MASACRE EN EL ALTO CON VARIOS MUERTOS
por Indymedia El Alto Bolivia
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EOL ALTO, LA TERCERA CIUDAD DE BOLIVIA POR CANTIDAD DE HABITANTES SUFRE UNA MASACRE. HASTA PASADO EL EMDIOD{IA DEL DOMINGO 12 SE REPORTARON MEDIA DOCENA DE MUERTES,QUE SE SUMAN A LOS CUATRO ENTRE EL JUEVES 9 Y SABADO 11. HASTA AHORA NO SE HA REPORTADO NINGUN ATISBO DE FRENO A LA MATANZA. A CONTINUACION VARIAS NOTAS INFORMATIVAS Y DE ANALISIS DE LA REBELDIA ALTEÑA.
Más muertos a bala en El Alto Mientras aumenta el número de muertos (más de una docena en la actual "Guerra del gas" desde el 19-9-2003) el gobierno anuncia la militarización de El Alto, la ciudad que demostró liderizar la mayor rebeldía social en los últimos años del régimen liberal de sucesivos gobiernos bolivianos. La militarización ocasionó más violencia. EL ALTO.- El padre de familia alteño José Cortez, que falleció por falta de atención, así como Carmelo Mamani y Efraín Pinto, se convirtieron en nuevas víctimas alteñas de la masacre policial y militar dentro de la denominada "Guerra del gas" cuando la tarde y noche de este sábado 11 y la madrugada, mañana y mediodía del domingo 12, los vecinos de las zonas Santiago Primero, Rosas Pampa, Santiago Segundo y Villa Ballivián, fueron reprimidos con armas de fuego y gases lacrimógenos. Los hechos se produjeron en circunstancias en que el sábado por la noche, una caravana de vehículos de alto tonelaje que transportaba combustibles (carros cisterna) a la ciudad de La Paz (desabastecida de gasolina y diesel) intentaba cruzar por las principales avenidas de El Alto, lo que derivó en un violento enfrentamiento con armas de fuego. Alex Mollericona (5 años) se suma a los otros tres muertos: el minero de Huanuni José Luis Atahuichi (41), el trabajador de la construcción y estudiante alteño Ramiro Vargas Astilla (22) y el vecino Walter Huanca Choque (27); éste último falleció el sábado 11 en otro enfrentamiento en la zona Villa Ballivián. Desde el inicio de esta particular guerra, el 19 de septiembre de 2003, fallecieron 12 personas: además de los cinco alteños, tres campesinos, un estudiante, una niña de cinco años y dos soldados; estas últimas muertes se dieron entre las localidades de Warisata, Ilabaya y Sorata el sábado 20 de septiembre. Desde que Gonzalo Sánchez de Lozada es Presidente de Bolivia (asumió el 6 de agosto de 2003) su administración ocasionó 68 muertes según recuentos periodísticos. La mayor cantidad (33) se dieron entre el 12 y 13 de febrero de este año, cuando el gobierno perdió el control del país a raíz de un proyecto de aumento de impuestos a los salarios lo que fue desmentido por informes parlamentarios que señalaban que el gobierno quería conocer la sensibilidad ciudadanía para intentar la venta de gas a través de puertos chilenos. Las radioemisoras alteñas Pachacama y Waynatambo "transmitían en directo" la balacera y gasificación en la zona de Ballivián, a la altura de la autopista que une las ciudades de La Paz y El Alto. Esa vía está vacía de vehículos aunque sí a media mañana del domingo 12 era intensa la balacera. BLOQUEOS EN AVENIDAS Y TERRORISMO DE ESTADO Vecinos de las zonas afectadas por la violencia en la tarde y noche de este sábado 11, relataron que la represión policial y militar fue originada por el frustrado intento de trasladar combustibles a La Paz -ciudad desabastecida de gasolina- por medio de una caravana de "cisternas" escoltada por policías y militares, en medio de un "paro cívico-vecinal movilizado" que ingresó en su quinto día en un inédito cerco a La Paz. Estratégicas esquinas de la avenida 6 de marzo (carretera internacional a Oruro) como el cruce Achocalla, puente vehicular de la avenida Bolivia, ex tranca Senkata y otros sectores, además de Ventilla (salida a Oruro) donde el jueves 9 fueron disparados y muertas dos personas. Cerca de las 18:00 horas del sábado 11, la caravana de cisternas escoltadas intentó cruzar la zona de "Cruce Taquiña" de la avenida 6 de marzo cuando fue interceptado por los vecinos bloqueadores. Esto originó que los militares y policías disparen gases lacrimógenos pero también armas de guerra. En esas circunstancias, el niño Alex Mollericona falleció casi instantáneamente al recibir un balín de goma cuando se encontraba en la terraza de su casa. Un periodista que llegó hasta la vivienda de la familia afectada, relató que la sangre del niño estaba "regada" en la terraza. MILITARIZACION Y TERRORISMO DE ESTADO Tras conocerse esta nueva muerte y de nuevos enfrentamientos, el gobierno anunció la militarización de la ciudad de El Alto "para recuperar el control de esa ciudad". El encargado de ese anuncio, Mauricio Antezana, vocero gubernamental indicó que "se está generando un proceso sedicioso" del que el autor es el diputado y jefe nacional del MAS Evo Morales. Antezana indicó que el Gobierno "dispuso acogerse a la cláusula de protección democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) demandando (enjuiciando) a los dirigentes que ocasionaron este problema y encabezan este proceso sedicioso. Indicó además que el gobierno realizaría operativos de detención de dirigentes vecinales de El Alto. Este anunció, emitido alrededor de las 22:30 horas del sábado, ocasionó que grupos de personas hagan recorridos por diferentes zonas aletas cono la Ceja, donde esos grupos desmantelaron las cabinas de cobro de peaje de la autopista y las barreras de protección vehicular. Periodistas que recorrieron esa zona a medianoche del sábado, señalaron que "El Alto es por ahora tierra de nadie" porque no había el mencionado control militar aunque sí recomenzaban disparos de ráfagas de militares y de gases lacrimógenos. = = = = Enfrentamientos, banderas y wiphalas con crespón negro en barrios alteños Mientras las viviendas de la mayoría de los alteños amanecieron con banderas bolivianas y wiphalas (bandera indígena), continuaban los enfrentamientos con más heridos y muertos en la zona Ballivián. La Central Obrera Bolivia y la Confederación de Campesinos propusieron que el gobierno anule el Decreto 24.806 que otorga la propiedad de los hidrocarburos bolivianos a las empresas que tienen contratos de exploración y explotación. Las viviendas de los alteños amanecieron este domingo 12 enarboladas con banderas bolivianas pero también con wiphalas (banderas indígenas) en señal de luto por las cuatro muertes y las decenas de heridos provocados por continuos enfrentamientos entre policías, militares y vecinos que, según el diario "La Prensa" asumieron una "rebelión vecinal". Las calles están desiertas de vehículos y los vecinos recorren las avenidas a pie con bolsas vacías para proveerse de verduras y otros alimentos perecederos que escasean en esta ciudad. Mientras tanto, se conoce que continúan los enfrentamientos en sectores como las populosas villas Ballivián y 16 de julio, en la zona norte, donde ya se reportaron más heridos graves con peligro de muerte. La soleada mañana del domingo solo está matizada, en la zona sur de El Alto, por esporádicas ferias vecinales que expenden alimentos como fideo, arroz, algunas verduras y azúcar. Los comerciantes ven cómo su mercancía se acaba casi de inmediato porque los vecinos no tienen ya alimentos de reserva. Sin embargo, la zona norte (Río Seco, 16 de julio y Ballivián) está desierta de vehículos y de comerciantes. Los enfrentamientos de vecinos con policías y militares son continuos desde a tarde del sábado. La militarización de El Alto dispuesta por el gobierno generó más violencia en los sectores norte y la Ceja de El Alto. La prensa expresó su preocupación porque hasta el momento no hay atisbos de diálogo entre los sectores sociales y el gobierno. PROPUESTAS DE LA COB Y CSUTCB En contacto con radioemisoras, los dirigentes Jaime Solares (COB) y Felipe Quispe (Confederación de Campesinos) propusieron al gobierno que éste firme un documento en el que se comprometa a anular el Decreto Supremo 24.804, del 4 de agosto de 1997, mediante el cual se otorga la propiedad de los recursos hidrocarburíferos en explotación a las empresas exploradoras y explotadoras. El contenido de este decreto fue objetado por los dirigentes sindicales, políticos de la oposición e incluso de los oficialistas MIR y MNR. De acuerdo a la Constitución Política del Estado, documento fundamental del Estado boliviano, los recursos hidrocarburíferos son de propiedad estatal. Sin embargo, el referido decreto supremo otorga la propiedad de esos recursos a las empresas que tienen exploraciones y explotación de petróleo y gas natural. Esta situación está en entredicho ante el Tribunal Constitucional mediante un recurso que fue admitido pero el gobierno no dio señales de anular la referida norma legal. Bolivia y el cerco alteño a Goñi Parte II. Tensa vida cotidiana La ciudad de El Alto está sitiada, MILITARIZADA Y ACRIBILLADA. No hay gobierno nacional y menos municipal. La conducción militar está a cargo de Carlos Sánchez Berzaín. La conducción -si se quiere política- está a cargo de medio millar de dirigentes vecinales (sociales) que es la estructura básica de la organización socio-urbana alteña. En las cercanías de la Ceja, de día, varias esquinas están regadas de vidrios, piedras, carteles señalizadores rotos y vecinos que tienen en frente una llanta humeante. Si alguna persona quiere levantar una piedra o tener una actitud similar, es agredido (verbalmente o de hecho) por los vecinos vigilantes. Esto es notorio en las avenidas 6 de marzo y Franco Valle (La Ceja), donde la docena de esquinas (entre las calles 2 y 12) escenario de quema de llantas, "riego" de piedras, vidrios y otros objetos para bloquear el paso de vehículos. Por la noche el panorama es de temor. Calles vacías, ausencia total de vehículos privados y de servicio público, grupos de vecinos al acecho en algunas esquinas y, más aún, grupos de jovenzuelos cuya actitud es de sospecha. También, día y noche, un helicóptero que despega y aterriza en el cuartel Ingavi (avenida 6 de marzo) sobrevuela la ciudad en medio de la expectativa de la gente. Esos vuelos se repiten por horas durante los últimos tres días de paro cívico. AEROPUERTO MILITARIZADO El aeropuerto internacional está militarizado y el control a su acceso es más riguroso. Si bien la distancia entre la Ceja y el aeropuerto es poco más de un kilómetro, este se hace largo a pie y con equipaje. Pero la policía solo resguarda la parte más cercana a la Ceja. El resto de las 500 zonas está fuera del control policial. Por ejemplo, en el sector de Santiago II --tras conocerse de las muertes del minero huanuneño José Luis Atahuichi y del constructor alteño Ramiro Vargas Astilla, además de las tres muertes en Rosas Pampa-- Villa Ballivián el retén policial zonal fue saqueado totalmente. Solo quedó el pequeño edificio vacío. La troncal calle 9 así como la Plaza del Minero son escenario de un bloqueo diurno con un gigante cartel de vereda a vereda, flanqueada por una wiphala y una bandera boliviana. Ambas llevan un crespón negro, en señal de luto por las dos muertes. La Ley de Seguridad Ciudadana señala que los bloqueadores de calles y caminos serán sancionados con ocho años de reclusión. En el caso alteño ¿se aplicaría esto para el millón de personas que vive o radica en esta ciudad? MASTICANDO BRONCA Los vecinos mastican bronca en las esquinas y en las marchas. Señoras de pollera y de vestido están sentadas en las veredas palo en mano. Están al acecho de que aparezca cualquier vehículo o policía... La bronca aumenta al conocer de las sucesivas muertes por la mañana de este domingo 12. Mientras tanto, los presidentes y otros dirigentes vecinales, hacen constantes llamados a las radios alteñas Pachamama, Waynatambo e Integración. El mensaje principal es que el bloqueo debe continuar "hasta que el gringo se vaya", como repiten. Es más, comenzó en El Alto una discriminación de medios de prensa. Algunos canales, radios o diarios no son bien vistos y los platos rotos los pagan algunos periodistas enviados a las zonas en conflicto. "Ustedes mienten" es la frase más repetida por los bloqueadores alteños. El periodista trata de explicar que a veces una cosa es recoger la noticia y otra presentarla. Pero la gente no le cree y le obliga a retirarse. En medio de este panorama, la mayoría de los alteños deben caminar entre 60 y 100 cuadras por día para llegar a su trabajo o a su casa, desde la Ceja. Los lateños parecen hormigas caminando por las avenidas Juan Pablo II, Tahuantinsuyo, 6 de marzo, camino a Viacha... Bolivia y el cerco alteño a Goni Parte III. Inseguridad y violencia A casi una semana de haber comenzado el "paro cívico-movilizado e indefinido" de El Alto, la calma es muy tensa de cuando en cuando. Tras los disparos y gasificación, la gente a parapeta en esquinas. La tercera ciudad boliviana en cantidad de habitantes (casi un millón de personas) es la más insegura porque las fuerzas del orden ya no están en los barrios y solo controlan el acceso al aeropuerto y a la Autopista que va a La Paz. Incluso en la parte superior de esta troncal vía (la autopista) grupos de jóvenes, especialmente de noche, arrojan piedras a buses, minibuses y vehículos particulares y los obligan a tomar la vía de contra ruta con el fin de llegar cerca de su destino. Muchos de ellos se quedan en el sector del cobro de peaje. No hay paso hacia la Ceja misma. Los negocios, especialmente los medianos y pequeños solo atinan a abrir media puerta ante la presión de los dirigentes gremiales que les obligan a cerrar sus puertas o, peor, por prevenir un eventual asalto. Y es que el vandalismo ha hecho presa de la gente. Al no haber control policial, grupos de jovenzuelos recorren, palo en mano, las polvorientas y oscuras calles alteñas. Nadie está libre de un eventual ataque porque otros grupos de jóvenes trasladan piedras hacia el centro de la calle, silban cuando un vehículo aparece o simplemente le arrojan piedras para obligarlos a retornar. Pero también está el tremor de una intervención militar o policial. La represión del jueves 9 ha dejado huella: El gobierno, los policías y los militares son calificados de asesinos aunque la gente identifica a Goni como el principal responsable de la muerte de inocentes personas. Paro la forma de responder a esas agresiones no se deja esperar. En una reunión de presidente de zona, alguien sugirió "ubicar y escarmentar" las casas de los policías que viven en El Alto, para que sus familias también sepan lo que es ser reprimido. En este panorama, los mismos periodistas han visto en peligro su cotidiana actividad. Si la policía agredió físicamente a parlamentarios que se supone tienen inmunidad por Ley, ¿que les puede pasar a simples ciudadanos como los periodistas que por un magro salario se acercan más de lo necesario al escenario de la noticia? El Alto es, por ahora, la ciudad más insegura de Bolivia.