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Latinoamérica

Entrevista con el sacerdote minero Guillermo Siles Paz, de la Radio Pio XII
"El pueblo podría volver a reaccionar y proponer salidas que, esta vez podrían no ser democráticas"


Jaime Padilla.
La Fogata

El Sacerdote Oblato Guillermo Silez Paz, expresa su temor que en los próximos meses la situación boliviana podría cambiar, si es que el actual gobierno del presidente Carlos Mesa Gisbert, no responde a los compromisos asumidos.
Siles Paz es representante legal de la Radio minera Pio XII, testigo y protagonista junto a organizaciones cívicas y juntas vecinales de la ciudad de El Alto, durante las jornadas de movilización popular de octubre, que ocasionó la caída del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
La Radio Pio XII, emisora católica al servicio de la comunidad minera boliviana, se emite desde el distrito minero de Siglo XX, Llallagua, del Norte Potosí, en Bolivia.
El sacerdote minero informa que la Radio Pio XII, con una gran recepción en la zona andina en donde se hablan los idiomas nativos quechua y aymara, sufrió el 15 de octubre un atentado, que provocó la explosión de una planta de transmisión, interrumpiendo sus emisiones. Este atropello a la libertad de expresión se denunció -según nuestro entrevistado- ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.
«Este atentado se da en el marco de sistemáticas amenazas telefónicas contra radialistas de emisoras comunitarias de Oruro, Cochabamba y La Paz asociadas a ERBOL (Escuelas Radiofónicas de Bolivia)», dijo el sacerdote Guillermo Siles Paz, al iniciar la conversación en torno a la situación boliviana, después del 17 de octubre.

¿Cree Ud. Qué con el cambio de gobierno, el país ha retornado a su normalidad?
Por el momento sí, se logró un tiempo de tranquilidad. El apoyo popular sobre la persona de Carlos Mesa es bastante significativo. De hecho la mayoría de los sectores populares han expresado abiertamente su apoyo a esta gestión. Sin embargo, están sujetos a una serie de compromisos, que el actual gobierno tiene que resolver. Los compromisos en su mayoría son demandas que responden a decisiones estructurales y eso podría significar una preocupación para el actual Gobierno.
El presidente Carlos Mesa tiene una actitud muy positiva; escuchar, y está logrando consenso en ambientes antes impensables; dentro de los movimientos indígenas, y populares, así como también en círculos de la empresa privada.
Esta situación podría cambiar, si es que el actual gobierno no responde a los compromisos asumidos. De hecho los mismos protagonistas de octubre podrían volver a reaccionar y proponer salidas que, esta vez podrían no ser democráticas.
Otro tema que podría significar debilidad en este gobierno es la aguda crisis económica en la que nos encontramos. El déficit fiscal es bastante alto. Y se requiere de la ayuda internacional de manera urgente. El gobierno de tomar decisiones, apresuradas como por ejemplo: un alza de precios de los carburantes y la aplicación de una ley tributaria, pueden provocar airadas reacciones de la ciudadanía y la "normalidad" podría ser muy corta.

El estado de rebelión que vivió el país durante más de tres semanas en octubre último, ha dejado al descubierto las grandes contradicciones sociales existentes en el país. ¿Porqué a su juicio de pronto se reivindica el gas?
Es evidente que "la guerra del gas" tiene varios factores, uno de esos es el resultado de muchas frustraciones que el pueblo ha ido viviendo estos años.
La aplicación del modelo económico que no ha respondido a las verdaderas demandas de la mayoría de los sectores y el slogan más conocido fue: "los empresarios van a dinamizar la economía, además, generarán nuevos y permanentes empleos". Estos no se cumplieron, más al contrario la brecha entre los pobres y los empresarios es mucho más distante.
Los ingresos, en la mayoría de los casos, beneficiaron más a las transnacionales y no al Estado. El crecimiento económico prometido en ningún momento se hizo realidad. O por lo menos no se hizo visible para la mayoría de los bolivianos.
El tema del gas fue la detonante para que la mayoría de los sectores. Muchos vieron en este energético una esperanza. Sin embargo, al mismo tiempo se dieron cuenta que los verdaderos dueños eran otros. Ante esta realidad la población reaccionó porque sintió que nuevamente la riqueza lo disfrutarían otros y que los verdaderos dueños se quedaban con un pequeño porcentaje, que beneficiaría sólo la región y no el país.
Tal vez lo imprevisible fue la caída del ex presidente Sánchez de Lozada. Frente a las constantes mentiras y ante la desinformación, el pueblo tomó su decisión. Los muertos fueron el trágico resultado.

¿Considera Ud. Qué Felipe Quispe y Evo Morales recogen e interpretan las demandas populares?
En cierta forma sí, porque ellos están muy cercanos a la realidad de los pueblos indígenas, más en el caso de Felipe Quispe, en el caso de Evo Morales éste se encuentra más vinculado con los obreros, desocupados y cocaleros.
Ambos líderes durante estos últimos años fueron protagonistas de reivindicaciones importantes. Tal vez lo más sobresaliente fue mostrar el verdadero rostro de este país. Bolivia tiene un 60 % de raíz indígena marginada mucho tiempo. Aún la democracia no ha dado cambios en beneficio de las mayoría.
El principal cuestionante de ambos líderes es la poca participación de las mayorías en las decisiones del país. Sienten que los empresarios y mestizos tienen y gozan de demasiada influencia.
Finalmente el tema que ha ambos líderes les une es el rechazo al modelo económico neoliberal. Este modelo trajo más hambre y todo es para las transnacionales y el ALCA es el otro engendro de esa política, por eso el rechazo es casi total en todos los sectores populares.
Lo que diferencia a Evo Morales de Felipe Quispe es su apertura hacia sectores sociales productivos. En el caso de Felipe Quispe su poder está focalizado en el Departamento de La Paz en este caso con los aymaras, podríamos decir más indigenista.

¿A qué atribuye Ud. El creciente descontento social que amenaza de manera permanente la estabilidad de un gobierno?
Fya lo hemos señalado, fundamentalmente a la situación económica. La mayoría de los sectores sociales se encuentra en situación de indigencia. Se habla que en Bolivia el 65 % de la población vive con 2 dólares al día. La creciente desocupación permite que muchos encuentren en las convulsiones sociales una respuesta.
Por otra parte la democracia fue formal y no real. La mayoría de los partidos políticos no lograron hacer una lectura real en beneficio a la mayoría de la población. Al contrario asimilaron políticas que fueron en contra de la mayoría de los obreros. Por ejemplo en 1985 se cierran las minas y quedan en la calle más de 30.000 mineros y estos no lograron reubicarse para vivir. Al contrario promovieron una emigración hacia el Chapare, (donde se produce la coca), pero también en este último tiempo vive la represión frente a la coca. Por lo tanto muchos no saben de qué vivir.
Otro elemento para una eclosión social, es que la mayoría de las poblaciones rurales viven en situaciones de extrema pobreza y un alto subdesarrollo. Por esa razón muchos se trasladan hacia las ciudades en busca de una alternativa laboral o de sobrevivencia, este el caso de la ciudad del Alto, que se extiende en los últimos años.
Finalmente pienso que el descontento se acumla, porque el pueblo siente que ya nada de lo formal y democrático responderá a sus verdaderas necesidades. El descrédito sobre los partidos es también parte de ese detonante. Ellos supieron crear una interacción permanente con sus bases.

Evo Morales o Felipe Quispe, tienen posibilidades - a su criterio- de llegar a la presidencia?
Yo creo que en este momento sería totalmente complicado. Muchos sabíamos que después de las elecciones del año pasado 2002, sería insostenible un gobierno, sin tomar en cuenta qué partido o qué personas estaban asumiendo la presidencia. Y en este contexto aunque Evo Morales o Felipe Quispe estuviesen hoy a la cabeza del gobierno, estarían también derrotados. Podemos reconocer que la democracia ha resuelto varios elementos de nuestra realidad, como la estabilidad gubernamental, y también paró la hiperinflación, pero no resolvió la situación de los bolivianos.

¿Las organizaciones sindicales, cívicas y políticas de izquierda, coyunturalmente unidos, podrían determinar, en el futuro, un cambio de las políticas tradicionales del país?
Me parece que el escenario es muy interesante en el que se vive ahora en Bolivia. Los sectores sociales están activos y es evidente que podrían estos influir en el futuro cambio de las políticas tradicionales en Bolivia. De hecho la Asamblea Constituyente significará mucho para el cambio que se quiere. En esta gran Constituyente los sectores sociales lograrán participar activamente.
Pero, que sí los movimientos son o no de izquierda será muy relativo. Por ejemplo en la guerra del gas o en la misma masacre del Alto, los verdaderos actores fueron los ciudadanos, que sobrepasaron a sus dirigentes. E inclusive surgieron nuevos actores sociales. Es decir, se confirma que la participación de la sociedad es imprevisible. La nueva Bolivia que se está gestando puede darnos resultados tal vez no esperados.
La vigencia de los partidos sea de izquierda o derecha han perdido todo, sobre todo la credibilidad. Y eso no creo que se resuelva en varios años.

Tarija y Santa Cruz están por la negociación del gas, a como dé lugar, mientras una buena parte de la población la rechaza, ¿cómo se interpreta esa rivalidad?
El verdadero cuestionamiento es el centralismo que se tienen en el país. Por otra parte fue tan clara la desinformación ante la opinión pública, que ha provocado todas estas reacciones. Si bien es cierto que estas propuestas están en pie, eso no quita de mirar a fondo a la realidad de Bolivia. Para mí hay varios factores en los cuales el mismo gobierno saliente tiene su responsabilidad.
Que de cierto hubo de las negociaciones sobre gas y qué compromisos se sostuvieron y en qué instancia. Fue verbal o formal. La gente no sabe. Los tarijeños quieren vender y vender sin considerar un buen negocio. Desconocen en la mayoría de los casos las leyes y las injusticias que hacen las transnacionales. Además en ningún momento se logró un diálogo para tomar decisiones. Pero como la desinformación fue la madre, nos encontramos totalmente heridos.
Lo que pasó en Santa Cruz es que no solo hablan de la venta del gas, sino que rebrotó el regionalismo y hasta actitudes racistas de parte de los empresarios y ganaderos del oriente. Para ellos negocio es negocio, y no cuestionan sobre los beneficios que se debe tener por los recursos naturales. Ignoran a los sectores sociales y más a sus dirigentes. A quienes los califican de perjudicar el país.
Con ambas realidades surgió una herida en el país. Actualmente con la masacre del gas nace un nuevo momento histórico para el país. Ambas regiones ahora hablan de autonomía, en el pasado se hablaba de descentralización. El gobierno tendrá que asumir con mucha responsabilidad esta nueva propuesta.

¿ Qué dice del atropello y abuso de autoridad cometidos en la ciudad de El Alto durante los días del conflicto?
En los días del conflicto nos hemos encontrado en un verdadero Estado de Sitio no declarado. El gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada movilizó a todo el ejército y la policía. En la ciudad del Alto no hubo ningún enfrentamiento, al contrario el Gobierno reprimió con todo a los ciudadanos. El pueblo no estaba armado, su única arma eran palos y piedras, pero no armamento.
El Gobierno realizó una verdadera masacre a gente indefensa. Ha creado un estado de Guerra porque movilizó a los regimientos de todos el país, llevando soldados de una lugar a otro. Por ejemplo en la ciudad de La Paz los efectivos militares fueron traídos del oriente. A tanto llegó la rabia de los militares que cuando un soldado no quiso disparar, su capitán le disparó a él. Estas denuncias están hechas en Derechos Humanos.
Además, el resultado de los muertos es bastante alto. Según registro de la Asamblea de Derechos Humanos llegan a 81. La fiscalía habla de 55, no toman en cuenta que muchos muertos fueron enterrados sin la presencia de un forense. Por lo tanto sus datos no son confiables. Además, la mayoría de los muertos fueron de bala. Esto retrata el verdadero drama del abuso que se cometió.
Por lo tanto el mayor atropello está reflejado en el resultado de los 81 muertos y de los más de 400 heridos. Pero también el abuso alcanzó a la prensa. Muchos periodistas fueron amenazados de muerte. Inclusive el ministro de salud, Torres Goitia que hizo de portavoz, dijo a un canal de televisión, que pase películas y dibujos animados, porque al pasar esas imágenes la gente reacciona. Además, le dijo a la periodista, «ustedes con estos conflictos piensan más en sus raiting y en el dinero».
Esos abusos de poder del gobierno se concretó en el silenciamiento, a través de una explosión en los transmisores de la Radio Pío XII, y en el canal de televisión Universitaria en la ciudad de Oruro.

Las denuncias que se formulan hoy para castigar a los responsables de tales atropellos ¿tienen receptividad en las autoridades actuales?
El Actual gobierno está intentando escuchar a todos los sectores para que poco a poco se puedan dar respuestas. Aún no se ha empezado con la investigación de las causas y de los responsables. Si bien es cierto hay algo de respuestas, pero no satisfacen los requerimientos de la población. Por ejemplo, la Asamblea de Derechos Humanos tienen en su registro 81 muertos y la fiscalía tiene 55, ahí qué pasó, existen reclamos para que se haga una investigación responsible y pronto. En caso contrario puede significar una debilidad, que costaría caro al actual gobierno. La población, sobretodo del Alto está expectante de cada acción que se tiene en esta materia.

¿Considera Ud. Que la O.E.A . Y otras entidades internacionales podrían hacer algo por el país?
Creo que es el momento en que necesitamos la participación de las organizaciones internacionales. De hecho al momento no se confía en la OEA, ya se tuvo una primera experiencia con el caso de la "Masacre de Amayapampa" esos mismos ministros fueron los responsables y la OEA no elaboró un informe justo, sino a medida de ese gobierno. En esa oportunidad murieron 11 personas y más de 50 heridos.
Meses anteriores, y a propósito de otro conflicto llamado "el impuestazo" , la OEA estuvo en Bolivia y le dieron su respaldo a Gonzalo Sánchez de Lozada, entonces la gente no cree que ellos puedan ser los más indicados. Pero lo cierto es que alguien, a nivel internacional, debe ayudar ha aclarar lo que pasó en octubre en Bolivia. Además, es necesario que las organizaciones internacionales sepan que las verdaderas causas son la pobreza y la magra economía del país.

¿Confía Ud. Que el presidente Carlos Mesa cumplirá con las exigencias del pueblo?.
Es bastante el compromiso que el actual gobierno tiene, pero requiere tiempo, al menos por ahora hay confianza con este gobernante. Muchos sectores le expresaron su respaldo. Sin embargo, puede ser un boumerang porque el mismo gobierno prometió y aún no cumplió.
Las organizaciones populares inclusive dicen que "es más de lo mismo". Es preocupante para los sectores populares que denuncian que aún los heridos no reciben la atención adecuada y los familiares de muertos tampoco han tenido acciones concretas.
Pienso en otro elemento que surgió. Las demandas que las organizaciones populares tienen son bastantes, porque la misma central obrera boliviana (COB) tiene 25 puntos, los maestros 15, los campesinos 70. Y así sucesivamente nos encontramos con una serie de demandas, que el actual gobierno no podrá resolver.
Entre las mayores demandas se encuentra varias leyes que deben ser abrogadas, una de ellas es la Ley 1008, que se refiere al tema de la coca, que durante 15 años trae mucha violencia. La otra ley es la de hidrocarburos que trate del tema de la comercialización del gas. La Ley de capitalización permitió que muchas empresas transnacionales tomen de asalto las empresas del Estado. Pero en todo también está la ejecución del Referéndum para definir el futuro de la comercialización del gas y la Asamblea Constituyente. Estos últimos compromisos pueden significar una salida positiva para este Gobierno.
Se necesita señales claras de cambio. Si se logra concretar, en un tiempo prudente, creo que este gobierno podrá respirar tranquilo, de lo contrario la situación puede revertirse.