Internacional
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10 de abril del 2003
El futuro del cambio de régimen
Revolcándose en la hipocresía
Ahmad Faruqui
CounterPunch
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Rara vez ha visto el mundo una guerra más unilateral. En las primeras dos semanas de la campaña, las fuerzas de la coalición dispararon más de 725 misiles Tomahawk y lanzaron más de 14.000 bombas guiadas de precisión sobre Irak. Más de la mitad de esas municiones, con un peso estimado de 7 millones de toneladas, cayeron sobre unidades de la Guardia Republicana. Aun si ninguna de ellas hubiera estallado, por sí solo su peso bastaría para destruir un ejército..
El resultado militar de la guerra nunca fue puesto en duda. ¿Cómo podía un país del tercer mundo que había sufrido 12 años de sanciones confrontar a la nación más poderosa del mundo? Irak no tenía ni una armada ni una fuerza aérea operativas y el tanque T72 de su ejército no podía competir con el tanque M1 de EE.UU. La mayor parte de los T72 fueron destruidos por los aviones A10 antes de que llegaran siquiera a acercarse a un M1. Los que sobrevivieron fueron destruidos por los tanques M1 antes de que estos llegaran a estar dentro del alcance de los cañones del T72. El arma más exitosa de los iraquíes resultaron ser las ametralladoras montadas sobre camionetas disparadas por unidades paramilitares y los infantes que disparaban granadas RPG. Fue una repetición de Mogadishu..
La actuación de la Guardia Republicana durante la Primera Guerra del Golfo había sido muy vilipendiada en los medios. Pero Stephen Bourque señaló que "No se escaparon y combatieron con extremo valor". Por cierto, después de resistir semanas de ataques aéreos de un enemigo infinitamente más poderoso, combatieron con extraordinaria tenacidad. Dice que su División Tawakalna, enfrentando un masivo ataque desde varias direcciones, "tuvo poca oportunidad de hacer otra cosa que rendirse o combatir y morir en su puesto. Hicieron esto último"..
Después de ser derrotada en la primera Guerra del Golfo Pérsico, y con plena conciencia de que sus tanques tenían inferior alcance y poder de artillería que los blindados de EE.UU., la Guardia Republicana debe haber previsto el resultado cuando esta guerra comenzó. Pero, en contraste con 1991, nunca tuvieron una oportunidad de combatir esta vez. Según Paul Koring, su alternativa fue similar a la de la Brigada Ligera: "No les corresponde razonar por qué. No les queda más que hacerlo [su deber] y morir". [1] La Guardia Republicana Iraquí estableció un nuevo ejemplo de coraje y bravura, que inspirará a los ejércitos durante décadas por venir..
La guerra casi ha terminado ahora, y una victoria estadounidense se acerca. Pero los eventos mostrarán que fue una victoria vacía. Para citar a Quentin Peel del Financial Times, "El peligro para Mr. Bush es que ganará la guerra, en última instancia y desagradablemente, pero jamás será visto como liberador. Si hubiera comprendido eso, tal vez jamás hubiera comenzado la guerra". [2] .
Pero, concedamos a Mr. Bush su derecho a combatir a Sadam, ya que pretende que este último no cumplió con los términos del cese el fuego que vino al terminar la Primera Guerra del Golfo y que en un mundo posterior al 11-S, las presuntas armas de destrucción masiva de Irak posan una amenaza para la seguridad nacional de este país..
Pero, ¿qué queda por decir de los líderes árabes y musulmanes cuyos países bordean Irak? La historia recordará que mientras Irak era atacado y aniquilado, ellos se revolcaban en la hipocresía..
Abu Moussa, secretario general de la Liga Árabe, advirtió hace varios meses que una guerra contra Irak "abriría las puertas del infierno". Sus advertencias, como las de Casandra en la mitología, fueron ignoradas. En medio de la cólera en Egipto, el presidente Hosni Mubarak imploró que EE.UU. terminara la guerra, diciendo que ésta crearía cien bin Ladens. Cuado se le preguntó por qué Egipto no había cerrado el Canal de Suez a los barcos británicos y estadounidenses que viajaban al Golfo, respondió que El Cairo no podía negar a otros países el uso del Canal de Suez bajo los términos de un tratado del siglo XIX a menos que Egipto estuviera en guerra con ellos. [3] Mubarak urgió en público un inmediato fin del conflicto mientras que, en secreto, abrió el espacio aéreo egipcio a las fuerzas de la coalición..
Del mismo modo, después de reunirse con el presidente francés, Jacques Chirac, en París, en enero, el ministro de exteriores saudí, Saud al Faisal, dijo que un ataque de EE.UU. contra Irak resultaría en "una calamidad de inmensas proporciones". Al hacerse inminente la guerra, señaló que, "Arabia Saudí no se sumará al conflicto y no [permitirá que su territorio] sea utilizado para atacar a Irak". Arabia Saudí permitió en secreto que su espacio aéreo sea utilizado por misiles crucero, y puso una base aérea en el norte a la disposición de las fuerzas de la coalición. El príncipe pidió luego a Sadam Husein que abandone Irak, pero ni siquiera hizo la menor insinuación sobre la imposición de un embargo al petróleo. Esto no es sorpresa alguna para los que observan Arabia Saudí..
Mucha gente esperaba que los saudíes impondrían un embargo al petróleo para apoyar su plan de paz de marzo de 2002. una vez que quedó en claro que los israelíes habían reaccionado a ese plan aumentando sus represalias en Cisjordania y Gaza. Sin embargo, los saudíes rechazaron directamente el uso de petróleo como arma, renegando por completo de la política que el rey Faisal utilizó en 1973. Walid Jumblatt del Partido Socialista Progresista en Líbano recordó al príncipe la conducta de su padre, que dio su vida por atreverse a decir que detendría los suministros de petróleo a Occidente y que quería liberar Jerusalén y orar allí..
El rey Abdullah de Jordania, cuyo árabe de fuerte acento traiciona su educación occidental, dijo que se puso en contacto con otros países antes de que comenzara la guerra en un intento de impedir el conflicto. Afirmando que era "musulmán, árabe y hachemita," dijo, "Nadie puede estar más preocupado que yo por mi pueblo y por mi nación (árabe)". Dijo que las fuerzas de la coalición habían solicitado a Jordania el uso de su espacio aéreo, una solicitud que él "rechazó enérgicamente" porque una guerra con Irak alimentaría el "extremismo". Pero permitió que se coloquen baterías Patriot en suelo jordano, y que las Fuerzas de Operaciones Especiales [de EE.UU.] lancen operaciones hacia Irak..
La República Islámica de Irán, que había librado una larga y dura guerra contra el Irak de Sadam hace una década y media, estuvo más que contenta de permanecer neutral en el curso de este conflicto. Había adoptado la misma actitud durante la Primera Guerra del Golfo, y había aceptado 100 aviones de combate de la Fuerza Aérea Iraquí que se refugiaron en sus bases aéreas. Después de haber perdido un millón de sus combatientes durante los ocho años de guerra con Irak, los ayatolas en Irán deben considerar la salida de Sadam a manos de sus patrocinadores de otrora, como una forma verdaderamente dulce de justicia poética. Pero no pueden ignorar el tictac del reloj.,La salida de Sadam reducirá pronto la cantidad de miembros del eje del mal a sólo Corea del Norte e Irán. Ya que la primera no apoya ningún grupo terrorista del Medio Oriente, y ya que podría con gran facilidad realizar un golpe preventivo contra Seúl, no es probable que sea atacada en el futuro cercano. Por lo tanto, Irán podría verse pronto en las líneas de combate de un cambio de régimen..
Siria, el único país árabe del Consejo de Seguridad de la ONU, afirma que hizo todo lo que podía por detener la guerra en la ONU. Ya ha recibido una advertencia del Secretario Rumsfeld, por haber suministrado armamento letal en la forma de gafas de visión nocturna a Irak. Israel continúa ocupando sus Alturas de Golán, y continúa afirmando que Siria libra una guerra por encargo a través de Hizbolá de Líbano. La tormenta puede no estar demasiado lejos..
Tal vez el apoyo más fuerte a Irak provino del nuevo gobierno musulmán pero secular de Turquía. Encontró un inteligente camino parlamentario para negar el acceso por tierra a la fuertemente armada Cuarta División de Infantería de EE.UU., retardando así la apertura de un frente en el norte de la guerra en Irak. Incluso Paul Wolfowitz, el gurú del cambio de régimen, se quedó mudo. Todo lo que llegó a decir en el programa dominical Meet the Press fue que Turquía es una democracia, y que EE.UU. tiene que respetar sus deseos..
Algo más alejado físicamente, pero muy cerca ideológicamente, el gobierno de Pakistán se encontró en una posición muy difícil. En diciembre de 2001, el general Musharraf había advertido a EE.UU. contra un ataque a Irak. Su gobierno democrático nombrado por los militares deploró la decisión de EE.UU. de atacar Irak, pero estuvo verdaderamente atemorizado ante la perspectiva de votar contra EE.UU. en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde con Siria, era sólo uno de dos miembros del mundo musulmán. Lo mejor que pudo hacer fue postergar el viaje del Primer Ministro a EE.UU. Pero eso no bastó para impedir que el ministro de exteriores de India invitara a EE.UU. a realizar un ataque preventivo contra Pakistán. Dijo que Pakistán cumplía con todas las condiciones para un cambio de régimen, aún más que Irak: tenía armas nucleares, apoyaba grupos terroristas, y no era una verdadera democracia. Queda por verse hasta cuándo los gobernantes militares de Pakistán podrán continuar con su acto de prestidigitación de apoyar la lucha global contra el terrorismo del modelo al- Qaeda de EE.UU. por una parte y apoyar a los combatientes por la libertad del modelo local en Cachemira por otra..
Post scriptum .
Especificando al presidente egipcio Hosni Mubarak y a los dirigentes de Arabia Saudí, el antiguo director de la CIA James Woolsey dijo recientemente en un discurso en la Universidad de California, Los Angeles, "Queremos que ustedes [estén] nerviosos. Queremos que comprendan ahora, por cuarta vez en cien años, que este país y sus aliados se han puesto en movimiento y que estamos de parte de los que ustedes -los Mubaraks, la familia real saudí- más temen. Estamos de parte de su propio pueblo". Woolsey señaló con orgullo que EE.UU. está involucrado en la IV Guerra Mundial. El término fue introducido por Elliot Cohen para describir la guerra global contra el terrorismo, pero ahora ha sido ampliado para que incluya los cambios de regímenes tiránicos que tienen acceso a armas de destrucción masiva (WMD)..
La importancia de sus observaciones no dejará de ser notada por los dirigentes musulmanes y árabes. Un cambio fundamental ha ocurrido en las tácticas de implementación de cambio de régimen. Lo que antes era logrado mediante operaciones clandestinas "negras" se hace ahora a través de operaciones militares abiertas por los militares más poderosos del mundo, cuyo presupuesto excede el de las diez naciones siguientes en su conjunto..
En el futuro cercano, el cambio de régimen puede ser ampliado para que incluya no sólo a los déspotas no-elegidos con acceso a WMDs, sino a todo gobernante que se atraviese en el camino del orden del día conservador de la dominación global. Entonces los hipócritas de hoy llegarán a gustar el sabor de lo que se merecen..
* Ahmad Faruqui, economista, es miembro del Instituto Estadounidense de Estudios Internacionales y autor de "Rethinking the National Security of Pakistan". Su correo es: faruqui@pacbell.net .
Notas .
[1] Paul Koring, "Analysis: A tenacious stand, doomed from the start," The Globe and Mail, 3 de abril de 2003..
[2] Quentin Peel, "The perils of wartime wishful thinking," Financial Times, 1 de abril de 2003..
[3] James Drummond, "Mubarak fears war may increase terrorism," Financial Times, 1 de abril de 2003..
8 de abril de 2003 .