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Latinoamérica

CARTA LIBRE ... DESDE LA CÁRCEL

Texto de la carta de respuesta de los voceros del Eln al presidente Álvaro Uribe

Octubre 8 de 2003

Compañeros del Comando Central:

Nicolás Rodríguez, Antonio García, Pablo Beltrán Ramiro, Vargas Óscar Santos

Compañeros de la Dirección Nacional y Militantes del Ejército de Liberación Nacional.


Nos ha tocado asumir hoy la responsabilidad de responder ante la Comandancia de la Organización, la militancia del ELN, el Presidente de la República, el país y el mundo la propuesta que nos hiciera el Presidente de la República sobre abandonar las filas del ELN, o su componente militar o la lucha armada a cambio de nuestra libertad y de convertirnos en "buscadores de paz" en el país o desde el exterior.
Hemos conocido de la indignación de miles de compañeros de la Organización por el contenido de la propuesta de excarcelación, también supimos de muchos interrogantes que se han hecho al interior de nuestras filas sobre si nosotros seríamos capaces de desertarnos o desmovilizarnos, como se ha entendido la propuesta del Presidente.
Desde muchas organizaciones con quienes hemos trabajado construyendo una estrategia de paz, nos ha llegado diversas opiniones que van desde insistirnos en renunciar a la lucha armada y a la militancia del ELN como hasta los que nos alientan a resistir y a seguir el ejemplo de Nelson Mandela en Sur África, quien estuvo preso durante 27 años y desde la prisión construyó su libertad, la unidad de su país y una nueva nación.
Otras voces procedentes de todas las corrientes de pensamiento y de todos los afectos nos han propuesto aceptar la libertad sin ningún tipo de renuncia, ni de condiciones y por el contrario exigirla como contraprestación merecida por los años de trabajo realizado por la paz y por los años pagados de prisión; han sugerido incluso, proponer a Itagüí como laboratorio de paz o Premio Nacional de paz.
Y es a todos ellos a quienes queremos responderles A la Comandancia y a la Militancia del ELN: Compañeros, estos 10 y 11 años respectivos que hemos estado en prisión no los ha pagado ningún jefe paramilitar, ningún jefe narcotraficante, ningún corrupto del Estado o de la empresa privada. Con muchos de ellos nos tocó compartir estos espacios y hace ya varios años están libres, los hemos visto llegar y los hemos visto partir, ya porque compraron su libertad, o porque las penas son menos severas, o simplemente porque hacían parte del establecimiento.
Nosotros en cambio seguimos aquí, dignos como desde el comienzo, fieles a la línea política de la Organización, consecuentes con las orientaciones políticas e ideológicas, comprometidos en cada instante con la solución política del conflicto. No hemos renunciado, ni renunciaremos a ningún principio de la Organización, porque no nos debemos a nosotros, nos debemos a Uds. y a la estrategia política del ELN. Les confesamos, eso sí, que nos hiere en lo profundo de nuestras convicciones cuando en la Organización se cometen injusticias contra el pueblo y nos hiere mas que cuando las realiza el contrario, es en estos momentos cuando reclamamos con fuerza respeto por la gente y así lo hemos planteado en varias ocasiones al Comando Central.
Somos militantes de mas de 30 años de lucha y de pertenencia al ELN, conjuntamente con los miembros del actual Comando Central, la Dirección Nacional y muchos cuadros de la Organización, desde todos esos años fuimos construyendo el ideario político e ideológico, las estructuras orgánicas, la base social y la plataforma de nuestras propuestas políticas, fuimos abriendo trocha con miles de compañeros en los territorios en los que hoy tiene asentamientos el proyecto social, político y militar del ELN. ¿Cómo renunciar al ELN o a uno se sus componentes si todos hacen parte de un solo objetivo: la Paz con Justicia Social? ¿Cómo renunciar a nuestros territorios si por donde quiera que anduvimos dejamos sembrada una esperanza de libertad y de igualdad? ¿ Cómo renunciar a la hermandad de cada compañero si para Uds. hemos sido testimonio vivo de resistencia y aliento para seguir buscando un mundo mejor? ¿Cómo renunciar a nuestros colegas y hermanos constructores de un nuevo pensamiento y conductores de la Organización?. Lo que si podríamos hacer es luchar por volver donde Uds. para compartir experiencias de lucha política y de construcción de nuestra estrategia de paz y justicia social.
Estos 10 y 11 años de prisión los hemos vivido de muchas formas, cuando nos confinaron en las guarniciones militares, nuestro silencio y nuestra resistencia se convirtió en denuncia permanente, cuando nos nombraron como representantes de los presos construimos espacios de participación como las mesas de trabajo y luchamos por la dignificación de los todos los presos y presas de Colombia, cuando el COCE y el Congreso Nacional de la Organización nos nombró como voceros, asumimos con responsabilidad nuestra misión hasta el punto de ser copartícipes del Diálogo Nacional y la Convención Nacional, interlocutores legítimos del ELN ante el Gobierno, la sociedad colombiana y la comunidad internacional. ¿Cómo vamos a renunciar a estos 11 años de intenso y formidable trabajo? ¿Cómo vamos a renunciar a representarlos orgullosamente a Uds., para dedicarnos a vivir una vida individual o a buscar la paz, en nombre de quien? Ustedes nos conocen, para muchos somos sus compañeros, para otros somos cariñosamente los "cuchos" y para los mas nuevos somos los viejos que desde la cárcel representamos su Organización. Para nosotros Uds. hacen parte de nuestra razón de vivir y luchar por eso somos uno solo y no podemos darles mal ejemplo.
Al Presidente de la República Como se habrá podido dar cuenta a través del transcurso de nuestro diálogo en esta carta, para nosotros es un imposible ético, político, histórico, filosófico y humano renunciar al proyecto revolucionario que colectivamente hemos construido entre todos los Elenos, y no es porque nos hayamos enamorado de la guerra o nos gusten las armas, es porque estamos dispuestos a dar la vida y la libertad por un país en paz, sin hambre, justo y soberano. El alma no se la entregamos a la guerra se la empeñamos a la paz y a la gente.
Señor Presidente, es mas fácil jurídica y legalmente decretar nuestra libertad que decretar un Estado de Conmoción Interior, Usted lo puede hacer por dos vías: dando cumplimiento al fallo de una Corte de la ONU, en donde por violación al debido proceso y violación a los derechos humanos, pide al Estado la libertad para Francisco Galán, y para Felipe Torres simplemente pidiendo a la Fiscalía que obre en estricto derecho y se le conceda de inmediato la libertad condicional , otro recurso político-jurídico lo tiene a su mano con la Ley 782 del 2002.
Señor Presidente, durante los dos anteriores gobiernos, construimos desde aquí un puente entre la Comandancia del ELN y el Gobierno Central, convertimos esta prisión en un escenario importante para la acción humanitaria, para la interlocución con el ELN, para la construcción de iniciativas de paz, para el diálogo con importantes sectores de la sociedad y la comunidad internacional, ¿Porqué no replicar este espacio desde nuestra libertad sin renunciar, como jamás lo hemos hecho ni se nos ha exigido, a la integralidad de la política del ELN?.
A los colombianos: Por esta Penitenciaria ha pasado medio país y numerosos representantes de la comunidad internacional, a todos les hemos brindado nuestra fraternidad, hemos compartido la mesa y el café, a nadie le hemos negado nuestra palabra, a todos los hemos escuchado y aprendido de su saber, nadie se ha ido con el mismo esquema que traía en la cabeza y en todos hemos depositado una idea de paz y justicia social.
Estos muros son testigos de la exuberancia de ideas y propuestas que, con todos aquí, hemos elaborado y compartido con el país. Hemos formulado tesis para la celebración de acuerdos humanitarios, construido un modelo para el desarrollo de la Convención Nacional, en donde la sociedad sea el artífice principal de la paz y la reconstrucción nacional, con cada puntada de trabajo y con cada colombiano de buena voluntad que nos ha visitado hemos contribuido en la construcción de una amplia base social a favor de la salida política del conflicto, agarrados de la mano entre todos y en convite hemos ayudado en la conformación de las comisiones de paz y de facilitación que hoy existen. Hemos contribuido en la construcción de la identidad de muchos sectores de la sociedad en torno a su inclusión en el debate y participación en la solución de los grandes problemas del país. Si no nos ha rendido mas, no es por falta de trabajo o por ausencia de propuestas, es que la paz es un bien supremo que solo se puede pactar entre todos y no solo entre elites.
A través de nuestra gestión humanitaria, y solo humanitaria, hemos colaborado en la liberación de muchos ciudadanos retenidos por la Organización. Estos colombianos seguramente nos quieren ver libres, para que sigamos construyendo desde el terreno los caminos de la paz.
En la madurez de la vida, cuando las ideas son mas serenas y el corazón mas tierno, reiteramos nuestros anhelos de justicia y libertad, que acunamos desde las largas jornadas de rebeldía en la juventud. La defección y la traición borraría con deshonor los sueños por un país mejor. Sepan todos que desde la prisión o desde la libertad, encontrarán en nosotros la disposición de siempre y el entusiasmo para buscar colectivamente con todos, el camino apropiado para resolver los problemas de los colombianos a través de la palabra y la praxis.
Fraternalmente, Francisco Galán Felipe Torres Penitenciaría Nacional de Itaguí, Colombia Octubre 6 del 2003