que, dijeron, no abandonarían por ningún motivo.
En las ocupación de tierras en Sorata, los representantes de la Prefectura informaron que habrían sido heridas levemente 11 personas, en circunstancias aún no esclarecidas del todo. La toma de cuatro haciendas fue acordada el sábado pasado, tras realizarse un ampliado que reunió a más de cinco mil personas en la plaza principal de Sorata.
En la comunidad de Mallasilla, donde más de 300 comunarios ocuparon 700 hectáreas, no hubieron incidentes, según los reportes hasta ahora conocidos.
DIÁLOGO Y PRESIONES
Ante estas nuevas ocupaciones, el ministro de Desarrollo Sostenible, Jorge Cortés, dijo que intentaría resolver el conflicto a través del diálogo, "pero dentro de los marcos legales y de respeto a la propiedad privada".
La autoridad explicó que "se tienen avances muy importantes con el Movimiento Sin Tierra", por lo que no se justificaban las tomas.
En el caso de Sacaba dijo que el movimiento había sido instigado por "loteadores profesionales que estaban forzando a situaciones de violencia", extremo que fue, sin embargo, desmentido por los comunarios que ocupan las tierras del ex ministro de Defensa.
A nivel nacional se estima que hay un millón de campesinos minifundiarios y cerca de 250 mil campesinos sin tierra que reclaman por la dotación de nuevos predios.
En el país la tierra está muy mal distribuida y es el problema central de la agropecuaria boliviana. Las tierras más fértiles y aptas para la agropecuaria han sido dolosa e ilegalmente adjudicadas a neolatifundistas, que cuentan con fuertes lazos con sectores de poder político y económico.
El más reciente informe oficial del Ministerio de Agricultura sobre la estructura de la tenencia de tierra en Bolivia establece que "el 87 por ciento de las tierras (28 millones de hectáreas) está en manos solamente del 7 por ciento de propietarios de dotaciones agrícolas. Los campesinos tienen solamente 4 millones de hectáreas (13 por ciento)".
La extrema concentración de tierras y el fracaso de las políticas gubernamentales para recortar los latifundios improductivos, prohibidos por ley, y dotar de tierra a los campesinos y pequeños agricultores ha provocado que sean cada vez más frecuentes las ocupaciones de predios por parte de los campesinos sin tierras o minifundiarios.