14 de octubre del 2003
Entrevista con Felipe Quispe
"Este gringo Sánchez de Lozada va a renunciar, no aguanta un mes"
Página/12
Cuando en septiembre seis personas de la localidad boliviana de Warisata
murieron en un choque con el ejército, el líder de la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y diputado
del Movimiento Indígena Pachacuti, Felipe Quispe, le declaró la
"guerra" al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Y con la represión
militar del domingo, el líder de los aymaras anunció la radicalización
de los cortes de ruta y la huelga general por tiempo indefinido hasta que "este
gringo se vaya". Fue fundador del Ejército Guerrillero Tupac Katari y
durante el gobierno de Jaime Paz Zamora pasó cinco años en la
cárcel, acusado de sedición y terrorismo. Este hijo de campesinos
pobres que dejó la escuela en sexto grado está convencido de que
"el indio no puede ser una masa votante" y que debe autogobernarse. En esta
entrevista para Página/12, a punto de pasar a la clandestinidad, Quispe
dijo que los indígenas "estamos dispuestos a capturar el poder político".
–Sánchez de Lozada reiteró que no va a dejar su cargo. ¿Qué
va a hacer la CSUTCB de ahora en más?
Si no renuncia, vamos a seguir con los cortes de rutas y bloqueos económicos.
Nadie va a poder entrar productos agropecuarios a La Paz. Las juntas y organizaciones
vecinales, junto con el sindicato de choferes, han dicho que seguirán
con el paro indefinido hasta que renuncie el presidente. Sánchez de Lozada
ya no tiene que matar más: ya van cien muertos desde que asumió
la presidencia. Es más: ¿por qué no arma las valijas y se va a
su país, Estados Unidos? Pero va a renunciar, no va a aguantar un mes.
Aquí en Bolivia, el indio cuida a los hijos de los blancos, les lava
la ropa, les cocina. A pesar de que somos mayoría, sólo una pequeña
minoría blanca nos maneja.
- El gobierno lo acusa a usted y al líder cocalero Evo Morales de instigar
un golpe de Estado.
Dijeron eso, pero la nación indígena no tiene fuerzas armadas.
¿Con qué vamos a pelear? ¿Con palos y piedras? Así que no podemos
hablar de un golpe de Estado. Más bien parece que Sánchez de Lozada
debe estar preparando su autogolpe. Nosotros estamos perseguidos por el gobierno,
estamos casi clandestinos. Ahora estoy en La Paz, pero pronto voy a irme a mi
comunidad, en el altiplano. Un político tiene que entregar su alma y
cuerpo, así que no temo por mi vida.
–Esta no es la primera vez que este gobierno toma medidas contrarias a la voluntad
del pueblo. Entonces ¿por qué la lucha contra la exportación de
gas natural a México y Estados Unidos ha provocado tanta indignación?
En primer lugar, el gas sale de territorio indígena y, en segundo, queremos
que se anule la Ley de Hidrocarburos, que favorece a las petroleras trasnacionales.
Junto a otras empresas estatales, Yacimientos Petrolíferos Fiscales de
Bolivia (YPFB) fue privatizada por este gobierno con muchas promesas que nunca
se cumplieron. Pero ahora la gente de todo el país se ha dado cuenta
de que el proyecto de exportación de gas del gobierno es un engaño.
No queremos que se exporte el gas natural, que perfectamente se puede industrializar
en Bolivia. Y venderlo al país que queramos, pero no a Estados Unidos,
que hoy ocupa Irak y mañana puede hacer lo mismo en Bolivia.
- Además del tema del gas, ¿cuáles son las reivindicaciones de
los aymaras?
El gobierno tiene una cuenta pendiente con nosotros desde el 2000, cuando firmamos
un convenio con 72 puntos que el gobierno no ha respetado. Estamos peleando
por nuestras tierras y el respeto a los cultivos de coca, que es de hoja pequeña
y no se puede transformar en cocaína fácilmente. Es nuestra hoja
sagrada. Para muchos bolivianos, la coca es su alimento, su educación,
su ropa. Y está el riesgo de que el gobierno la erradique, por eso ahora
hay cortes en esa zona. También pedimos educación, energía
eléctrica y agua potable para los indígenas. Pero ya no vamos
a debatir: ahora estamos dispuestos a capturar el poder político.
–¿Cuáles son las diferencias entre usted y Evo Morales?
El sólo habla de la coca y El Chapare. Creo que también reivindica
el tema del gas, pero ahora no está haciendo nada, sólo se aprovecha
de los medios. Es un oportunista. Mientras nosotros bloqueábamos las
rutas, hacíamos huelga de hambre y recogíamos a nuestros muertos,
él estaba en Libia paseándose. En 1997, firmó voluntariamente
la erradicación de 7000 hectáreas de coca, aparentemente a cambio
de beneficios personales.