En la Conferencia Especial de Seguridad Hemisférica, que se llevará a cabo en México los días 27 y 28 de octubre, Estados Unidos intentará lograr "un control total de la región, así como militarizar los conflictos internos", con el argumento de amenazas que van del terrorismo a la pobreza y el sida.
En este contexto, organismos humanitarios argentinos analizan acuerdos de seguridad y cooperación en el tema, firmados en estos días entre Colombia y México, ya que lo que se conoce a través de los medios aquí indica que el "intercambio" de informes no se distancia demasiado del que practicaban "las dictaduras que actuaron en la región en los años 70".
Este día el diario Página 12 publicó un trozo del documento base que se discutirá en la conferencia, que contiene "14 páginas de un detalle apabullante donde todo en la vida es seguridad".
El análisis lleva a concluir que Estados Unidos presiona para militarizar "cualquier problema interno". En el rubro "nuevas amenazas" se consideran no sólo el terrorismo sino hasta el sida y los terremotos. El periodista Martín Granovsky señala que este es el último borrador del documento y que, aunque aún no se conforma una misión de primer nivel estadunidense, el Departamento de Estado y el ministerio de Defensa de Estados Unidos han logrado "imponer sus puntos de vista en el documento que saldrá de la conferencia gracias a la ayuda de Canadá y los caribeños".
El documento sostiene que la seguridad de Estados Unidos se ve afectada por las amenazas tradicionales, pero también hace referencia a "otros desafíos a la seguridad en el hemisferio (...) que incluyen aspectos políticos, económicos, sociales, de salud y ambientales".
Existen párrafos de las ya conocidas amenazas como "el terrorismo, la delincuencia organizada trasnacional, el narcotráfico, la corrupción, el lavado de dinero, el tráfico ilícito de armas y las conexiones entre ellos".
Pero lo que se destaca es la consideración de que "la pobreza extrema erosiona la cohesión social y vulnera la seguridad de los estados". A esto se añade otro punto sobre el tema de "los desastres naturales y los de origen humano, el VIH/sida y otras enfermedades, otros riesgos a la salud y el deterioro del ambiente. El tráfico ilícito de personas; los ataques a la seguridad cibernética". Y la enumeración continúa hasta considerar como temas de seguridad "la posibilidad de que surja un daño en el caso de un accidente o incidente durante el transporte marítimo de materiales potencialmente peligrosos, incluidos el petróleo, material radiactivo y desechos tóxicos" o del acceso, "posesión y uso de armas de destrucción en masa y sus medios vectores por terroristas".
El periodista considera que "el documento hipertrofia la seguridad. La exclusión social es un grave problema, según suelen reconocerlo los gobiernos y hasta los organismos internacionales de crédito. Pero hasta ahora constituían una amenaza no para un abstracto concepto de seguridad hemisférica, sino para la dignidad de cada ciudadano, hoy marginado, o para la cohesión social de las sociedades latinoamericanas".
El otro tema que analizan los organismos humanitarios aquí es el de la militarización y los intentos de Washington por establecer un control total en la región, mediante un cordón de bases militares, la ocupación de zonas fronterizas y de recursos estratégicos y las maniobras, así como la "militarización del conflicto social".
"Ya sufrimos en carne propia y en el genocidio los efectos de la teoría de seguridad nacional de Estados Unidos. Ahora nadie podría volver a soportar en la región otro tiempo igual aunque, de hecho, ya hay un genocidio por la dictadura económica" señalan las Madres Fundadoras de Plaza de Mayo, que recuerdan que la matanza de los años 70 se hizo acusando a miles y miles de disidentes políticos de "terroristas".
Por su parte, Granovsky señala que "la militarización asoma también concretamente en el punto 48, pues se recomienda que el Consejo Permanente de la OEA continúe examinando el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) "teniendo en cuenta las realidades de la seguridad en el hemisferio y la naturaleza distinta de las amenazas tradicionales". Ironiza que si el TIAR amplía sus funciones, las fuerzas armadas de todo el continente también deberán hacer frente a problemas desde "la entrada a Managua de un portador de neumonía atípica made in Hong Kong, los destrozos de un hacker iraní en los sistemas del Quini 6 (quiniela) a "la situación de 80 por ciento de población indígena en Bolivia".
Por lo pronto, el gobierno de Néstor Kirchner advirtió que su posición será la de no involucrar a las fuerzas armadas en asuntos de seguridad internos.