REBELIÓN DESNUDA LOS RESORTES DE LA CENSURA
El Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada utilizó cinco mecanismos de censura y de control de los principales medios de comunicación de Bolivia. Periodistas documentan y prueban cómo se amordazaba y neutralizaba a los medios
Econoticiasbolivia.com
(Miguel Pinto Parabá)
El último terremoto social hizo crujir gran parte del aparato estatal boliviano. Algunos de sus mecanismos de represión quedaron al descubierto. Los resortes de la censura mediática saltaron por todo lado. La "política informativa" del régimen neoliberal mostró que "huele a podrido". Y, la gente, que echó al Presidente del poder, escandalizada, empezó a entender la forma como algunas de las más grandes redes de difusión "distorsionan" la realidad.
Se ha convertido en una verdad de perogrullo que algunos propietarios de las cadenas de difusión tienen obscuras conexiones con las grandes empresas nacionales y transnacionales, los partidos políticos conservadores y el poder.
Esta relación económica y política, en muchas oportunidades y en determinadas coyunturas históricas, delimita férreamente la línea editorial de estos medios de información. Los contenidos periodísticos visibilizan ciertos hechos e invisibilizan otros, generando, de este modo, percepciones colectivas clasistas y racistas sobre lo real.
Los trabajadores de la prensa o periodistas están conscientes de este hecho. Sin embargo, en momentos de convulsión social, hasta las musas entran en crisis. Y los viejos aparatos de represión ideológica se muestran de cuerpo entero y exhiben, con toda claridad, la forma como construyen y destruyen los acontecimientos sociales.
CONSULTORIAS, CHANTAJE Y TERROR
Después del levantamiento en contra del "impuestazo" del 12 y 13 de febrero, que tuvo el trágico saldo de 35 muertos a bala y más de 210 heridos, para los periodistas bolivianos quedó claro que el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, con la complicidad de su más cercano colaborador Carlos Sánchez Berzaín, puso en marcha por lo menos cinco mecanismos de censura:
1) Mediante la arbitraria distribución de propaganda estatal a los medios, el gobierno presionó a los gerentes de varias redes de comunicación a censurar e incluso despedir a los periodistas.
2) El cobro de "cuentas pendientes" (deudas tributarias, bancarias, a la caja de salud estatal y otras) fue también utilizado por algunos jerarcas para mediatizar la actividad periodística de varios medios.
3) Luego de hacer "escudriñar" policíacamente los obscuros negocios de algunos propietarios de medios de difusión, algunos ministros los "chantajearon" con los resultados de la investigación, obligándolos a delinear en sus medios una agenda pública progubernamental.
4) A través de algunas "consultorías" de comunicación, que algunos periodistas realizan con el Estado, el gobierno controló sutilmente a algunos medios. De ahí para adelante, los "consultores" se convierten en instrumentos dóciles del poder y cumplen el papel de censores dentro de los medios donde trabajan.
5) La amenaza y la violencia que se desató contra los periodistas fue otro mecanismo estatal de presión que el anterior equipo ministerial, que escapó a Estados Unidos junto con Sánchez de Lozada, utilizó "indiscriminadamente".
CENSURA COMPROBADA
En la "guerra del gas", donde más de 80 personas murieron acribilladas y más de 500 resultaron heridas, los mecanismos de censura también se hicieron sentir en los grandes medios de comunicación. Pero, a diferencia de lo que ocurrió en febrero negro, algunos de estos maquiavélicos dispositivos quedaron al descubierto.
El 20 de octubre, los periodistas del matutino "La Prensa", integrante de una de las redes más influyentes e importantes del país, con pruebas en la mano, mostraron la forma concreta como los regímenes neoliberales operan en momentos de convulsión social.
Mediante carta dirigida al Directorio del Sindicato de Trabajadores de la Prensa de La Paz, los periodistas de "La Prensa" denunciaron la "abierta actitud de censura" que ejerció el jefe de Redacción de este periódico, Marco Zelaya, "respaldada" por el Director Alfonso Canelas, en temas relacionados al conflicto.
"Queremos dejar claramente establecido que esta actitud, que atenta contra las libertades de expresión e información (…) fue duramente cuestionada al interior de la redacción, lo que dio lugar a que Zelaya eliminará el debate y procediera de hecho a eliminar notas y sustituirlas por otras, modificar titulares e incluso textos que no iban con la línea del anterior régimen de gobierno".
"La tapa del periódico --cuya elaboración es de total responsabilidad del jefe de Redacción, pues los enfoques en su mayoría no fueron coordinados con los editores, a diferencia de los que ocurría durante la gestión de los ex presidentes Hugo Banzer y Jorge Quiroga-- reflejó la postura de pleno apoyo al gobierno caído el 17 de octubre, impulsado desde los editoriales y la jefatura de Redacción", agrega la carta.
LINEA PROGUBERNAMENTAL
Este hecho de abierto control mediático comenzó con la cobertura de la masacre de Warisata, el 21 de septiembre, cuando los periodistas, como dice el "Código de Etica", mostraron la parte y la contraparte del hecho y no sólo la versión del gobierno que hablaba de una presunta "emboscada" y "enfrentamiento" entre tropas del ejército y campesinos "fuertemente armados" (Más detalles en