Kirchner y Lula acuerdan enviar una misión de observadores a La Paz
Cuba atribuye al neoliberalismo la violencia y las muertes
en Bolivia
EU reitera su apoyo a Sánchez de Lozada
Solidaridad con bolivianos en ciudades de AL
AFP, DPA Y REUTERS
La Habana, 16 de octubre. Cuba afirmó hoy que sigue con "gran
preocupación" los sucesos en Bolivia y denunció que el causante
"de la violencia y la sangre derramada es el neoliberalsismo".
Al mismo tiempo, los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y de
Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, acordaron en Buenos Aires enviar este viernes
una misión de observadores a Bolivia encabezada por los diplomáticos
Eduardo Sgiuglia (argentino) y Marco Aurelio García (brasileño),
e intentarían mediar entre gobierno y oposición.
La cancillería cubana señaló que "lo que ocurre allí
es el resultado de una profunda y prolongada crisis social y económica,
agudizada hasta niveles inostenibles como resultado de la aplicación
de políticas neoliberales impuestas a América Latina por Estados
Unidos".
De acuerdo con un comunicado difundido por la televisión estatal, refirió
"los crecientes índices de pobreza y desigualdad, el saqueo, la exclusión
de sectores cada vez más amplios de la sociedad boliviana y las desmedidas
exigencias externas", todo lo cual "ha creado condiciones para el estallido
popular".
No obstante, se pronunció contraria a cualquier intento de injerencia
extranjera en los asuntos internos de Bolivia, al considerar que el actual conflicto
debe ser resuelto por los propios bolivianos. Siempre, dijo, sobre la base de
una solución justa y sin nuevos derramamientos de sangre sino apelando
al diálogo interno y los más sagrados intereses de la nación.
A su vez, Kirchner y Lula analizaban la convulsión política que
atraviesa Bolivia, y estuvieron de acuerdo en mantenerse "alertas" ante la evolución
de los acontecimientos y dispuestos a colaborar en caso de que pudieran ser
requeridos por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.
Se ofrecen como mediadores
El gobierno de Lula estaba incluso listo para enviar un negociador a Bolivia
si así lo solicitaba La Paz, declaró el canciller Celso Amorim.
El asesor diplomático de la presidencia, Marco Aurelio García,
confirmó que el gobierno brasileño se "dispone" a ayudar en la
búsqueda de una salida pacífica a la crisis del país vecino.
Fuentes diplomáticas en Buenos Aires señalaron que el gobierno
argentino no descarta ofrecerse como mediador entre las diferentes partes en
conflicto. Por lo demás, el gobierno considera que "existe consenso entre
los países de la región para que en caso de un golpe de Estado
en Bolivia el país andino quede aislado", indicó un portavoz de
la Casa Rosada.
El presidente Kirchner expresó que "la situación en Bolivia desgarra
a los latinoamericanos", y confirmó que analizaba con Lula el problema
para luego tomar una decisión, en decalaraciones hechas poco antes de
anunciarse el envío de emisarios de ambos países para tratar de
colaborar en Bolivia.
En La Paz, el canciller boliviano Carlos Saavedra anunció que los emisarios
de Buenos Aires y Brasilia intentarán mediar entre el presidente Sánchez
de Lozada y la oposición que encabezan los dirigentes indígenas
Evo Morales y Felipe Quispe.
El gobierno de Brasil también confirmó que Lula ordenó
la evacuación de unos 53 brasileños varados en La Paz, y al efecto
se dispuso al menos de dos aviones de la Fuerza Aérea y un helicóptero
que se encuentran en la zona fronteriza.
Otro tanto hacían las autoridades chilenas que coordinaban un operativo
para rescatar a una treintena de sus conciudadanos atrapados en Bolivia, mientras
que Perú dijo que enviará este viernes un segundo avión
para sacar a unos 50 peruanos de dicha ciudad, aunque en El Alto se informó
de 80 peruanos varados en el aeropuerto.
Comerciantes chilenos se declararon confiados en que la crisis en Bolivia no
paralice las negociaciones bilaterales para la firma de un tratado de libre
comercio. El líder de la Cámara Nacional de Comercio chilena,
Fernando Lihn, expresó no obstante preocupación y deploró
el sentimiento antichileno como uno de los detonadores de la efervescencia social,
reportó el corresponsal Enrique Gutiérrez.
Por su parte, Estados Unidos reiteró su respaldo al presidente Sánchez
de Lozada, e instó a la oposición a acudir al diálogo con
el gobierno para poner fin a la violencia. El secretario de Estado adjunto para
América Latina, Roger Noriega, dijo estar preocupado por "elementos antidemocráticos"
que busan derrocar al régimen boliviano y que eso sería una "tragedia"
para el pueblo.
Mientras, Estados Unidos aconsejaba a sus ciudadanos retornar de inmediato de
Bolivia y abstenerse a quienes planeaban viajar allá, Rusia llamó
a evitar una mayor escalada de violencia en el país andino, y el presidente
del gobierno español, José María Aznar, expresó
su apoyo a las instituciones y al gobierno de Bolivia.
La coalición española Izquierda Unida expresó su "solidaridad"
con el pueblo boliviano. Otros actos de apoyo se desarrollaron en Montevideo
y Washington.
En la ciudad de México, decenas de personas se manifestaron ante la embajada
boliviana para exigir la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.