LA PAZ, 8 de enero.— El líder izquierdista boliviano, Evo Morales, llamó hoy a organizar un movimiento latinoamericano de solidaridad con la democracia venezolana, frente a los intentos de derrocar al presidente Hugo Chávez, reportó PL.
En una conferencia de prensa, Morales dijo que promovió la iniciativa entre los asistentes a la reciente toma de posesión del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, y la planteará en el Foro Social Mundial, a realizarse del 24 al 27 de enero en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS), segunda fuerza política de Bolivia, y de los cultivadores de hojas de coca, planteó que el citado Foro debe convocar a la conferencia, para celebrarla en Caracas en la segunda quincena de febrero.
Comprometió la participación en la proyectada cita de los 68 parlamentarios titulares y suplentes del MAS, así como la de otros legisladores y dirigentes de organizaciones populares bolivianas.
Subrayó la necesidad de demostrar a la minoría derechista y patronal que mantiene un paro para derrocar al gobierno venezolano, que Chávez no está solo y que lo apoyan los pueblos latinoamericanos.
Según Morales, ese movimiento pretende ensangrentar a Venezuela en función de intereses foráneos, pese al mayoritario respaldo popular a Chávez.
Expresó que la idea de formar un movimiento de solidaridad con la democracia y la constitucionalidad, contra los intentos de la derecha venezolana, debe ser la base para articular también el rechazo contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y coordinar otras luchas.
Señaló que la propuesta de respaldar a Chávez, en primera instancia con una conferencia internacional en Caracas, tiene el respaldo de organizaciones políticas y populares de Argentina, Colombia, Ecuador, Perú y otros países.
Sobre el ascenso de Lula a la presidencia, dijo que el nuevo gobernante "es fruto de los trabajadores y en ese marco nunca traicionaría a sus bases; es un hombre que ha luchado por sus ideales".
Opinó también Morales que la victoria de Lula es consecuencia del descontento social contra los partidos tradicionales que durante años, en vez de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, las empeoraron.
Los nuevos líderes de los partidos antineoliberales se están dando a la tarea de aglutinar en un solo movimiento a las fuerzas antisistémicas en Sudamérica y que este a su vez tenga capacidad de respuesta inmediata al avasallamiento de los países del Primer Mundo, según la opinión de varios dirigentes del MAS