16 de octubre del 2003
La conspiración mediática contra el presidente venezolano Hugo Chávez adopta el tono justificatorio de una intervención militar.
Apuntes sobre el artículo "El terror cerca de casa"
Camilo Naranjo
Rebelión La revista U.S. News de línea conservadora publicó recientemente un artículo de Linda Robinson denominado "El terror cerca de casa" (Terror close to home), que se puede considerar como un intento más por desprestigiar el gobierno democrático del presidente de Venezuela Hugo Chavez, pero ahora, parece que los medios de comunicación orientadores de la opinión de los estadounidenses adoptan como estrategia la legitimación de una invasión militar en Venezuela. Para lograr este efecto se está vendiendo la idea de que Venezuela es un foco potencial de terrorismo en el hemisferio occidental ("Venezuela is emerging as a potential hub of terrorismo in Western Hemisphere") que ayuda no sólo a las guerrillas colombianas (afirmación planteada tanto por la C.I.A. , como por los golpistas en Venezuela, Miami y por altos funcionarios del gobierno colombiano de Alvaro Uribe) sino al régimen cubano de Fidel Castro, cuyos miembros están supuestamente infiltrados en las redes de inteligencia de Venezuela, y la afirmación más delicada, que apoya a las organizaciones extremistas islámicas.
Lo candente del asunto es que se están esbozando argumentos similares a los planteados contra el gobierno de Salvador Allende y que justificaron el golpe militar, o los esgrimidos contra Cuba en la época de la guerra fría; en ese entonces se decía que el país del Caribe era la amenaza comunista ubicada a pocos kilómetros de las costas de Estados Unidos; pues el artículo de Robinson expone que la administración Bush ve como peligrosa la ayuda que presta este país a terroristas y textualmente señala que dista a mil millas del sur de La Florida ("a country that sits 1000 miles south of Florida").
También menciona que el presidente venezolano ha entablado amistad con notorios enemigos de Estados Unidos (emplea la palabra "America") entre ellos Saddam Hussein en Irak y Mouammar Khadafi en Libia. Cita además supuestas declaraciones del nuevo asistente del Secretario de Estado para América Latina, Roger Noriega; oscuro personaje de la administración de Ronald Reagan, quien dice: "Cualquier acción que socave el orden democrático o amenace la seguridad y bienestar de la región es un asunto legítimo para todos los vecinos de Venezuela". Afirma además, que células terroristas del medio Oriente están operando en Venezuela y otros lugares de la región andina. Según la publicación, ha realizado una "investigación" de dos meses donde se evidencia que miles de documentos de identidad venezolanos están siendo distribuidos a extranjeros de las naciones del medio oriente, incluyendo Siria, Pakistán, Egipto y Líbano, así como a ciudadanos cubanos y colombianos (que según el informe son los mas numerosos). Agrega que las guerrillas colombianas FARC y ELN tienen campamentos en Venezuela, y que luego de emboscar al ejército colombiano cruzan la frontera con la complicidad del gobierno y las Fuerzas Armadas de Venezuela, incluso menciona que la guerrilla colombiana ha intercambiado armas por droga con militares venezolanos, que les ayudan a movilizar hombres, armamento, abundante munición y cargamentos de droga. Señala que a cambio de esta supuesta ayuda, las guerrillas colombianas contribuyen en la formación y entrenamiento del Frente Bolivariano de Liberación y que entrenan a los Círculos Bolivarianos. Finalmente el artículo cita la declaración de "un oficial americano" que manifiesta : "Estoy preocupado de que la ayuda al terrorismo no esté siendo perseguida agresivamente en el hemisferio".
La administración Bush apunta de esta manera a Venezuela, una nación rica en petróleo cuyo presidente, ejerciendo la soberanía nacional ha decidido no regalarlo más al imperio exigiendo un precio justo para su pueblo, lo que molesta al imperio, que ve en el combustible una salida a su crisis económica de cifras maquilladas y empresas al borde de la quiebra (estilo Enron). Se utilizan entonces los dispositivos de divulgación masiva que le pretenden fabricar al pueblo norteamericano una nueva "amenaza" de apellido Chávez, (ya se utilizaron los apellidos Castro, Allende, Bin Laden, Hussein) recurriendo al miedo para conseguir legitimidad, tras una caída en su popularidad por el genocidio de Irak; donde también se utilizaron argumentos falsos para justificar la masacre, como el manido de que Saddam ocultaba la fabricación de armas químicas que los inspectores de la ONU nunca encontraron. El Presidente venezolano respondió estas afirmaciones mentirosas y retó a la revista U.S. News a que hiciera públicas las pruebas que sostienen sus afirmaciones, muy seguramente no lo harán.