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Latinoamérica

En las palabras de Carlos Eduardo Mendoza no queda espacio para el ruego

La razón indígena

Fran Araújo
Tomado de La Patria, Oruro,Bolivia
La Fogata

"Tal parece que todo podría reducirse a la dignidad". La población indígena sudamericana no pide más, y así lo transmitió el representante del Encuentro Social Alternativo, Carlos Eduardo Mendoza, a los representantes de la XIII Cumbre Iberoamericana. Veintidós presidentes y un Rey escuchando las conclusiones de tres días de deliberaciones populares reducidas a una sola: dignidad. "En la creencia de que esta dignidad no nos es conferida por nadie, sino que es una actitud, una forma de ver la vida, una manera de existir".

No piden nada que les sea ajeno, sino lo que les pertenece por la razón de ser. Libertad de derechos, salud, vivienda, trabajo, educación, respeto de la soberanía de los pueblos, todo ello acompañado del adjetivo digno. Desde el otro lado del Atlántico, con una tradición democrática más afianzada, parece que estos logros sociales son mínimos incuestionables, a pesar de que muchos puntos aún sufran de cojera crónica.

En las palabras de Carlos Eduardo Mendoza no queda espacio para el ruego. No pide, sino que expone. Permanece en todo momento entre el respeto y la convicción que proporcionan las razones lógicas. Consciente de que ellos son millones, abre un único camino, representar al pueblo.

De fondo a estas palabras quedan las últimas semanas de convulsión vividas en Bolivia, la denominada "guerra del gas" que concluyó con la expulsión de Gonzalo Sánchez de Lozada de la Presidencia de la República.

"Y esto no es buscar la confrontación, somos gente de paz. Pero estamos aquí. Y esta tierra es nuestra y todo lo que hay debajo de ella también". Cuando dice "debajo" se refiere a las reservas de gas que, por valor de 39 mil millones de dólares, acoge el suelo boliviano. Esta cantidad sería suficiente para reavivar la economía y acabar con la pobreza en pocos años. Además, saben que sus reservas de gas pueden ser el motivo de futuras acusaciones de terrorismo que den pie a intervención militar extranjera. No es inverosímil, al menos.

En un país en el que el 53% de la población no tiene luz y el 95% de los habitantes del campo son pobres, por cada dólar que permanece en Bolivia, seis se van al exterior. Por eso el Encuentro Social Alternativo se opone al ALCA, porque ahonda en la línea de pérdida de control sobre sus recursos nacionales y perjudica a los mercados interiores. Acentúa la línea neoliberalista de las diferencias sociales. Algo insostenible en la Sudamérica de hoy.

Resulta indigno que un país tan rico permita que su juventud se muera de hambre. Indigno que niños de cuatro años se ganen la vida en la calle. "Lo más grave, es que teniendo la mayor población infantil y adolescente del mundo, nos damos el lujo perverso de no atenderlos". Bolivia posee unos recursos naturales capaces de alimentar a su población con creces. Reivindican su derecho a comer lo que producen, pero también el de producir lo que comen.

Imaginar un futuro donde todas las personas tengan un futuro. En el que se construyan espacios para el mestizaje, en las que tenga cabida un nosotros "inclusivo, plural, cambiante, y no exento de conflicto", en el que una Asamblea Constituyente represente a todos los pueblos y culturas que conforman el entramado iberoamericano. La población indígena quiere convertirse en ciudadana de facto, conseguir una verdadera política representativa, no figurativa. Millones de personas esperan.

Las razones indígenas se pueden reducir a una sola, una vida digna. "Sabemos que insistir en la dignidad nos puede llevar trabajosamente a lugares de mucho dolor. Pero también sabemos que es mejor ese dolor que la verguenza de ser indignos".

(Tomado de La Patria, Oruro,Bolivia)