15 muertos, 53 heridos y más de 200 detenidos
Fuente: Isrrael Sotillo
El pueblo de Bolivia no se rinde Marcelo Quezada* Han pasado ya tres días y medio de movilizaciones y bloqueos, las organizaciones sociales de Bolivia no se rinden. En Oruro, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre y Potosí las marchas se multiplican, cada hora los campesinos, los indígenas y los pobres de este país se suman a la lucha... y por todos lados la policía y el ejército nos gasifican, nos disparan a matar y nos encarcelan. Hasta el día de ayer habían muerto tres cocaleros y un joven de 18 años por heridas de bala, igualmente 11 jubilados mineros han muerto en un trágico accidente cuando eran transportados en autobús por la fuerza. Y sin embargo, no nos rendimos, seguimos peleando por lo que es nuestro.
El "Pliego de la Movilización Nacional", que eleva las peticiones nacionales, sectoriales y regionales de las organizaciones que se encuentran en pie de lucha, incluye la defensa de nuestros recursos energéticos, una solución de fondo y definitiva al problema de la coca del Chapare, la recuperación de las empresas privatizadas, el rechazo frontal al ALCA y la negativa al ingreso de tropas estadounidenses que el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada ha aceptado servilmente recibir el próximo mes de marzo, vulnerando nuestra soberanía.
La situación en nuestro país se ha vuelto intolerable.
Nuestros viejos no tienen cómo seguir viviendo, los campesinos no tienen tierras y en general la crisis económica golpea cotidianamente los bolsillos de todos los bolivianos. Y los cocaleros, la vanguardia del Movimiento Al Socialismo, se han visto burlados por el gobierno. Durante más de tres meses, las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba (Chapare) aceptaron un diálogo con los funcionarios gubernamentales para encontrar la solución a la coca que nos acusan de cultivar ilegalmente, para el "narcotráfico". Mentira. La coca del Chapare es barata y se utiliza, en su mayoría, para consumo tradicional entre los grupos más empobrecidos de Bolivia.
A los pedidos de pausa en la erradicación forzosa, a la elaboración de un estudio sobre consumo de coca en nuestro país y a su industrialización para elaborar productos alimenticios y sanitarios, el gobierno ha respondido con largas y evasivas. Sin embargo, fue después de la visita de Sánchez de Lozada a Estados Unidos que supimos con claridad que nos engañaban: el Presidente anunció, luego de reunirse con George Bush, que no habría pausa, que nuestra coca seguía amenazada.
El gobierno pretende vender a nuestras espaldas nuestro gas, nuestros recursos naturales, quieren saquear al país. De la misma manera, los jubilados, los campesinos del Movimiento Sin Tierra y los indígenas bolivianos han sido olvidados, asesinados.
En Cochabamba, la ciudad en el corazón de nuestra patria, han comenzado las movilizaciones el pasado lunes, igualmente en el Chapare, donde hay ya más de 13 mil efectivos del ejército reprimiendo con gas y balas a los cocaleros. Tres ellos han sido brutalmente asesinados por la tropa y ya suman casi 300 los detenidos. Los diputados y senadores del MAS han sido golpeados y apresados: el diputado Luis Cutipa fue golpeado y detenido por los militares; el senador Filemón Escobar fue golpeado hasta el desmayo por efectivos policiales... pese a que, por ley, gozan de inmunidad parlamentaria. En Oruro, tres nacionalidades indígenas tradicionalmente rivales (laimes, qaqachacas y jucumanis) han comenzado a bloquear las carreteras, unidas en su justo reclamo de atención al campo, que en su región se ha convertido en una zona casi árida, sin acceso a recursos agrícolas o a tierras para pastoreo tradicional.
Evo Morales, nuestro líder nacional, ha declarado que la represión no es más que "una muestra de la soberbia y el carácter asesino del gobierno. No quieren atender cuando el pueblo se levanta para exigir justicia dignamente para pelear por lo que históricamente le corresponde". Y ahora, mientras desata la represión más feroz en los últimos años, el gobierno ha declaraddo su "disposición al diálogo".
Pero nosotros le respondemos que no, que los asesinatos y las agresiones deben cesar primero. No dialogaremos mientras esté matando a nuestros hermanos.
No nos rendimos. Estamos decididos a llevar adelante todas las acciones necesarias para que nuestras demandas sean escuchadas. Y pedimos la solidaridad internacional frente a esta brutal represión. Nuestra lucha, estamos convencidos, es la lucha de todos los pueblos de América Latina.
*Coordinador Nacional de Prensa del Movimiento Al Socialismo, Bolivia