The Guardian UK Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Una masiva mayoría en Gran Bretaña se opone actualmente a la guerra, pero el movimiento contra la guerra se enfrenta a una Cámara de los Comunes virtualmente uniforme. Los dos principales partidos están unidos y los parlamentarios laboristas son incapaces de organizar una revuelta parlamentaria para sacar a Blair, lo único que podría detener el ímpetu hacia la guerra. El movimiento británico por la paz, sin embargo, tiene un punto vulnerable. Una guerra que es injustificable si es hecha por sólo Bush y Blair, se vuelve aceptable para algunos si es aprobada por la 'comunidad internacional' -es decir por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las conciencias de los que se oponen al bombardeo unilateral de ciudades y a las muertes de civiles se tranquilizan si las armas de destrucción son lanzadas con apoyo de la ONU. Este nivel de confusión causa dudas sobre la ONU de la actualidad. ¿Tienen algún peso sus resoluciones si EE.UU. se opone, como ha sido repetidamente el caso con Palestina y Cachemira? .
La ONU, y su predecesora, la Sociedad de Naciones, fueron creadas para institucionalizar un nuevo status quo que existió después de la primera y la segunda guerras mundiales. Ambas organizaciones fueron fundadas sobre la base de la defensa del derecho de las naciones a la autodeterminación. En ambos casos, sus Cartas, ilegalizaron ataques preventivos y los intentos de las grandes potencias de ocupar países o cambiar regímenes. Ambas subrayaron que el estado-nación había reemplazado a los imperios..
La Sociedad de Naciones se desplomó poco después que los fascistas italianos ocuparon Etiopia. Mussolini defendió su invasión de Albania y Abisinia con el argumento de que estaba eliminando el "corrupto, feudal y opresor régimen" del Rey Zog / Haile Selassie y los noticiarios italianos mostraron a los agradecidos albanos aplaudiendo la entrada de las tropas italianas..
La ONU fue creada después de la derrota del fascismo. Su carta prohíbe la violación de la soberanía nacional excepto en el caso de la "autodefensa". Sin embargo, la ONU no pudo defender al recién independizado Congo contra la intriga de Bélgica y EE.UU. en los años 60, o salvar la vida del líder congolés Patrice Lumumba. Y en 1950 el Consejo de Seguridad autorizó una guerra de EE.UU. en Corea..
Bajo la bandera de la ONU los ejércitos occidentales destruyeron deliberadamente represas, estaciones de energía eléctrica y la infraestructura de la vida social en Corea del Norte, en evidente violación del derecho internacional. La ONU tampoco pudo detener la guerra en Vietnam. Su parálisis respecto a la ocupación de Palestina ha sido evidente durante más de tres décadas..
Esta inactividad no se limitó a los abusos occidentales. La ONU no fue capaz de actuar contra la invasión soviética de Hungría (1956) o la del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia (1968). Se permitió que ambas grandes potencias hicieran lo que deseaban en evidente violación de la Carta de la ONU..
Ahora, en circunstancias en que EE.UU. es el único estado militar-imperial, el actual Consejo de Seguridad se ha convertido en lugar de intercambios, no de insultos, sino de las partes del botín. El teórico italiano Antonio Gramsci predijo este desarrollo con sorprendente presciencia. "El ejercicio 'normal' de la hegemonía", escribió, "se caracteriza por la combinación de fuerza y consenso, en un equilibrio variable, sin que la fuerza predomine demasiado sobre el consenso". Hay, agregó, ocasiones en la que es más apropiado recurrir a una tercera variante de la hegemonía, porque "entre el consenso y la fuerza está la corrupción-fraude, que es el debilitamiento y la parálisis del antagonista o de los antagonistas". Es una descripción exacta del proceso utilizado para negociar el apoyo ruso en la ONU como lo reveló un titular de primera plana en el Financial Times (4 de octubre de 2002): "Putin negocia duro con EE.UU. sobre el petróleo de Irak: Moscú pide elevados precios comerciales a cambio de su apoyo"..
El mundo ha cambiado tanto en los últimos 20 años que la ONU -a pesar del actual impasse- se ha convertido en un anacronismo, una hoja de parra permanente para nuevas aventuras imperiales. El antiguo secretario general de la ONU, Boutros Boutros- Ghali fue destituido por insistencia de Madeline Albright por desafiar la voluntad imperial: había insistido en que se requería intervención en el caso del genocidio ruandés. Los intereses de EE.UU. requerían una presencia en los Balcanes. Fue reemplazado por Kofi Annan, un débil sustituto, cuyos discursos moralistas podrán engañar a veces a un inocente público británico, pero no a él. Sabe quién es el que manda..
Como Mark Twain lo describió en 1916: "Ahora los estadistas inventarán mentiras baratas, culparán a la nación que es atacada, y todo el mundo estará feliz gracias a esas falsedades que tranquilizan su conciencia, las estudiará con diligencia, y rehusará el examen de cualquier oposición a ellas, y así se convencerá poco a poco de que la guerra es justa, y le dará gracias a Dios porque dormirá mejor después de ese proceso de grotesco auto-engaño." Si el Consejo de Seguridad permite la invasión y ocupación de Irak, sea con una segunda resolución, o aceptando que la primera fue suficiente para justificar la guerra como el último recurso, entonces la ONU, también, morirá. Hay que insistir en que una guerra respaldada por la ONU sería tan inmoral e injusta como la que está siendo tramada en el Pentágono - porque será la misma guerra.. 21 de febrero de 2003
* Tariq Ali es el autor de "Choque de los Fundamentalismos" .