Es difícil ver estos días las imágenes de la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad, las británicas en Basora, las kurdas en Mosul y las españolas en el puerto de Umm Qasr, y no establecer una semejanza con la teatral, vibrante y violenta película de Martin Scorsese "Pandillas de Nueva York". .
La cinta de Scorsese trata de las pandillas que dominaban el barrio de "las cinco puntas" de Manhattan, en los momentos previos al estallido de la Guerra Civil estadounidense, donde no existían las reglas y la ley de la calle es la que se imponía. .
Muchas de estas pandillas estaban relacionadas con grupos de extrema derecha que se oponían a la llegada de los inmigrantes, especialmente irlandeses. Los inmigrantes y los ex esclavos amenazaban con usurpar el mercado laboral, aceptando trabajos por menores salarios. .
Ahora, en las cadenas televisivas, al igual que en el filme, podemos ver las imágenes de ciudades iraquíes que están al borde de la explosión, en el contexto de un país que está en explosión, y en las que todos salen a las calles a pelear y ver quién se impone. .
El plan de los invasores está funcionando; era necesario un caos total para luego poder transmitir al mundo el mensaje de que el desorden y la locura estaba causado por la rabia contra la dictadura de Sadam pero que ahora, poco a poco, gracias a la presencia de las fuerzas aliadas, la calma comienza a imponerse en el país. .
La consecuencia de la entrada de las fuerzas de ocupación angloamericanas sólo es comparable a la invasión de Irak por los Mongoles: ha quedado destrozada la Biblioteca Nacional, donde más de un millón de libros, mapas y archivos han sido destruidos, robados o incendiados. El Museo Arqueológico ha sido también arrasado y es incalculable el valor de las obras de Mesopotamia que han desaparecido o han sido dañadas. .
Resulta paradójico saber que los hallazgos arqueológicos en Asia, posteriores a los de Egipto, han demostrado que fue precisamente en los fértiles valles del Eufrates y el Tigris donde tuvo lugar el comienzo real de las primeras formas de convivencia que pudieron considerarse formas civilizadas de organización social. .
Regresemos a lo nuestro. Para empezar, ¿Quién manda?. Ordena y manda el jefe supremo de los "Nativos", la principal pandilla. En la película un crecido Daniel Day-Lewis que interpreta magistralmente a Bill Cutter "El Carnicero" (The Butcher, en la versión original). Efectivamente, nuestro jefe supremo en Bagdad es George Bush, "The Butcher" ("El Carnicero", en español). En el presente artículo utilizaremos directamente Bush el Carnicero, por simplificar y para entendernos mejor. .
La pandilla "Los Nativos" ha evolucionado mucho con el paso de los años; hoy se trata de una poderosa organización transnacional, con cuartel general en Washington, con dos importantes sedes en Londres y Tel Aviv y con múltiples ramificaciones comerciales. Es una pandilla con buena organización y excelente equipo de marketing y propaganda. También es extraordinariamente ágil y puede, por ejemplo, mover y poner a 350.000 tipos armados hasta los dientes y con bombas de racimo en los bolsillos, como si fueran canicas, en cualquier punto del planeta. Sin ir más lejos, en Irak. .
"Los Nativos" hoy día son poderosos gracias al absoluto control de las pocas fuentes de información del mundo. Muchos ignoran que la inmensa mayoría de la información que reciben es la repetición matizada del material que proviene de escasos flujos de información planetaria, - dirigida precisamente por "Los Nativos",- y que es distribuida por pocos pero muy influyentes caudales informativos formados por un puñado de canales de televisión (CNN, ABC, NBC, BBC, etc.) y unas cuantas agencias informativas internacionales (AP, Reuters, AFP, etc.). Todo lo que leemos o vemos son, en gran medida, interpretaciones de los medios locales para darle "personalidad" y singularidad a las noticias. .
Bush el Carnicero, no obstante, sigue fiel al espíritu de los primeros cabecillas de "Los Nativos" de 1860. Mantiene idénticos modos portuarios que sus antepasados. Podemos decir también que continúa resaltando en su carácter la repugnante relación entre un pseudo fervor religioso con la violencia extrema. Su padre, ex director de la CIA, capitaneó también una sanguinaria guerra contra "Los Conejos Muertos" de Irak en el año 1991. El hijo, al igual que Day-Lewis en la película de Scorsese, viste abrigos grandes, mantiene el andar de chulo de billar, bebe desordenadamente, se atraganta cuando come, habla como un patán y traiciona a sus socios. .
El Carnicero ahora también monta espectáculos de taberna y prostíbulo, pero aunque hoy día no cuenta ya con la descarada Cameron Diaz a quien lanzar cuchillos, arroja al público barajas de naipes marcados con los retratos de los miembros de bandas rivales a los que hay que eliminar. .
Dentro de "Los Nativos" hoy día encontramos diversas tribus, cada una con características propias pero a las que las une una firme y ciega fidelidad a El Carnicero y sus secuaces. Entre ellas destaca la tribu "Los Lacayos" formada por dirigentes tribales dispares pero excelentemente remunerados, cuya misión es repetir automáticamente en sus zonas de influencia las consignas del líder. Forman parte de esta tribu caciques muy conocidos como José María Aznar, Silvio Berlusconi, Javier Solana; el presidente Flores, de El Salvador, y Alvaro Uribe, de Colombia. .
Otra tribu fiel a las directrices de El Carnicero es la tenebrosa e influyente "Odio Ciego y Sordo", formada por reconocidos manipuladores de la comunicación y agentes de propaganda de "Los Nativos". Entre las filas de los altos cargos de "Odio Ciego y Sordo" encontramos a directivos de grandes medios de comunicación. También hay publicistas en la nómina de la CIA, como Carlos Alberto Muntaner o fascistas patológicos como en España Federico Jiménez Losantos. Las bases de "Odio Ciego y Sordo" están compuestas también, por miles de trabajadores que tratan de sobrevivir en la precariedad laboral imperante. .
La tribu de los "Babuchas sin fronteras" acapara en gran medida la atención de los grandes medios de comunicación. Sus integrantes fueron los encargados de aparecer en los actos televisivos, delante del Hotel Palestina, haciéndose pasar por entusiastas vecinos emocionados por la heroica gesta de las tropas aliadas. Blanden por las calles y plazas sus babuchas para atizarle a las estatuas cuando las cámaras de televisión se encienden, y a las pocas horas de la entrada de los carros blindados en Bagdad ya tenían en sus manos, por arte de magia, carteles perfectamente impresos en inglés dando las gracias a las tropas de ocupación. .
La pandilla capitaneada por Di Caprio en la película, "Los conejos muertos" no solo han subsistido sino que han crecido mucho a lo largo del Siglo XX. Por todas partes, especialmente a lo largo de eso que hoy día conocemos como Tercer Mundo. Son los parias, los viejos, los mendigos, los niños de la calle, las niñas prostituidas, las etnias masacradas, los pueblos sometidos, las minorías pisoteadas. Los corresponsales de guerra sin contrato laboral. Suelen reproducirse como conejos, es cierto, pero también se les da caza y muerte cuando cada vez que las bandas poderosas quieren. .
En la Bagdad en llamas, en la Basora sometida durante días a una cruel tortura de sed para que luego fuese liberada y las tropas de ocupación entrasen triunfales y vitoreadas, también pululan y viven como pueden otras tribus, más o menos emparentadas con "Los conejos muertos". .
¿Que son si no la tribu de "Los Alí Babá" que corretean por las calles y caminos polvorientos del país con un jarrón robado de la casa de un principal en la cabeza o con una silla sustraida de un Ministerio en el carromato?. .
También han deambulado entre calles, cascotes y ruinas la tribu de los "Escudos humanos" paseando la bandera de la solidaridad, el internacionalismo y la dignidad. Pocos pero valientes, los condenados. .
Tribus autónomas, pandillas, maras, bandas. Una marea de gente inmersa en el Bagdad postnuclear. Un Mad Max real como la vida misma. Un día después. Una zona cero. Todo al servicio de una extraordinaria producción dedicada a ganar en el cine y la televisión lo que no se pudo ganar en la calle. .
Pero no olvidemos los principios básicos de la lucha callejera y su código de guerra. No olvidemos que la guerra de la pandilla invasora contra los iraquíes ha acabado, pero la guerra del pueblo iraquí contra la pandilla invasora recién ha comenzado.