Latinoamérica
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24 de enero del 2003
Venezuela esquizofrénica
José Del Grosso
Están jugando un juego. Están jugando a que no juegan un juego. Si les muestro el juego que están jugando infringiré las reglas y me castigarán. Debo jugar a su juego de no ver que veo el juego
Ronald Laing
Un jefe de servicio de psiquiatría, que frente al staff del manicomio, se queja durante una asamblea de profesionales y técnicos de que en el hospital nada funciona por culpa de los locos..
Unos profesionales que frente a esa queja responden: "Sí, los locos tienen todo revuelto y no se puede trabajar"..
Un Presidente, hace años, que en rueda de prensa a las preguntas serias sobre la situación del país respondía: "Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario". Unos periodistas, hace años, que divulgaban como noticia que lo que ocurría en Venezuela "no era ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario"..
Sindicatos que convocan a sus afiliados para discutir y tomar decisiones democráticas sobre puntos de sumo interés para todos y que al comenzar la asamblea, la junta directiva anuncia que la reunión es para informarles a sus miembros que ya se tomaron tales y cuales decisiones. Una asamblea que ante las decisiones de la junta directiva del sindicato, sin su participación, aplaude las decisiones sin discutir..
Unos terroristas que a motus propio, haciendo uso ilegal de la fuerza y la violencia, y en promoción de sus propios objetivos e intereses políticos, tratan de cogobernar la población; y, haciéndose pasar por oposición, obligan a participar voluntariamente a todo el país en sus paros cínicos. Unos acólitos que en nombre de la libertad y la paz, siguen las ideas de los cabecillas terroristas y obligan a participar voluntariamente a la población con "trancazos" y otras estrategias..
Unos profetas del desastre que desde antes de que Chávez asumiera la Presidencia, ven en él al lobo feroz y con evidentes signos de alarma y paranoia anuncian que Chávez se va a dar un autogolpe y Venezuela se va convertir en una Cuba castrista. Unos acólitos que cada vez que oyen a los profetas del desastre la alarma de ¡Mañana nos come el lobo!, compran más armas de guerra y se quedan esperando a que violen a sus esposas e hijas. Pero nadie las viola y no ha habido autogolpe..
Unos periodistas que en reconocimiento a su contribución para que la Coordinadora Democrática y los factores de la oposición estén donde están en este momento, son valorados y apreciados pero están despedidos..
Un Carlos Ortega, que al ser interrogado por los periodistas que han dado la vida para que la "oposición esté donde esté", puesto en evidencia ante la contradicción existente en la coalición Fedecámaras y CTV, entre su amistad con los oligarcas y su papel de defender a los trabajadores, responde negando que haya contradicción "porque estamos frente a un escenario que no es normal", en el que patronos y obreros se están sacrificando. Hay que flexibilizar, hay que dialogar… Más tarde arreglamos eso… .
La voz de un venezolano cuerdo y honesto .
-"Esa es Venezuela Compadre". Un escenario esquizofrénico en el que la ficción es realidad y la realidad es vivida como una ficción que está allá, a lo lejos…. En aquella pantalla… Venezuela esquizofrénica… .
Interrumpido por un terrorista que se hace pasar por miembro de la oposición .
-¡Ujum! Nosotros estamos trabajando por la paz y la unión de los venezolanos..
Un cabecilla del nuevo terrorismo -Sí, se están cumpliendo todas nuestras profecías. ¿Usted no ve Globoterror? Un optismista que trata de mediar -Aquí no está pasando ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario..
Cerca un televisor a todo volumen. Evidente el cambio de pauta. Con música sensacionalista de fondo, destaca una voz en tono severo: … un canal para la paz… Interrumpimos este programa para llevarle momento a momento los últimos acontecimientos. Siempre con la verdad por delante, le anunciamos ¡QUE YA VIENE EL LOBO FEROZ! MAÑANA 23 DE ENERO, EL LOBO Y SU MANADA SALEN A LA CALLE A VIOLARNOS Y A MATARNOS…
Alguien haciendo un comentario al respecto..
-Tendré que comprar otra escopeta…
José Del Grosso. Psicólogo clínico