¿No es demasiada coincidencia que Canal 5 propague una "encuesta" en que 80% de la gente asienta con los "consejos" que da desde el exterior el delincuente Fujimori, con la exculpación que vienen haciendo jueces con respecto a Vladimiro Montesinos? ¡No! La simultaneidad revela un grado de organización sutil pero coordinado. Ni Canal 5 dejó de ser una televisora al servicio de la dictadura, nunca, ni el Poder Judicial, una cantera en 85% pleno en jueces venales, secretarios ladrones y funcionarios profundamente inmorales.
La cantante Elena Romero sostiene que es hora de "cicatrizar" heridas y que hay que perdonar a quienes "alguna vez se equivocaron". Es decir, ella pide que las expresiones insolentes, cavernarias del imbécil de su hermano Raúl que dijo cuanto una boca sucia puede decir en torno a los crímenes de La Cantuta, Barrios Altos y a los criminales del Grupo Colina, sean pasadas por alto para que el país se "reconcilie".
Un país se encuentra consigo mismo cuando castiga a los cacos y limpia su mugre sin chance de envilecer el proceso en nombre de la democracia. ¿A alguien se le ocurre que los militares argentinos que masacraron a más de 30,000 personas, puedan ser parte de una paz institucional?. Sólo de una manera: en la cárcel. Meses atrás, el "Turco" Julián, reconocido como uno de los más crueles torturadores durante esa infausta época, fue agredido en las calles de Buenos Aires, escupido y apostrofado como merecen las alimañas.
¿Qué cosa es Kenya Fujimori? Apenas un súbdito japonés profundamente cobarde. Se escapó del Perú y no tuvo la valentía para responder aquí por las múltiples tropelías que llevó a cabo a través de su administración delincuencial. Es un sujeto despreciable y escupible, casi la demostración de cómo un hombre puede llegar a convertirse en un bicho, en una rata con pasaporte, saco y corbata.
Cuando Canal 5 difunde esta naturaleza de "noticias" lo hace porque está probando cómo van los vientos y porque las mafias no cesan en su intento de lavarse el rostro. Las mafias están enquistadas en todo el aparato del Estado, hasta en el gabinete hay miembros conspicuos de pandillas acostumbradas a regalar el patrimonio nacional porque saben que jamás serán enjuiciados o introducidos a las cárceles. El Canal cómplice del fraude que tuvo a la Delta como su símbolo más execrable, es parte proditora de una campaña que debiera concitar el asco más militante de la ciudadanía y de los librepensadores.
El problema del Poder Judicial no es tan sólo de presupuesto, que tenga mayores recursos no lo va a inhibir de exculpar a delincuentes como está ocurriendo en nuestros días, es también un tema de idoneidad del personal y de valentía de los hombres de leyes. Aquí los responsables de impartir justicia cobran y se enriquecen ilícitamente. ¿Porqué Canal 5 no hace una encuesta para ver cómo viven múltiples magistrados en casas que nunca hubieran podido pagar honestamente y con autos y patrimonio imposibles de comprar con sus sueldos? Por ello, decir que el presidente Toledo se inmiscuye cuando habla de su extrañeza por la lentitud de los procesos, es un asunto irrisorio y sospechoso.
Las mafias están vivas porque la sociedad civil no comprende aún o no tiene las herramientas que permitan aniquilar y pulverizar a estos grupúsculos delincuenciales. Mientras que los partidos sigan siendo maquinarias gana-votos, la suerte está echada. Lamentablemente contra el grueso de la población del Perú. Es hora de romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.