Una vida de lucha por la dignidad
Felipe Quispe Huanca, el Mallku (cóndor, que simboliza la máxima autoridad comunal en aymara), fue desde muy joven líder campesino. Como tal, debió escapar en 1971 de la represión desatada por la dictadura de Hugo Bánzer y refugiarse en Santa Cruz, donde trabajó como obrero hasta 1977. En 1978, en La Paz, se integró al Movimiento Indígena Tupac Katari y fue su secretario permanente hasta 1980, cuando fue perseguido por la dictadura de Luis García Meza. Salió entonces hacia Perú, luego a México y después a Guatemala y El Salvador.
En 1983 regresó a Bolivia y en 1984 fue elegido dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Campesinos de La Paz. En tal calidad fundó el movimiento Ayllus Rojos, brazo político de las organizaciones campesinas de base que en 1988 plantearon ante el Congreso Campesino de Potosí la tesis de la lucha armada, que reiteraron en 1989 en el Congreso de la Central Obrera Boliviana, rechazada por la mayoría de los partidos.
Ese mismo año, Quispe pasó siete meses en la cárcel. En esa época se formó el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), que Quispe integró; en agosto de 1992 -durante el gobierno de Jaime Paz Zamora- fue encarcelado en la ciudad de El Alto, acusado de alzamiento armado. Una periodista de televisión que en entrevistas dejó sin argumentos a los militantes blancos del EGTK, se quedó sin habla cuando, al increpar a Quispe acerca de por qué recurre a la violencia, él le respondió: "Para que mi hija no sea tu empleada doméstica".
Durante su detención fue salvajemente torturado, y después acusado de alzamiento armado. Quispe permaneció prisionero en la cárcel de San Pedro desde agosto de 1992 hasta el 17 de julio de 1997, cuando los campesinos de la provincia de Omasuyos -donde nació- rodearon el penal para exigir su libertad. Durante ese periodo se graduó de bachiller e inició estudios de historia en la Universidad Estatal de La Paz, de los cuales sólo le falta la tesis.
El 29 de noviembre de 1998 el Mallku fue elegido secretario ejecutivo de la máxima organización campesina de Bolivia, la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia. Ha escrito tres libros, Indios en escena, Tupak Katari vive y vuelve... y Mi captura, aún inédito. XIMENA ORTUZAR