Miércoles, 15 de enero de 2003

Ante siete presidentes latinoamericanos, delegados de varios países del mundo y cerca de 1.500 invitados especiales, el ex coronel Lucio Gutiérrez tomó posesión de la Presidencia del Ecuador para el período 2003-2007.
Fidel Castro fue uno de los invitados de honor.
En su discurso, Gutiérrez dijo que su gobierno se basará en cinco ejes fundamentales: el combate a la corrupción, la seguridad interna y externa, la competitividad y crecimiento económico, la reducción de la pobreza y desempleo y el incentivo de las relaciones internacionales.
El nuevo mandatario, quien hace tres años apoyo con otros coroneles un levantamiento indígena que terminó con el gobierno del entonces presidente Jamil Mahuad, llegó al poder luego de derrotar en segunda vuelta al millonario bananero Álvaro Noboa.
Desde este miércoles reemplaza al independiente Gustavo Noboa.
Reforma política "Hoy empieza la tercera vuelta" y la etapa de implementar los cambios propuestos para terminar con la corrupción y la pobreza, enfatizó Gutiérrez.
Hoy empieza la tercera vuelta. El mandatario también insistió en la reforma política planteada para reestructurar la administración de justicia y la conformación del Parlamento, iniciativa que le ha generado una pugna con los partidos políticos tradicionales, que poseen una amplia mayoría al interior del Legislativo.
Precisamente fue Guillermo Landázuri, presidente del Congreso quien le ciñó la banda presidencial y tomó el juramento respectivo.
Una vez posesionado, Gutiérrez acudió al palacio de Carondelet, sede del gobierno, para firmar los primeros decretos relacionados con la posesión de sus ministros y la designación de otros colaboradores cercanos.
Ceremonia de la esperanza Más tarde, el presidente acudió al estadio Atahualpa donde asumió el mando simbólicamente ante el pueblo ecuatoriano.
La denominada "ceremonia de la esperanza" fue organizada por el partido Sociedad Patriótica 21 de Enero, al cual pertenece Gutiérrez.
Miles de simpatizantes se congregaron para escuchar sus promesas y exigir el cumplimiento de las mismas.
"Gobernaré con los pobres", señaló el mandatario, luego de llamar a los gobernantes extranjeros a conformar un frente común internacional contra los "ladrones de fondos públicos" y combatirlos como se combate el narcotráfico.
Los actos se desarrollaron en medio de estrictas medidas de seguridad debido a la presencia de los mandatarios invitados