Latinoamérica
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15 de enero del 2003
Entrevista a Ramiro Vargas, miembro del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN)
"El ELN tiene una propuesta de paz para Colombia que Uribe no quiere escuchar"
Hernando Calvo Ospina
Especial para Rebelión
Hernando Calvo Ospina. Señor Ramiro Vargas, el presidente Uribe Vélez ha dicho que ustedes se retiraron de los diálogos que llevaban en La Habana por presiones de las FARC. ¿Cuánto de cierto existe en ello?
Ramiro Vargas. Es una gran mentira. Es el recurso utilizado para confundir la opinión y esconder la verdad.
El Ejército de Liberación Nacional, ELN, y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, son dos organizaciones históricas que tienen elementos en común que las acerca en la forma de ver y sentir los grandes problemas del país, coincidiendo en el análisis de muchos aspectos, así como en algunas salidas a los mismos. En otros aspectos, desde luego tenemos distancias. Cada organización tiene su estrategia y tácticas para cada momento y situación. Otra cosa es que en el camino, sobre el mismo terreno y frente a la agresividad del enemigo, se responda coordinando tareas en los espacios compartidos.
Pero no es solo con las FARC. Coincidimos con otras organizaciones políticas y sociales en varios aspectos. Siempre tenemos en cuenta como piensan ellas, al momento de tomar decisiones que trascienden al país, para que no se reduzca sino que se amplíe y fortalezca las coincidencias que tenemos. Por consiguiente es una infamia la afirmación que el ELN recibe órdenes de otra organización. No recibe órdenes de nadie, mas que de su propia conducción y actúa en función de avanzar en procura de los intereses más generales y el bienestar de las mayorías del país.
Lo dicho por Uribe es el recurso con que pretende ocultar la verdad sobre el fracaso de las "conversaciones exploratorias" y las causas que lo precipitaron. Es su respuesta a nuestra determinación de suspender las conversaciones con este gobierno.
HCO. Entonces ¿Cuál es su versión sobre ese rompimiento de los diálogos, o el llamado "acercamiento", con el gobierno?
RV. Nos retiramos cuando vimos que en vez de generar condiciones favorables para la paz y la reconciliación, estaba empecinado en acelerar el montaje de la estructura y desarrollar de un proyecto de ultraderecha antidemocrático, neoliberal y policivo nefasto para el país; cuando descubrimos el cambio de las reglas de juego y la eliminación del estatus político, con el único fin de poner en igualdad de condiciones a la insurgencia rebelde, con los paramilitares criminales y mercenarios.
Nos retiramos cuando puso en evidencia que sus esfuerzos estaban dirigidos a preparar y financiar la guerra, a acondicionar la normatividad y la justicia del país al régimen autoritario que tiene previsto; a recortar los escasos derechos ciudadanos; a fortalecer la estructura de guerra sucia vigente; a recortar los derechos laborales, el régimen de pensiones y descargar el incremento tributario sobre las personas de menos recursos. Cuando vimos que su discurso de paz es un gancho y pretexto para justificar la guerra; y ésta para fundamentar la implantación del proyecto ultraderechista que respalda el establecimiento y los sectores guerreristas del país.
En dicho contexto y con tan nefastos propósitos, la paz se instrumentaliza, se desnaturalizan los ideales y se refunden las esperanzas. En esas condiciones resulta mas que ingenuo apostar y esperar resultados medidos en la paz real y con justicia social, que es el sueño de los colombianos.
HCO. El presidente Uribe Vélez ha dicho que sus propuestas para adelantar un diálogo son muy "ideológicas", y que el gobierno necesita propuestas concretas. ¿Qué es, realmente, lo que ustedes proponen al gobierno para adelantar dichos diálogos?
RV. El ELN es claro y transparente. Desde que se dispuso a los diálogos de paz y contempló la posibilidad de una salida política, entró afirmando la concepción que tiene sobre el conflicto interno y las propuestas como salidas. Y en ellas nos mantenemos.
Es un recurso leguleyo descalificar como ideologista la postura del ELN. La visión que el ELN tiene sobre el conflicto, las propuestas que propugnan por las transformaciones que el país necesita en el orden político, económico y social, no se pueden enmarcar en "ideologismos". Menos cuando en estas propuestas se incluye siempre la exigencia imperiosa de vincular la sociedad al proceso de paz, para que juegue su papel protagónico y por esta vía se convierta la paz en propósito nacional. Esto es una postura sólida políticamente y no abstractos "ideologismos".
El ELN ha dicho en más de una ocasión que tiene voluntad para la buscar una salida política al conflicto; esto es real y no es argucia publicitaria. Pero esta afirmación no se puede interpretar como arrepentimiento de la lucha y renuncia a la defensa de los intereses de las mayorías del país. El establecimiento colombiano le está jugando al proyecto que lidera Uribe. Dentro de éste, la paz esta concebida como rendición y arrepentimiento de la guerrilla a cambio de migajas: para que nada cambie y las mayorías vayan a peor.
Para que sea posible y avance un proceso de paz, tiene que replantearse la política para el país, poniendo como prioritario el bienestar de los colombianos y la soberanía nacional, en un proyecto de contenido democrático, social y de interés nacional.
Para Uribe, y esta oligarquía, la paz está en función de sus intereses. Buscan reducir al movimiento insurgente y sofocar de esta manera el incendio que consume la patria. Aparentemente rechazan la violencia y hacen alardes de paz, pero se sigue comprobado que el único lenguaje que pueden entender es el de la fuerza y que los cambios que requiere Colombia hay que imponérselos.
HCO. ¿por qué no hacen esos diálogos o acercamientos en territorio colombiano?
RV. Mire, el ELN ha tenido como táctica hacer las primeras exploraciones en un territorio que sea garantía de seguridad. El Gobierno cubano ha ofrecido garantías y proporcionado condiciones para los diálogos, con lo cual estamos muy satisfechos y lo consideramos positivo.
Las conversaciones en un proceso de paz real, se tendrían que realizar en territorio colombiano. Esto es lo que tenemos definido.
HCO. El presidente Uribe Vélez pidió al "Grupo de Países Amigos" (Francia, Cuba, Suiza, Noruega y España), que sirven de mediadores con el ELN, de interceder ante Ustedes para que retomen los diálogos ¿Esto no los pone contra la pared ante la opinión nacional e internacional si ustedes no lo aceptan?
RV. El ELN ha contemplado en su táctica de los diálogos de paz la participación internacional como acompañamiento, bajo la figura de facilitación. Nos hemos distanciado de las mediaciones u otras figuras que nos conviertan en objeto de presiones indebidas o que sean otros los que decidan por el ELN, esto es inaceptable.
Dentro de esa visión fue posible llegar al acuerdo con el gobierno de Pastrana, para invitar y conformar el Grupo de Países Amigos del proceso de paz con el ELN. Estos cumplieron un papel importante en la fase inicial de las conversaciones con ese gobierno. El grupo existe, otra cosa es que haya estado inactivo por cambios en la política de la Unión Europea hacia Colombia. Y porque Uribe los viene a reconocer apenas ahora, pues siempre los tuvo distantes.
El ELN siempre ha estado dispuesto a escuchar y discutir ideas y propuestas. Esto lo hemos hecho con estos países, dentro de su papel de facilitadores del proceso.
HCO. Ya se han intentado varios diálogos entre el ELN y los gobiernos colombianos, para no hablar de los realizados con las FARC, pero ¿hacia donde quieren ir llegar con ellos? ¿Quizás a lo que condujeron los diálogos del M-19, o sea, a que la dirigencia lograra puestos burocráticos, crearan algunas Ongs o les dieran taxis, pero que nada cambiara para el pueblo colombiano en lo social, político y económico? ¿O como en el caso de la casi totalidad de miembros desmovilizados del EPL que se integraron a los grupos paramilitares y/o fuerzas de seguridad? ¿Qué puede esperar el pueblo colombiano de un diálogo entre el gobierno y el ELN?
RV. El gobierno sigue pensando en modelos de negociación como los que antecedieron en Colombia y en el modelo centroamericano. El ELN descarta esos modelos que no se ajustan a las realidades y a las esperanzas de transformaciones que requiere el país y por las cuales generaciones enteras han luchado.
La política de paz del ELN pone al centro el país y la solución a los grandes problemas que tienen a éste al borde del precipicio, y las mayorías en la indigencia. Se engañan quienes piensan que con una curul parlamentaria, unos taxis, becas, casas, y unas cuantas mesadas compran el arrepentimiento a la lucha y la renuncia al compromiso con el pueblo. Esta postura es muy sólida en el ELN.
Y mas ahora cuando el modelo neoliberal está acelerando el drama de las masas desposeídas, la corrupción del establecimiento y la rapacidad de las transnacionales están acabando con los recursos y riqueza nacionales. Y cuando el 90.% de los colombianos deben trabajar para que el otro 10 % acumule riqueza; mientras 33 millones viven en la pobreza y de éstos, 13 en la miseria absoluta.
El Estado y su oligarquía se derechizan cada dia mas, siguiendo las huellas de viejos regímenes fascistas que condujeron a la humanidad a la hecatombe. Lo poquito que queda de democracia, de estado de bienestar y respeto por los derechos humanos, va en camino de extinguirse en las llamas del totalitarismo uribista.
HCO. ¿Volverían a dialogar con el gobierno a pesar de que ustedes, las FARC y una parte de la comunidad nacional e internacional lo señalan como pro- fascista y pro-paramilitar?
RV. El ELN actuará en sintonía con el interés de las mayorías nacionales, y dentro de las condiciones que hagan viable los cambios necesarios para que los colombianos disfrutemos de una paz estable, duradera y con justicia social. Y este requerimiento, este propósito, va en contravía de la estrategia de guerra del proyecto político que Uribe está implantando. Así las cosas, es un imposible intentar un diálogo.
HCO. El presidente Uribe Vélez ha repetido en los últimos días que el gobierno ha ofrecido todas las facilidades para que se inicien los diálogos con el ELN. Dice, además, que existen muchas coincidencias con ustedes como para llegar a un diálogo.
RV. Uribe trata de confundir a la opinión y señalar al ELN como intransigente e inconsistente en sus planteamientos. Pero una cosa son ciertas facilidades logísticas ofrecidas, y otras las condiciones políticas. De las primeras el ELN no se ocupó porque no era necesario en la fase de "conversaciones exploratorias".
Hacemos énfasis en las condiciones políticas para desarrollar y avanzar en un proceso de paz real. Y aquí sí somos enfáticos en que estas no existen, y que por el contrario, deliberadamente, el gobierno las está agravando. Que la política uribista lo que está haciendo es expander el conflicto con la profundización de las insatisfacciones políticas, económicas y sociales.
La propuesta que Uribe tiene para el ELN está diseñada para una organización que anda en un proceso de desmovilización, arrepentimiento y renuncia a sus compromisos con el pueblo. Lógicamente, las facilidades ofrecidas corresponden a este tipo de situación, que no es ni encaja con el ELN.
El ELN tiene su propuesta de paz para el país, para que se produzca cambios y soluciones a los grandes problemas que nos afecta a todos. Ahí está la gran diferencia que se trata de ocultar y desfigurar. No entendemos donde es que están las coincidencias entre gobierno y el ELN.
HCO. ¿Qué piensan Ustedes de los diálogos del gobierno con los paramilitares?
RV. Es un diálogo entre los mismos: "yo con yo". Los paramilitares son un instrumento del Estado en la estrategia contrainsurgente de seguridad nacional, diseñada por los gringos y acogida dócilmente por los gobiernos colombianos.
Ellos son los mismos. Siempre han estado en conversaciones, coordinando planes, ajustando estrategias y realizando operaciones criminales contra la población civil. Ahora publicitan las conversaciones como parte de la comedia en la que se pretende lavar la imagen de algunos jefes criminales paramilitares. Comedia para relevar a otros jefes que ya cumplieron el ciclo, o que son incómodos al establecimiento. Se se va a dar un perdón y olvido para que esos jefes vayan a disfrutar las inmensas fortunas personales que acumularon como narcotraficantes y saqueadores de los bienes de sus víctimas.
De otra parte, y muy importante, es que esos diálogos son el vehículo para legalizar a una buena cantidad de paramilitares y convertirlos, "reinsertados" en la sociedad, como "soldados campesinos". Y, lógicamente, dejarán por fuera de los tales diálogos a los que necesiten para continuar ejecutando la guerra sucia, sin que se comprometa la fuerza pública.
Es todo un "show", donde se pretende mostrar con estos "monodialogos" el éxito que no tiene la política de paz contrainsurgente de Uribe.
HCO. Según Ustedes, ¿hacia donde apunta la estrategia del presidente Uribe Vélez, y cómo la ven en el contexto latinomaericano?
RV. La crisis del neoliberalismo en nuestra América es tan profunda, que ha producido colapsos económicos y sociales en cada uno de nuestros países: Es el caso de Ecuador, Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay. De hecho en Colombia también se sienten pasos grandes de la crisis, con todos los reajustes que se vienen haciendo.
En este sentido, el gobierno de Uribe actúa en una estrategia unificada con Estado Unidos, como punta de lanza para frenar la crisis en América Latina. Trata, entonces, de impedir a toda costa que Colombia se convierta en un punto de no retorno para esta crisis en el continente. Es claro que los gobiernos de Estados Unidos y Colombia diseñaron un plan que busca golpear militarmente, y de manera profunda, al movimiento insurgente colombiano para dirigirlo a una mesa de negociación arrodillado y claudicante.
HCO. Hace poco las FARC propusieron un "gobierno alterno" ¿Cuál ha sido la reacción del ELN ante ello? ¿Ustedes aceptarían ser parte de él?
RV. Es una propuesta que los Compañeros lanzaron al país. Como toda propuesta hay que analizarla con lente de futuro y realismo.
HCO. ¿No cree que el presidente Uribe Vélez trata de dividir al movimiento insurgente al mostrar que el ELN es "bueno", y las FARC unas "intransigentes"?
RV. Es un manejo perverso dirigido a ilegitimar y cerrar espacios a la insurgencia en general. El establecimiento presenta a unas guerrillas como "buenas" y otras como "demonios"; sobredimensiona a unas y minimiza a otras. Desde luego, con ese manejo perverso busca confundir, tratando de prevenir y dividir a la insurgencia. Pero esto es adicional.
La campaña está enfocada a contraponer la población civil a la insurgencia; a desnaturalizar las causas del conflicto y reducir éste a la expresión armada; a justificar la política contrainsurgente y de paso camuflar su responsabilidad en la guerra sucia contra la población.
HCO. Los acercamientos del ELN con las FARC ¿sólo llegan hasta la unidad militar en ciertas zonas del país, o podría pensarse que no está lejana la reactivación de la "Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar?"
RV. Para el ELN la unidad es un elemento fundamental en la estrategia de poder popular; y así lo tiene establecido en su propia estrategia. Consecuentes con ella, los elenos mantenemos una actitud abierta y amplia para abordar procesos unitarios de distinto nivel entre revolucionarios, sectores democráticos, progresistas y sectores sociales comprometidos con el país.
En el caso con las FARC hay acuerdos militares en algunas regiones; sería conveniente sobrepasarlos con otros de mayor nivel y proyección. En esta misma dirección, repensar la "Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar" sería un buen paso, considerando desde luego hasta donde las condiciones y posibilidades la hacen vigente.
HCO. El que los paramilitares se hayan tomado durante un buen tiempo territorios históricos y estratégicos del ELN, como son los del sur del departamento de Bolívar, ¿no significa que han sido muy golpeados militarmente? No significa que existen divisiones al interior que han debilitado gravemente al ELN?
RV. La inteligencia militar y algunos politólogos cercanos a ésta o que trabajan para ella, han tejido la versión y filtrado a los medios que el ELN está dividido y debilitado como efecto de la división. De tanto repetir la mentira, terminaron ellos mismos creyéndola y entregándola como insumo a sus jefes para el diseño de operaciones militares contra nuestra fuerza, las que fracasaron por mala información. Las zonas históricas del ELN se convirtieron en territorios de confrontación permanente con la irrupción de las bandas de paramilitares que fueron llevados y apoyados por las fuerzas del Estado.
Muy eficaz sí han sido esos insumos para las operaciones de guerra sucia contra la población, que suma miles de muertos en masacres, asesinatos selectivos, desapariciones y cientos de miles de campesinos desplazados. No nos han sacado como algunos piensan. Carlos Castaño, el jefe paramilitar, no pudo realizar el sueño de colgar la hamaca en la Serranía de San Lucas. Por el contrario el ELN se ha afianzado, fortalecido y aumentado la legitimidad con las comunidades, en medio de la confrontación diaria, como es el caso en el Sur de Bolívar.
HCO. Señor Ramiro Vargas, una última pregunta. Entonces a partir de lo anterior ¿se puede decir que el ELN está creciendo política y militarmente?
RV. En todo el transcurso del 2002 estuvimos resistiendo y confrontando la arremetida y planes contrainsurgentes en todas las áreas en que hacemos presencia. Y podemos resaltar que seguimos en dichas áreas a pesar de la brutal arremetida militar y paramilitar. En nuestros partes de guerra se habla de los costos y bajas que ha tenido que pagar estas bandas de asesinos, que siguen ensañándose contra la población civil. Claro que seguimos creciendo política y militarmente, llegando a nuevas áreas, surgiendo nuevas estructuras y creciendo en hombres y mujeres.
En este año vamos a continuar la reestructuración y reorganización de nuestro trabajo de masas. Hemos ido aprendiendo y ganando capacidad para enfrentar la arremetida contrainsurgente, apoyada totalmente por Estados Unidos, y que poco a poco vamos llevando nuestra accionar a la retaguardia enemiga: las ciudades.
Hernando Calvo Ospina. Periodista y escritor colombiano, radicado en Francia. La Habana, 13 de enero del 2003.
Hcalvospina@hotmail.com